Abraham y Barack, dos vidas paralelas

En el d¨ªa en que se cumpl¨ªa el bicentenario del nacimiento de Abraham Lincoln, Barack Obama rindi¨® un homenaje m¨¢s al hombre que ha marcado su carrera pol¨ªtica. "Siento especial gratitud hacia una figura que en muchos aspectos ha hecho posible mi propia historia", dijo ayer solemne Obama. "Que ha hecho posible la historia de Estados Unidos", agreg¨®.

En la rotonda bajo la c¨²pula del Capitolio de Washington -construido, entre otros, por esclavos-, Obama habl¨® de los tiempos en que el pa¨ªs estaba fracturado en binomios (norte y sur, blancos y negros) y alab¨® al personaje que supo unirlo. "En un momento en que estamos bastante menos divididos que en los d¨ªas de Lincoln, pero cuando debatimos duramente asuntos cr¨ªticos, no debemos olvidar que lo hacemos como servidores de la misma bandera", proclam¨® el presidente de EE UU. "Y ¨¦ste es el mejor tributo que podemos pagar y el mejor monumento que podemos levantar hacia el m¨¢s memorable de los hombres, Abraham Lincoln".

Abraham Obama, dec¨ªan ayer los medios de comunicaci¨®n fundiendo en un solo nombre dos personajes pol¨ªticos que han hecho historia. Porque si un abogado flaquito de Illinois logr¨® la reunificaci¨®n del pa¨ªs y condujo a la naci¨®n a trav¨¦s de la guerra civil, puede que otro -¨¦ste, negro- consiga solucionar los problemas que hoy atenazan a Estados Unidos. No es poco como mensaje para una poblaci¨®n sumida en una crisis sin precedentes desde los a?os treinta.

Queda claro que el 44? presidente ha bebido de las fuentes del 16?. Obama inici¨® su camino a la presidencia en las escalinatas del Capitolio de Springfield (Illinois), al igual que hizo Lincoln. Lleg¨® Obama a Washington para su toma de posesi¨®n en el mismo tren y la misma ruta que us¨® Lincoln en 1861. Utiliz¨® la misma Biblia para su jura como presidente y, por si faltaba alg¨²n detalle, introdujo en el men¨² del d¨ªa su plato favorito: sopa de marisco.

Lincoln naci¨® el 12 de febrero de 1809 en una caba?a de madera en Kentucky. Vivi¨® 56 a?os, dos meses y tres d¨ªas antes de ser asesinado en el teatro Ford de la capital de la naci¨®n, renovado y reabierto a tiempo para celebrar los dos siglos que han pasado desde su nacimiento. Hoy, como entonces Lincoln, Obama se enfrenta a graves dificultades econ¨®micas -y dos guerras- y llama a la unidad de la naci¨®n como receta.