El fiscal ve "correctos" los centros de menores, pero los vigilar¨¢

El fiscal superior de Madrid, Manuel Moix, defendi¨® con bastante entusiasmo la gesti¨®n de los centros de menores de Madrid. En especial, la concesi¨®n otorgada a la Fundaci¨®n O'Bel¨¦n en Pic¨®n del Jarama, una de las residencias peor paradas en el informe presentado hace dos semanas por el Defensor del Pueblo. Un extenso dossier que denunciaba malos tratos, vejaciones y medicaci¨®n forzosa a los chavales. Moix, que compareci¨® junto a la consejera madrile?a de Asuntos Sociales y Familia, Engracia Hidalgo, neg¨® "los malos tratos, las humillaciones y la medicaci¨®n por doquier" y calific¨® el trato a los ni?os de "correcto", pero anunci¨® nuevas medidas de control en los centros terap¨¦uticos.

"En Pic¨®n los chicos se quejan de que no les gusta el champ¨²", dice Moix

El ingreso de un menor tendr¨¢ que ser autorizado por la fiscal¨ªa

Para sustentar sus afirmaciones, asegur¨® haber visitado, "por sorpresa", Pic¨®n del Jarama. All¨ª, seg¨²n Moix, el mayor problema es que los chicos quieren salir dos veces por semana en lugar de una, o que la comida se les queda fr¨ªa. "Dicen que quieren tiempo libre para fumar o lamentan que el champ¨² les seque el pelo", explic¨®. El Defensor, en su informe, hablaba de humillaciones, castigos corporales, aislamiento en cuartos min¨²sculos y medicaci¨®n aleatoria y no consentida, entre otras vulneraciones. El diagn¨®stico de Moix es que se trata de "un centro en buenas condiciones y absolutamente adecuado".

A pesar de que no hay ning¨²n problema en los centros, el fiscal y la consejer¨ªa han acordado una serie de novedades que afectan a estos lugares. Para empezar, la fiscal¨ªa debe autorizar a los ni?os a que ingresen en una de estas residencias, tr¨¢mite que hasta la fecha no era necesario. Adem¨¢s, cada vez que se vaya a aplicar "un castigo" el centro deber¨¢ comunicarlo con antelaci¨®n a la fiscal¨ªa.

Para controlar a los centros, un funcionario de la consejer¨ªa estar¨¢ permanentemente en los edificios. "Para dar m¨¢s garant¨ªas", insistieron a coro Moix e Hidalgo, negando que estas medidas tengan que ver con los hechos denunciados por el Defensor, a quien restaron cr¨¦dito: "No comparto sus apreciaciones", sentenci¨® Moix.

La convicci¨®n del fiscal, que no ha evitado que durante tres meses idease junto a la Comunidad f¨®rmulas para atajar los supuestos desmanes en los centros, se fundamenta en visitas "ordenadas a los fiscales de menores". La consejera se mostr¨® muy ofendida de que se sugiera que se ha pegado a alg¨²n menor. Sin embargo, hay denuncias por agresiones en Pic¨®n, donde un ni?o de 12 a?os se suicid¨® ahorc¨¢ndose con un albornoz el pasado mes de diciembre. Precisamente, ese mes comenzaron las inspecciones de la fiscal¨ªa. Tambi¨¦n entonces, seg¨²n fuentes cercanas a la residencia, se suavizaron las formas.

Moix tampoco olvid¨® trazar una descripci¨®n de los ni?os que son derivados a estos recursos. "No se trata de menores normales", sino que "tienen trastornos de conducta o sintomatolog¨ªa psiqui¨¢trica; en ocasiones, los padres no pueden hacerse con ellos", explic¨®, antes de redundar: "Son dif¨ªciles, no son menores normalizados, requieren una atenci¨®n especial y un tratamiento individualizado". Adem¨¢s, revel¨® que de todos los internados en Pic¨®n, el mayor centro de toda Espa?a, con el doble de ni?os que cualquier otro, s¨®lo 16 toman medicaci¨®n, y que ¨¦sta se prescribe por un psiquiatra.

Algunos de los internos han denunciado que se les pon¨ªa y se les quitaba la medicaci¨®n de forma aleatoria como castigo. Tambi¨¦n que se les forzaba a tomarla sin su consentimiento.