Perspectivas del mercado petrolero
No resulta sencillo realizar un an¨¢lisis de las perspectivas a corto plazo del mercado del petr¨®leo en un momento en el que nos enfrentamos a la peor crisis econ¨®mica y financiera desde la segunda guerra mundial y en el que los datos sobre la evoluci¨®n econ¨®mica demuestran que el cuarto trimestre de 2008 registr¨® la contracci¨®n m¨¢s severa de los ¨²ltimos a?os.
Una puntualizaci¨®n es ¨²til para situar el an¨¢lisis: los precios actuales est¨¢n en torno a los 40-45 d¨®lares por barril, el mismo nivel de precios de 2005, a?o en el que el crecimiento econ¨®mico fue excepcional. A fecha de hoy, el consenso se?ala que la demanda de petr¨®leo caer¨¢ en 2009 por segundo a?o consecutivo, y que lo har¨¢ a una tasa media del 1%, es decir, en 800.000 barriles diarios. Ante este escenario, la OPEP ir¨ªa recortando producci¨®n para acomodarse a la menor demanda y, como consecuencia, los precios se mover¨ªan en torno a los 40-50 d¨®lares en los pr¨®ximos trimestres.
Es un error creer que la OPEP no ha aprendido las lecciones de 1998, cuando el barril cay¨® a 10 d¨®lares
Sin embargo, el consenso est¨¢ muy polarizado. Hay analistas m¨¢s bajistas que se apoyan en tres factores para apuntar hacia unos precios en torno a los 30 o 40 d¨®lares en 2009. En primer lugar, los malos datos de consumo de finales de 2008 les lleva a pensar que la ca¨ªda de la demanda ser¨¢ mayor de lo previsto. Muchos datos apoyan esta valoraci¨®n. Por ejemplo, en diciembre, el tr¨¢fico a¨¦reo internacional de carga se desplom¨® un 22,6% en tasa interanual y, en el mismo mes, en China las importaciones cayeron m¨¢s del 20%.
En segundo lugar, las previsiones de demanda para 2009 no incorporan el deterioro en las expectativas econ¨®micas de los ¨²ltimos d¨ªas, como la ¨²ltima revisi¨®n a la baja de las perspectivas econ¨®micas del FMI, una ca¨ªda del 0,6% de la econom¨ªa mundial ajustada por tipos de cambio.
Por ¨²ltimo, se esgrime como argumento que en este escenario de fuerte ca¨ªda de la demanda la OPEP ser¨¢ incapaz de mantener la disciplina en la implementaci¨®n de sus cuotas y por lo tanto se producir¨¢ un exceso de oferta y una ca¨ªda de precios.
Frente a estos argumentos, otros expertos opinan que el precio del crudo ir¨¢ aumentando hasta situarse, al menos, en los 60 d¨®lares por barril en la segunda parte del a?o. Razones no faltan. La ca¨ªda del consumo durante el ¨²ltimo trimestre de 2008 responde a una paralizaci¨®n total del comercio internacional, que se hace insostenible en los pr¨®ximos meses; de hecho estas cifras est¨¢n comenzando a mejorar como lo demuestra la subida del ¨ªndice de precios de fletes por mar. Adem¨¢s, la ca¨ªda del precio de los productos tender¨¢ a traducirse en un mayor consumo. Los datos de enero del consumo aparente de productos petrol¨ªferos en Estados Unidos apuntan ya esa mejor¨ªa, sobre todo en gasolina.
Las proyecciones de un crecimiento negativo de la econom¨ªa mundial son compatibles con una estabilizaci¨®n y recuperaci¨®n de la demanda en la segunda parte del a?o. No es esperable un comportamiento tan negativo como el ocurrido en la segunda mitad de 2008, cuando el shock alcista del precio del petr¨®leo y de los alimentos produjo un cambio de patr¨®n de consumo en EE UU, que supuso en el ¨²ltimo trimestre del a?o la mayor ca¨ªda del consumo de esos productos que se recuerda.
Tambi¨¦n se infravalora la capacidad de cohesi¨®n y de implementaci¨®n de la OPEP. Es un error creer que la OPEP no ha aprendido las lecciones de la crisis de 1998, cuando el precio del crudo lleg¨® a situarse en los 10 d¨®lares por barril. De hecho, los ¨²ltimos informes se?alan que en enero la OPEP redujo su producci¨®n entre 2,5 y 3 millones de barriles respecto al a?o anterior, con recortes de Ir¨¢n y Venezuela en diciembre. En marzo podr¨ªan anunciar a¨²n m¨¢s recortes, por no mencionar el efecto sobre los precios de una mayor credibilidad de las decisiones de la OPEP.
Por ¨²ltimo, tambi¨¦n existen factores financieros. Desde el colapso de los mercados interbancarios, una gran parte de las correcciones de precios est¨¢ ligada a ventas de inversores financieros que apostaban a precios altos del petr¨®leo y que se han visto a obligados a vender lo que han podido, dado que los complejos productos estructurados o eran invendibles o no val¨ªan nada. Adem¨¢s hay una alta correlaci¨®n del precio del petr¨®leo con la evoluci¨®n de la Bolsa americana que apunta a que si, como siempre, la recuperaci¨®n de las Bolsas precede a la de la econom¨ªa, podamos ver aumentos de precios del crudo antes de lo que lo justificar¨ªan los fundamentos a corto plazo. En todo caso, si los expertos bajistas aciertan, lo que tendr¨ªamos ser¨ªa todav¨ªa m¨¢s tensi¨®n al alza de los precios a medio y largo plazo. Los precios bajos desincentivan las inversiones en aquellos proyectos de donde se espera que provenga gran parte del crecimiento de la oferta mundial, como las aguas profundas y arenas bituminosas, que ya no son rentables a los precios actuales.
Pedro Antonio Merino Garc¨ªa es director de Estudios y An¨¢lisis de Repsol
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