Juegos que conciencian

"?En qu¨¦ lugar del mundo cre¨¦is que se genera m¨¢s basura?" Un grupo de estudiantes veintea?eros del Centro de Artes Pl¨¢sticas y Dise?o Kunsthal de Ir¨²n lanza esta pregunta a un pu?ado de alumnos de entre 10 y 11 a?os del colegio San Vicente de Paul, tambi¨¦n de la localidad fronteriza. En el suelo del patio de Kunsthal figuran perfilados los cinco continentes con cinta aislante. Los peque?os tienen a sus pies un mont¨®n de bolsas con desperdicios y se lanzan a colocarlas all¨ª donde les parece en los improvisados mapas. En toda Am¨¦rica, norte, centro y sur, s¨®lo aparece una bolsa, a la altura de EE UU. Ocean¨ªa sale peor parada, con tres.

"?Os parece que es una distribuci¨®n correcta?" El tono de la pregunta hace adivinar a los chavales que algo no han hecho bien. Se disponen a recolocar las bolsas, cuando una ni?a interroga mirando a Am¨¦rica: "?Pero ¨¦ste qu¨¦ continente es?" "Am¨¦rica", responde uno de los alumnos de Kunsthal. La segunda distribuci¨®n queda algo m¨¢s acorde con la realidad. Los improvisados profesores felicitan a los peque?os y les invitan a generar la menor cantidad posible de basura y a practicar el reciclaje.

"Un producto con sensibilidad ecol¨®gica tiene a la larga un coste menor"

"Espa?a est¨¢ todav¨ªa muy lejos de pa¨ªses referenciales como Dinamarca"

El dise?ador industrial Curro Claret (Barcelona, 1968), comprometido con la ecolog¨ªa y preocupado por el ecodise?o, supervis¨® hace unos d¨ªas esta escena durante el taller que imparti¨® en Kunsthal. Profesor en la Escuela Superior de Dise?o Elisava de la capital catalana, ha impartido conferencias y talleres por numerosos pa¨ªses, desde Espa?a hasta EEUU, pasando por Dinamarca, Tailandia o el Amazonas brasile?o. Sus dise?os se han expuesto tambi¨¦n en distintos lugares.

Claret empez¨® el taller abordando con los alumnos de Kunsthal cuestiones tan de actualidad como el deterioro del medio ambiente, el agua, la distribuci¨®n de la riqueza, la globalizaci¨®n, los productos transg¨¦nicos,... Y luego les plante¨® un ejercicio: desde su posici¨®n de futuros dise?adores, c¨®mo explicar¨ªan estos asuntos a los ni?os "de una manera l¨²dica, mediante juegos dise?ados o adaptados por ellos mismos".

Aunque a paso lento y a veces s¨®lo por "una cuesti¨®n de moda", el ecodise?o se va ganando un peque?o hueco en la agenda tanto de los profesionales como de la industria y los pol¨ªticos. Sin embargo, "Espa?a est¨¢ todav¨ªa muy lejos de pa¨ªses referenciales como Dinamarca o Noruega", apunta Claret.

Para avanzar es preciso el concurso de todos, empezando por los consumidores. "Hacer un producto con sensibilidad ecol¨®gica exige opciones que no son por las que opta la industria mayoritariamente, lo que influye en el coste inicial. Pero el consumidor debe cambiar el chip y tener en cuenta que a la larga el coste es menor, porque ese producto es m¨¢s respetuoso con el medio ambiente".