El plan de Obama logra el acuerdo final
El Congreso vota hoy una ley de est¨ªmulo econ¨®mico con menos gasto social
A falta de las votaciones en ambas c¨¢maras del Congreso que ratifiquen hoy el acuerdo alcanzado, Barack Obama tiene ya en sus manos el instrumento que solicitaba para atajar la crisis econ¨®mica: un plan de est¨ªmulo de 789.000 millones de d¨®lares (615.000 millones de euros) con el que promete crear tres millones y medio de puestos de trabajo en dos a?os. Ha costado m¨¢s de lo esperado y no se ha conseguido con gran respaldo bipartidista, pero el presidente ha sacado adelante, esencialmente, su proyecto, y manejar¨¢ a partir de ahora la m¨¢s importante inversi¨®n p¨²blica desde los tiempos del new deal del presidente Franklin D. Roosevelt.
En el camino de esta dif¨ªcil negociaci¨®n, se han quedado alrededor de 30.000 millones de d¨®lares (23.390 millones de euros) de gasto social al que los dem¨®cratas han tenido que renunciar en aras del compromiso, y se han consumido muchas de las energ¨ªas y del cr¨¦dito del flamante presidente. No era para menos. ?sta es la gran apuesta de su mandato. En esto -en la capacidad de este plan para resolver la crisis- se juega su futuro. ?l lo sabe, y por eso sigui¨® ayer, por cuarto d¨ªa consecutivo, defendiendo su proyecto ante los ciudadanos de a pie. Y lo sabe tambi¨¦n la oposici¨®n, que no pod¨ªa, por tanto, permitirle al presidente un camino de rosas en el Capitolio.
La izquierda cree insuficiente el plan, y la derecha lo tacha de despilfarro
El resultado es un plan que la izquierda cree insuficiente y que la derecha considera un exagerado despilfarro. Un plan respaldado ayer por el 59% de la poblaci¨®n, seg¨²n una encuesta de Gallup para USA Today, y en el que la independiente Oficina de Asuntos Presupuestarios del Congreso ve moderadas esperanzas de que cree empleo. Wall Street recibi¨® el plan con ca¨ªdas (el Dow Jones perd¨ªa casi un 2% a media sesi¨®n, aunque remont¨® hasta cerrar con una bajada del 0,09%).
El gasto total final ascender¨¢ a los 789.000 millones de d¨®lares (615.000 millones de euros). De ellos, unos 219.000 millones de euros (cerca de un 35%) son recursos que el Estado deja de recibir para bajar los impuestos, y el resto (395.000 millones de euros) son nuevas inversiones: 117.000 millones en infraestructuras, 67.800 millones para ayudar a los Estados a pagar la seguridad social, 35.000 millones para educaci¨®n, 21.000 millones de ayudas al desempleo, entre otras.
Se caen del plan inicial algunas decenas de miles de millones m¨¢s para educaci¨®n -particularmente una partida destinada a la reconstrucci¨®n de escuelas-, se reduce de 500 a 400 d¨®lares (de 390 a 312 euros) por trabajador y a?o una rebaja de impuestos en la que Obama hab¨ªa puesto especial inter¨¦s y se incorporan beneficios fiscales para los salarios m¨¢s altos que la Casa Blanca no hab¨ªa previsto inicialmente.
En t¨¦rminos generales, desde que el plan empez¨® a ser debatido se ha ido reduciendo el volumen de la inversi¨®n y aumentando el de recortes de impuestos para satisfacer a los dem¨®cratas de centro que negociaron el acuerdo final y, sobre todo, a los tres senadores republicanos que han sido clave para la supervivencia de la ley.
Con estas enmiendas se han incrementado las posibilidades de que algunos republicanos m¨¢s puedan hoy votar a favor, pero no lo suficiente como para contar con su apoyo en bloque. "En definitiva, el recorte de impuestos que va a tener la clase media es de 7,70 d¨®lares semanales", dijo ayer el jefe del grupo republicano en el Senado, Mitch McConnell.
Pese a las cuentas de McConnell, las rebajas de impuestos han parecido excesivas a algunos dem¨®cratas, que, no obstante, han considerado conveniente darle su apoyo al plan. "Nadie cree que esta ley es perfecta, pero los estadounidenses requieren urgentemente nuestra ayuda", declar¨® el senador Patrick Leahy.
La Casa Blanca parece satisfecha. "Estoy agradecido de que todo se haya hecho con la urgencia que la situaci¨®n requiere", declar¨® Obama tras conocerse el acuerdo en el Capitolio. El presidente considera que cuenta con un arma de suficiente calibre como para producir un impacto en la econom¨ªa a corto y medio plazo. Ahora llega la hora de utilizarla en un entorno pol¨ªtico muy complicado. Obama tiene a¨²n un gran respaldo popular, lo que se traduce en paciencia para esperar soluciones. Pero se enfrenta a una gran reticencia de Wall Street, que qued¨® decepcionado el martes con el plan de rescate financiero del secretario del Tesoro, Tim Geithner, y sigue sin creer en la pol¨ªtica econ¨®mica de la Administraci¨®n, y a una fuerte campa?a de la extrema derecha, que est¨¢ alertando en sus radios y medios digitales sobre el avance del comunismo en Estados Unidos. El semanario Newsweek se hac¨ªa esta semana eco de esa campa?a con un titular en portada que afirmaba: "Ahora todos somos socialistas".
Sin ir tan lejos, McConnell asegur¨® el mi¨¦rcoles que, con el plan de est¨ªmulo, este pa¨ªs iguala a Francia y supera a Alemania en cuanto al porcentaje de gasto p¨²blico respecto al PIB. Nada m¨¢s antiamericano, concluy¨®.
Medidas
- De los 615.000 millones de euros del plan, un 35% es para rebajas fiscales y el resto, para nuevas inversiones (infraestructuras, educaci¨®n, desempleo...).
- Se caen del plan inicial 23.390 millones de euros para gasto social.
- Se reduce la ayuda fiscal al trabajador a 312 euros por a?o y se crean deducciones para los salarios m¨¢s altos.
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