Del andamio al taxi

Una veintena de hombres aguardan a primera hora de la ma?ana en un aula del n¨²mero 23 de la calle de Pujades de Barcelona. Proceden de distintos pa¨ªses y son de distintas etnias, pero muchos comparten un pasado reciente: la zozobra econ¨®mica les ha empujado al paro. Y de ah¨ª, a buscar otro oficio al volante de uno de esos coches negros y amarillos. Porque en el n¨²mero 23 de la calle de Pujades hay una escuela de taxistas y desde el verano ha tenido que pasar de dos a tres turnos de formaci¨®n diarios, debido al alud de nuevos alumnos que se inscriben cada d¨ªa.

El sector del taxi ha actuado tradicionalmente como refugio en las crisis y ¨²ltimamente las cifras de taxistas asalariados (que conducen el veh¨ªculo de un aut¨®nomo o empresa) revelan que ¨¦sta no es una excepci¨®n: 2007 acab¨® con 1.660 taxistas a sueldo en el ¨¢rea metropolitana de Barcelona (adem¨¢s de 406 que trabajaban para sus familiares) y el a?o pasado se dispar¨® a 2.163 (m¨¢s 536 familiares), el 30% m¨¢s, un ritmo que duplica el de los ¨²ltimos a?os.

La demanda de taxis cae, pero los taxistas lo compensan haciendo m¨¢s horas "Ahora es m¨¢s dif¨ªcil colocarlos", dicen en la escuela de formaci¨®n

Los aprendices de taxistas proceden de varios sectores, muchos de ellos de la construcci¨®n.Andriy Pavlin atiende en clase las explicaciones de un profesor sobre los desplazamientos por la avenida Diagonal a determinadas horas del d¨ªa. Este ucranio de 42 a?os llevaba desde 2000 como alba?il aut¨®nomo en Barcelona. "Pero ahora tengo muy pocas obras y por eso he empezado con esto. Tengo un hijo de 17 a?os", explica. Se presentar¨¢ al examen el pr¨®ximo mes de marzo. Igual que Andr¨¦s S¨¢nchez, al que una empresa de transporte de Sant Boi de Llobregat dej¨® en el paro hace unos meses y que ahora espera convertirse en taxista dentro de unas semanas. O su compa?ero de aula, Joan Albert, que perdi¨® su trabajo en el almac¨¦n de la cooperativa Abacus hace cinco meses.

Y eso que el taxi tambi¨¦n est¨¢ sufriendo la crisis. "La demanda en Barcelona est¨¢ bajando entre el 25% y el 30% desde el verano, pero los taxistan lo est¨¢n compensando a base de ampliar su jornada, de hacer m¨¢s horas. Por eso igualmente crecen los asalariados. Es un sector refugio", explica Luis Berbel, del Sindicato del Taxi en Catalu?a.

El problema es que no todos encuentran trabajo. Rosa, que es la encargada del centro de formaci¨®n del Sindicato del Taxi de Catalu?a (Stac) en Barcelona, explica que "ahora es mucho m¨¢s dif¨ªcil colocarlos, hay menos ofertas". Eso s¨ª, antes de ello deben lograr la licencia para veh¨ªculos con viajeros y las credenciales de taxista, que se consiguen superando un examen de 50 preguntas sobre el reglamento del taxi y otras 85 sobre los recorridos m¨¢s cortos o los lugares de inter¨¦s del ¨¢rea metropolitana de Barcelona , como hoteles y comisar¨ªas, entre otros.

No todos los que superan el examen acaban ejerciendo de taxista. De los 1.100 profesionales que obtienen las credenciales cada a?o, s¨®lo entre el 30% y el 40% acaban gan¨¢ndose la vida con el tax¨ªmetro, seg¨²n los c¨¢lculos que hace Miguel ?ngel Mart¨²n, gerente del Instituto Metropolitano del Taxi. "Suele ocurrir que cuando se quedan en paro, de momento, aprovechan para formarse y sacarse la licencia por si acaso, el sector siempre act¨²a como refugio" insiste.

En cuanto a la compraventa de licencias, unas 400 cambian de manos cada a?o, dentro de la flota de 10.500 que circula por Barcelona, pero la crisis no ha dado lugar a un importante repunte en los ¨²ltimos meses, ya que "los que las piden no est¨¢n consiguiendo los cr¨¦ditos necesarios para comprarlas", explica Berbel. Y eso que han bajado de precio, de unos 180.000 euros que costaban hace un a?o a unos 124.000.

Rosa coincide en que la sequ¨ªa de cr¨¦ditos bloquea los traspasos. Esta misma semana, en su ordenador hab¨ªa 30 licencias en venta, pero "a lo mejor dan en cr¨¦ditos hasta 100.000 euros, pero no m¨¢s, y los que las piden no llegan a cubrir la diferencia".