El viento tiene un precio en Triacastela
Un parque e¨®lico coronar¨¢ el monte Oribio y los vecinos cobrar¨¢n por la sombra de los molinos
Desde la cumbre nevada del Oribio, en d¨ªas despejados, se pueden ver los montes de Asturias, y los de Portugal, con Cabeza de Manzaneda a medio camino. Desde lo alto del Oribio se otean sin dificultad las chimeneas de As Pontes y los molinos de 14 parques e¨®licos. En la carretera, Quintana saluda desde las farolas: "A t¨²a forza move este pa¨ªs".
A¨²n con Fraga en Monte P¨ªo, la Xunta aprob¨® conceder a la empresa Fergo Galicia, SL, la instalaci¨®n y explotaci¨®n de 12 aerogeneradores, cada uno de ellos de 2 megavatios de potencia y 78 metros de altura a lo largo de la larga cima de esta monta?a de Triacastela. A pesar de las alegaciones de varios colectivos de ecologistas y parapentistas, con el bipartito los tr¨¢mites siguieron adelante. Ning¨²n partido se plante¨® echar el freno al asunto pese a que el Oribio tiene mi?atos y es paso de lobos; esconde cuevas y unas neveras romanas m¨¢s antiguas que la muralla de Lugo; forma parte de la Red Natura y est¨¢ previsto que entre en los l¨ªmites del futuro parque natural Ancares-Courel. Una de las orograf¨ªas m¨¢s impresionantes, donde se concentra la mayor biodiversidad de Galicia, se va a convertir en parque e¨®lico para desgracia de vecinos como la cesteira Lola Tour¨®n y Pedro O Canta, que monta m¨ªtines anti e¨®licos en su restaurante R¨ªo. Ellos anteponen el paisaje de su vida a un dinero que no compensa los destrozos.
Un d¨ªa que la tecedeira Cecilia Carballo le protest¨® al conselleiro de Innovaci¨®n e Industria, Fernando Blanco, le sugiri¨® una alternativa: "?Qu¨¦ prefieres, un parque e¨®lico o una central nuclear?". Para amortiguar el "impacto visual", como el monte acompa?a durante un buen trecho a los peregrinos del Cami?o Franc¨¦s, la Xunta ha aplaudido una propuesta que plantea decorar los aerogeneradores con motivos jacobeos. Actualmente se tramita el plan sectorial, y la semana pasada lleg¨® a Triacastela el visto bueno de Medio Rural para que se construya el parque en terreno r¨²stico.
Entre 2005 y 2007, por las seis aldeas propietarias de la sierra del Oribio (Abradelo, Pasantes, Gundriz, Carqueixeda, Queixadoiro y Santa Mari?a) pas¨® incontables veces un representante de la empresa. Hubo "mucha presi¨®n", aseguran los vecinos, y en el caso de Carqueixeda, como no se llegaba a un acuerdo, acab¨® present¨¢ndose en el remoto lugar "uno de los jefes de la empresa". Al final tambi¨¦n firmaron, "porque no hab¨ªa opci¨®n: aquello era s¨ª o s¨ª. Desde el principio, a los vecinos de los seis pueblos nos dijeron que o alquil¨¢bamos los terrenos o nos los expropiaban", explica F¨¦lix de Carqueixeda.
Por ser la ¨²ltima que entr¨® en el pacto, esta aldea de cinco vecinos, donde viven muchos m¨¢s perros que personas, es la ¨²nica que a¨²n no ha cobrado. Fergo Galicia les debe 6.000 euros por el paso de un vial por sus terrenos y el primer pago del arrendamiento de una parcela afectada por un molino. Sobre esta finca no va a levantarse ning¨²n aerogenerador, solamente va a caer su sombra a algunas horas del d¨ªa. Pero, en el negocio e¨®lico, esto tambi¨¦n se paga. "Por sombra de molino, 900 euros al a?o", cuenta F¨¦lix con una sonrisa de oreja a oreja, "y esto durante el medio siglo de vigencia del contrato. Es una miseria, pero as¨ª no nos expropian".
A los que s¨ª les caen molinos sobre el terreno, por cada aparato van a cobrar anualmente 4.510 euros. En la primera reuni¨®n, Fergo Galicia s¨®lo les ofreci¨® 3.006. Un vecino de la aldea de Santa Mari?a daba saltos de alegr¨ªa: "Esto es una maravilla, aqu¨ª en la vida hab¨ªa bajado un peso del monte". Y muchos compartieron ese sentimiento, porque, total, ah¨ª arriba, a 1.443 metros sobre el nivel del mar, ni las vacas llevaban.
Pero la mole del Oribio tiene muchos due?os. Y Jos¨¦ Manuel Celeiro, secretario de la comunidad de Queixadoiro, convenci¨® a todos de que aquello estaba "mal pagado". Deb¨ªa de tener raz¨®n, porque consiguieron 1.500 euros a mayores. Ahora, Celeiro piensa que a¨²n pod¨ªan haber rascado m¨¢s, y se ha informado de que la empresa que amenazaba con expropiarles no podr¨ªa haberlo hecho si la mayor¨ªa de los vecinos no se ponen de acuerdo para ceder los terrenos: "Porque, en los parques, la Xunta expropia el 40% s¨®lo si el 60% firman el contrato por las buenas".
Pero ya no hay vuelta atr¨¢s. Y, por ejemplo, la aldea de Queixadoiro (9 vecinos, 26 habitantes) va a cobrar 6.000 euros al a?o por alquilar a Fergo Galicia un terreno "que coge parte de varios molinos". Lo malo, dice Celeiro, es que ech¨® cuentas: "Y si repartimos el dinero entre todos, como quieren mis vecinos, el 60% se lo lleva Hacienda". Para que se quede en el pueblo el 100% de la renta que van a obtener del monte "hay que invertirlo todo en obra social, escuelas, caminos, la iglesia y cosas as¨ª". Pero en Queixadoiro, al secretario se le rebotan todos cuando plantea tal cosa. "Es tan poco lo que se va a llevar cada uno que no me queda pena ninguna si al final se tuerce la cosa y no llegan los molinos", confiesa Celeiro volviendo los ojos hacia la monta?a.
"De todas formas, si al final no se hace, aqu¨ª que no vengan a por la primera mensualidad", advierte Pedro, O Lute de Pasantes. "En mi pueblo ya nos ventilamos toda la pasta, toda enterita, en las fiestas".
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