El poder est¨¢ en el verde

La Galicia que aup¨® al poder a PSOE y BNG en 2005 padec¨ªa un trauma ecol¨®gico. Apenas dos a?os antes hab¨ªa sido centro de atenci¨®n mundial porque una marea negra hab¨ªa convertido su costa, una de las m¨¢s ricas y hermosas del planeta, en un para¨ªso emponzo?ado. El bipartito sali¨® de las urnas para curar aquella conmoci¨®n, prometiendo combatir la persistente tortura que sufre el patrimonio natural gallego: incendios, vertidos incontrolados a r¨ªas y r¨ªos, ocupaci¨®n de parajes v¨ªrgenes con parques e¨®licos, piscifactor¨ªas y minicentrales, y el porcentaje de territorio preservado por la Red Natura m¨¢s bajo de Espa?a.

Hab¨ªa mucho por hacer en un ¨¢rea de gobierno que el fraguismo mantuvo en un segundo plano incluso en plena cat¨¢strofe del Prestige. Y el nuevo presidente de la Xunta, Emilio P¨¦rez Touri?o, arranc¨® con fuerza, anunciando que paralizar¨ªa el proyecto para construir una gran piscifactor¨ªa en terrenos protegidos de cabo Touri?¨¢n, en Mux¨ªa, aprobado por el PP cuando estaba en funciones. El gesto presidencial pretend¨ªa dejar claro cu¨¢l iba a ser uno de los temas clave de la legislatura. Y lo consigui¨®, en su favor pero tambi¨¦n en su contra.

La decisi¨®n del Gobierno gallego de expropiar casi tres millones de metros cuadrados a pie de costa para que empresas acu¨ªcolas los ocupen con otras 24 granjas marinas, subvencionadas adem¨¢s con la mitad de la inversi¨®n, provoc¨® un millar de alegaciones y la movilizaci¨®n de cientos de afectados, que acusan a la coalici¨®n de anteponer los intereses de las empresas al medio ambiente. "Las expectativas de que el cambio de gobierno iba a suponer una ruptura con las pol¨ªticas productivistas de la Xunta del PP no estaban fundamentadas", lamentan desde el colectivo ecologista Verdegaia.

El bipartito sostiene que en pol¨ªtica ambiental en Galicia estaba todo por hacer. "Recibimos 19 r¨ªas sin saneamiento, no hab¨ªa ni un inventario de especies protegidas, no hab¨ªa nada", responde el conselleiro de Medio Ambiente, el socialista Manuel V¨¢zquez. "Pero es normal que los ecologistas digan que hicimos poco. Ellos son la voz de la sociedad y yo lo entiendo".

El poder adquirido por el departamento auton¨®mico de Medio Ambiente en esta legislatura no es s¨®lo por voluntad de la coalici¨®n de gobierno. Una ley estatal que entr¨® en vigor en 2006 obliga a que todos los planes y programas de la Administraci¨®n, incluidos los urban¨ªsticos, superen una evaluaci¨®n ambiental estrat¨¦gica, un tr¨¢mite que convierte al conselleiro del ramo en un miembro clave del gobierno, con capacidad de veto.

Para pilotar esa influencia, el PSOE coloc¨® en el cargo a V¨¢zquez, un ex alcalde con peso en el partido que se ha enfrentado incluso a sus socios nacionalistas por el concurso e¨®lico. "Hasta ahora nadie ten¨ªa problemas con el medio ambiente en el Gobierno gallego porque era una mar¨ªa", afirma. Los cambios que pretend¨ªa el bipartito est¨¢n por llegar. Si se cumplen las fechas prometidas, las r¨ªas estar¨¢n saneadas en 2011; en 2012 Galicia emitir¨¢ 12,25 millones de toneladas menos de CO2; en 2017 se incinerar¨¢ un 30% menos de basura; y en 2010 habr¨¢ un 6% m¨¢s de territorio en Red Natura.