"Yo no mezclo pol¨ªtica y deporte"

El guardaespaldas con pistola se hab¨ªa convertido en una sombra constante. La madre, temblando, "con miedo", en un lejano y firme recordatorio. Y la consecuci¨®n del visado, en una odisea de gestiones diplom¨¢ticas y presiones bajo la mesa. As¨ª transcurr¨ªa la vida de la jud¨ªa Shahar Peer mientras se convert¨ªa en la primera tenista israel¨ª que jugaba un torneo en el golfo P¨¦rsico. Ocurri¨® en 2008, cuando disput¨® el de Doha, en Qatar, y deb¨ªa haber vuelto a ocurrir la semana pasada en Dubai. No fue posible. A Peer, n¨²mero 45 del mundo, el Gobierno local le neg¨® la entrada: por jud¨ªa e israel¨ª, pon¨ªa en peligro la seguridad del torneo, seg¨²n la organizaci¨®n. "Siempre lo he dicho", explic¨® Peer a este diario en un correo electr¨®nico; "yo no mezclo deporte y pol¨ªtica. No hablo de pol¨ªtica. Soy tenista. Creo que el deporte es una gran plataforma para conectar a la gente y romper barreras".

Andy Roddick, campe¨®n en 2008, renunci¨® al torneo como protesta

"Es una injusticia", dijo Peer al conocer la decisi¨®n; "espero que las autoridades se aseguren de que no me hagan m¨¢s da?o. ?ste es un momento muy dif¨ªcil".

Peer, una deportista sometida al yugo de la pol¨ªtica, no es una tenista cualquiera. Tzipora Obziler, la jugadora que la gui¨® en sus primeros a?os en el circuito, se dedic¨® a transcribir informes secretos sobre L¨ªbano durante los dos a?os de servicio militar obligatorio. Su hermano Shlomi, que hoy organiza su agenda, sirvi¨® en las posiciones m¨¢s avanzadas del ej¨¦rcito israel¨ª durante la mili. Y ella misma, antes de ver c¨®mo el torneo de Dubai era sancionado con 300.000 d¨®lares por su exclusi¨®n (m¨¢s de 235.000 euros, la multa m¨¢s alta de la historia), se fotografi¨® sonriente y orgullosa con el uniforme del ej¨¦rcito. "Tenemos un programa especial para deportistas que nos permite viajar y cumplir luego con unas cuantas horas del servicio militar cada vez que est¨¢s en casa, todos los d¨ªas menos el viernes y el s¨¢bado", explica; "eso ni me da?a ni me ayuda. Una gran parte del tenis, de cualquier deporte, es ser fuerte mentalmente y yo intento serlo tanto como pueda".

Fuerte. ?spera. Peer, de 21 a?os, es pura adrenalina. Grita en la pista. Fuera, calla y no opina. Esto es lo que dice la lista de sus heridas, el inventario de ofensas por raz¨®n de su nacionalidad o religi¨®n previo a su exclusi¨®n del torneo de Dubai. Enero de 2009. Israel invade Gaza. Peer juega contra la rusa Dementieva en Auckland (Nueva Zelanda). Una veintena de aficionados la abuchea y la persigue; la insulta, cuentan, y luego comienza un di¨¢logo tirante con su padre en Internet.

"En este caso, no me afect¨®", rebate Peer, siempre diplom¨¢tica. No piensa lo mismo Dementieva. "Recuerdo aquella manifestaci¨®n", dijo la rusa; "lo siento mucho por ella. Estoy triste. Le importa de verdad lo que est¨¢ pasando entre Israel y Palestina. Para ella, es una situaci¨®n muy dura y se la toma muy en serio".

?Y la falta de apoyo de sus compa?eras? ?Qu¨¦ le parece que ninguna haya boicoteado el torneo? ?Por qu¨¦ la WTA, que organiza el tenis femenino, no lo ha suspendido? S¨®lo varios patrocinadores y Andy Roddick, el campe¨®n actual en la categor¨ªa masculina, han renunciado a su presencia en Dubai como protesta por su exclusi¨®n. "No estoy de acuerdo con lo que ha pasado", dijo el de Alaska.

"El problema", justifica Peer, que tiene garantizado jugar en Dubai en 2010 y ser¨¢ compensada con puntos y dinero por su ausencia obligada, "es que las cosas pasaron muy r¨¢pido. Vi que me apoyaron en los medios y estoy contenta de que las cosas hayan cambiado para asegurar un mejor futuro a los deportistas de todo el mundo", a?ade; "fue muy decepcionante para m¨ª no jugar en Dubai. ?C¨®mo me ha afectado? He tenido tiempo para descansar y entrenarme en Israel. Espero que eso me permita jugar bien. En 2008 fue muy emocionante jugar en Doha. Fueron extremadamente amables y el sitio es precioso. S¨¦ y espero que en 2010, cuando juegue en Dubai, ser¨¢ lo mismo".