"Cuanto m¨¢s violentamente me tratan, m¨¢s violento me vuelvo"

"Cuanto m¨¢s violentamente me tratan, m¨¢s violento me vuelvo, y cuanto mejor me tratan y m¨¢s querido me siento, m¨¢s hago por portarme bien". El defensor del Pueblo, Enrique M¨²gica, utiliz¨® ayer estas palabras, pronunciadas por uno de los ni?os entrevistados por la instituci¨®n cuando elaboraba su reciente informe sobre los centros de menores, para defender la conclusi¨®n: el modelo mediante el cual la Administraci¨®n intenta reeducar a los menores con problemas de adaptaci¨®n social es, en muchos casos, un absoluto fracaso. "Hay que superar el esquema de vigilar y castigar", dijo M¨²gica, que compareci¨® ayer para explicar el contenido del informe en la Comisi¨®n Mixta Congreso-Senado de Relaciones con el Defensor del Pueblo.

Frente a la opini¨®n de las fiscal¨ªas de Madrid o Catalu?a, que han asegurado en estos d¨ªas que en los centros de menores -de gesti¨®n privada en m¨¢s de un 90% de los casos- no se comete ninguna irregularidad y que no se maltrata a los ni?os, desde el Defensor del Pueblo se cuestiona lo que se entiende por "maltrato". "Nosotros tampoco hemos visto maltrato que sea constitutivo de delito en estos centros", se?al¨® Manuel Aguilar Belda, adjunto al Defensor. "Si lo hubi¨¦ramos visto, habr¨ªamos acudido al fiscal. Pero lo que s¨ª hemos visto es un modelo enfermo y situaciones preocupantes que indican que algo no se est¨¢ haciendo bien".

Algunas de las entidades gestoras de centros de menores que salen mal parados en el informe se han defendido en estas ¨²ltimas semanas alegando que los menores han usado las entrevistas para quejarse sin fundamento. El Defensor tambi¨¦n respondi¨® ayer a estas cr¨ªticas explicando que escuchar a los ni?os es un principio fundamental recogido en las leyes que las administraciones olvidan en demasiadas ocasiones: "La voz de los menores nos ha llegado con la autenticidad y la fuerza que les confiere su dolorosa experiencia personal en estos centros". Y no todos se han quejado. Algunos han transmitido "el gozo de sentirse seguros y amparados" o "la alegr¨ªa de tener amigos o educadores que les comprenden", mientras que, en "demasiados casos", han referido "el dolor y la rabia de haber sido tratados con tremenda rudeza", asegur¨® M¨²gica.

El Defensor reclam¨® la colaboraci¨®n tanto de Gobierno como de las comunidades aut¨®nomas para que se apruebe un reglamento com¨²n a todos los centros. La ministra de Educaci¨®n y Pol¨ªtica Social, Mercedes Cabrera, anunci¨® que ha pedido a los responsables auton¨®micos en materia de Asuntos Sociales que se cree un grupo de trabajo para abordar este "problema".