El hurto de los banqueros

Entre los ejecutivos financieros espa?oles es habitual el comentario de que "el banco malo del que tanto se habla en Estados Unidos, ya se invent¨® en Espa?a cuando quebr¨® Banesto".

Entre las medidas que se estudian ahora est¨¢ repetir el esquema de la intervenci¨®n de la crisis de la entidad presidida por Mario Conde en 1993. Inicialmente el Banco de Espa?a dijo que el agujero era de 3.615 millones de euros. Se inyect¨® capital por 1.085 millones. Adem¨¢s, se metieron provisiones a fondo perdido por 1.715 millones, obtenidas con la venta de cartera industrial.

Por otro lado, se facilit¨® un cr¨¦dito a bajo tipo de inter¨¦s por 1.900 millones, a cuatro a?os. Seg¨²n los datos del Banco de Espa?a, el coste total inicial fue de 4.700 millones, aunque posteriormente el Fondo de Garant¨ªa de Dep¨®sitos (FGD) recuper¨® 1.885 millones con la venta de su participaci¨®n en capital al Santander mediante subasta p¨²blica.

En resumen, el Fondo de Garant¨ªa de Dep¨®sitos pag¨® una factura de 1.157 millones de euros, seg¨²n estimaciones del Banco de Espa?a. De ellos, la mitad corri¨® a cargo de los bancos y el otro 50% lo pag¨® el Banco de Espa?a. En definitiva, ambas facturas recayeron sobre los clientes o los ciudadanos.

Uno de los problemas de repetir este modelo es que desde el punto de vista pol¨ªtico est¨¢ mal visto ayudar a la banca. En Europa ya lo han comprobado. Como recuerda Juan Ram¨®n Quint¨¢s, presidente de la Confederaci¨®n Espa?ola de Cajas (CECA), los Gobiernos europeos se han quedado perplejos tras comprobar que los banqueros "han utilizado la primera oleada de inyecciones de capital p¨²blico para cobrar enormes bonus, en una acci¨®n que puede ser calificada como algo parecido al hurto y que ha levantado la indignaci¨®n social".