EE UU entierra el unilateralismo

"Vengo a Europa representando una nueva Administraci¨®n decidida a marcar un nuevo tono en las relaciones de Estados Unidos con el mundo. Escucharemos, nos implicaremos, pediremos consejo. Mantendremos un decente respeto por la opini¨®n de los dem¨¢s. Am¨¦rica necesita al mundo as¨ª como el mundo necesita Am¨¦rica". El nuevo vicepresidente de Estados Unidos, Joe Biden, sepult¨® ayer en M¨²nich la era del unilateralismo de George W. Bush y traz¨® las l¨ªneas maestras de la pol¨ªtica exterior que pretende seguir la Administraci¨®n de Barack Obama ante un auditorio repleto de presidentes, jefes de Gobierno y ministros de Defensa y Exteriores reunidos en la Conferencia de Seguridad.

El viraje anunciado por Biden adquiri¨® los tintes de un verdadero nuevo contrato con los aliados de EE UU: "Actuaremos de manera conjunta cada vez que podamos; y si lo hacemos solos ser¨¢ porque no quede otro remedio. Am¨¦rica necesita vuestra ayuda. Am¨¦rica tiene la ambici¨®n de hacer m¨¢s. ?sa es la buena noticia. Pero hay otra. Tambi¨¦n pediremos m¨¢s a nuestros socios".

La referencia iba impl¨ªcitamente dirigida al reducido compromiso de los aliados en la guerra de Afganist¨¢n. En su alocuci¨®n en M¨²nich, Biden extendi¨® la petici¨®n de ayuda y colaboraci¨®n a otros asuntos, desde la crisis financiera hasta la acogida de presos del penal de Guant¨¢namo.

El tono del vicepresidente cumpli¨® las expectativas europeas de mano tendida en el comienzo de una nueva era. As¨ª se hizo patente, entre otros, en los discursos de los mandatarios de los dos pa¨ªses que Donald Rumsfeld -ex secretario de Defensa y gran ap¨®stol de la cruzada unilateralista de la Administraci¨®n de Bush- defini¨® en este mismo foro de M¨²nich como la "vieja Europa". La canciller alemana, Angela Merkel, y el presidente franc¨¦s, Nicolas Sarkozy, pusieron repetidamente el acento en la urgencia de una renovada cooperaci¨®n y di¨¢logo entre ambas orillas del Atl¨¢ntico, y entre Occidente y Rusia.

"Vivimos en un mundo de potencias relativas, en el que ning¨²n pa¨ªs puede solucionar, solo, problemas globales. De ello deriva la necesidad de cooperaci¨®n", inst¨® Sarkozy en un discurso que parec¨ªa en buena medida dirigido a Biden. Con esa intenci¨®n, probablemente, el presidente franc¨¦s opin¨®: "No creo que Rusia represente una amenaza militar".

Biden recogi¨® el guante, y dedic¨® una parte relevante de su intervenci¨®n a Mosc¨². Pero detr¨¢s de una mano tendida al Kremlin el vicepresidente de EE UU quiso mostrar tambi¨¦n los m¨²sculos de su pa¨ªs. Estados Unidos est¨¢ dispuesto a dialogar, quiere mejores relaciones, pero no acepta la imposici¨®n de zonas de influencia, en referencia a las resistencias rusas ante la ampliaci¨®n de la OTAN. Washington tampoco va a detener el desarrollo del escudo antimisiles.

"Lo instalaremos", dijo Biden, "si se demuestra que [el escudo] es una tecnolog¨ªa eficiente". Pero, marcando otra vez distancias con la Administraci¨®n de Bush, el vicepresidente Biden puso un claro acento en la disponibilidad de Washington a consultar el desarrollo del escudo con Mosc¨², adem¨¢s de con los aliados de la OTAN.

Los analistas diplom¨¢ticos consideraban ayer en M¨²nich que el anuncio del cierre de la base estadounidense en Kirguizist¨¢n ha causado irritaci¨®n en Washington, que lo considera una maniobra de Mosc¨². La oferta compensatoria del Kremlin de dejar paso libre por su territorio a los abastecimientos para las tropas desplegadas en Afganist¨¢n no reequilibra la p¨¦rdida de la base.

Ir¨¢n tambi¨¦n vio reiterada ayer una oferta de di¨¢logo, acompa?ada de firmeza, desde EE UU. Israel, mientras tanto, deber¨¢ reflexionar sobre el escueto mensaje lanzado por la nueva Administraci¨®n estadounidense. "Es tiempo ya para una soluci¨®n justa, duradera, con dos Estados", sentenci¨® Biden.

Europa, en cambio, ha visto formalizada la voluntad de estrechar las relaciones. La mera presencia del vicepresidente en M¨²nich -en lugar del secretario de Defensa, quien normalmente representa a EE UU en este foro- es una clara se?al. La entrada de Biden en la sala central de la conferencia desat¨® un significativo desfile de personajes que no quisieron perderse la ocasi¨®n de estrecharle la mano.

A continuaci¨®n, en las habitaciones del laber¨ªntico hotel Bayerischer Hof, sede de la conferencia, se celebraron varios encuentros bilaterales. Ninguno, al menos oficialmente, con los representantes iran¨ªes presentes en M¨²nich.

Para hoy est¨¢ prevista una entrevista de Biden con el viceprimer ministro ruso Serguei Iv¨¢nov. Un encuentro que ser¨¢ muy delicado, pues detr¨¢s del "nuevo tono" de EE UU siguen enquistados los viejos problemas.