Orden de prisi¨®n para un imputado en las injurias por el 'caso Alc¨¤sser'

Orden de detenci¨®n e ingreso en prisi¨®n para Juan Ignacio Blanco. Esa fue la decisi¨®n que ayer tom¨® el titular del Juzgado de Lo Penal n¨²mero 2 de Valencia, donde ten¨ªa que haberse iniciado el juicio al propio Juan Ignacio Blanco, crimin¨®logo; a Fernando Garc¨ªa, padre de una de las ni?as de Alc¨¤sser asesinadas en 1992 y a dos profesionales de Canal 9, la periodista Am¨¤lia Garrig¨®s y el director del programa El ju¨ª d'Alc¨¤sser, Ferran P¨¦rez.

Los cuatro est¨¢n imputados por delitos de injurias y calumnias a Enrique Beltr¨¢n, ex fiscal jefe de Valencia, al Tribunal de la secci¨®n segunda de la Audiencia de Valencia que juzg¨® el triple crimen de Alc¨¤sser, a la polic¨ªa judicial y a los forenses que participaron. Ayer, por s¨¦ptima vez, el juicio se suspendi¨®.

El juzgado quiere garantizar que comparezca y evitar nuevas suspensiones

Juan Ignacio Blanco fue oportuna y correctamente citado para acudir ayer al juicio. La citaci¨®n fue entregada en el domicilio que ¨¦l hab¨ªa facilitado como propio. Sin embargo, ayer no acudi¨®. Poco antes de la vista, la secretar¨ªa judicial del juzgado, seg¨²n explicaron los abogados, recibi¨® una llamada de alguien que dijo ser Juan Ignacio Blanco. Explic¨® que se hab¨ªa enterado de la citaci¨®n por los peri¨®dicos, que estaba en el extranjero y que le resultaba imposible comparecer.

La fiscal del caso inst¨® al juez a decretar la detenci¨®n para posteriormente celebrar una comparecencia de prisi¨®n de manera que se garantice su presencia en el juicio. La pr¨®xima sesi¨®n ser¨¢ el lunes. Al cierre de esta edici¨®n, el crimin¨®logo no se hab¨ªa presentado ante autoridad policial o judicial alguna.

El juicio tuvo su origen en las manifestaciones que supuestamente los cuatro imputados realizaron o dejaron realizar en un espacio de la televisi¨®n p¨²blica descalificando la labor del ministerio fiscal, de la Guardia Civil y de los forenses.

El circo medi¨¢tico tuvo ayer otro de sus mejores momentos. Fernando Garc¨ªa, quien desde la desaparici¨®n de Marta del Castillo, en Sevilla, y la posterior detenci¨®n de los supuestos cuatro implicados rueda por los canales de televisi¨®n como en los peores momentos de la telebasura alrededor del caso Alc¨¤sser, entr¨® al juzgado rodeado de c¨¢maras y focos.

?l, a quien la fiscal¨ªa abri¨® en 2002 unas diligencias seguidas despu¨¦s por un juzgado de Picassent para averiguar el uso que dio a las aportaciones recibidas para una fundaci¨®n que cre¨® tras la muerte de las tres ni?as, volvi¨® ayer no s¨®lo a cuestionar el procedimiento sobre el crimen sino a lamentarse de los 16 a?os que el ministerio p¨²blico pide de prisi¨®n, los que establece el C¨®digo, por la sucesi¨®n de calumnias e injurias vertidas.