Prohibido hacer campa?a en Laza

La campa?a electoral, en Laza, durar¨¢ oficialmente 10 d¨ªas. En medio, de viernes a martes de Entroido, hay "un lapsus" de cinco jornadas en las que "todo el mundo est¨¢ mamado", explica un funcionario del Ayuntamiento, que por supuesto permanece cerrado hasta el jueves. Porque el mi¨¦rcoles, el ¨²nico d¨ªa festivo, es el que "todos aprovechan para dormir", cuenta Manuel Amado, Dodo, l¨ªder del BNG en el municipio. As¨ª que el mi¨¦rcoles los vecinos estar¨¢n recuper¨¢ndose en casa y los coches de los partidos volver¨¢n a los caminos, aturdiendo con esa megafon¨ªa que es lo peor para la resaca de xastr¨¦, el "reconstituyente" m¨¢s consumido de estas fiestas, "ideal contra el flato". E Iago Tabar¨¦s (BNG) vendr¨¢ a dar un mitin en la localidad. Alguien deber¨ªa haberle dicho que no es la mejor ocasi¨®n, pero es que para su partido y para el PSdeG, en Laza cada d¨ªa sin campa?a resta mucho.

Algunos beben y se empotran contra los carteles de Quintana

En un lugar donde la contienda electoral se libra en cada casa y los m¨ªtines m¨¢s importantes se celebran junto a la cocina de le?a, el alcalde del PP presume de que a ¨¦l le "sobran los d¨ªas". Jos¨¦ ?ngel Garc¨ªa Morais gobierna desde los 28 a?os y ahora tiene 50. El PP ronda siempre el 70% de los votos (5 concejales) y el BNG y el PSOE se reparten el resto (2 cada uno). En esta ocasi¨®n ha aparecido un elemento nuevo que seguramente no va a cambiar nada, pero hay que tenerlo en cuenta: una vecina del pueblo, Mercedes A Cach¨², se presenta de segunda en las listas de UPyD por Ourense.

En estos cinco d¨ªas "no est¨¢ bien visto" hablar de pol¨ªtica. "Si le vas con el tema, la gente se ofende", comenta el alcalde. "Porque el Entroido es mucho m¨¢s importante que la campa?a", a?ade. Aunque Constantino y Laureano, dos jubilados que hace mucho que no corren con los chocos a la cintura, le corrigen: "El Entroido es mucho m¨¢s importante que la Democracia".

Los candidatos no son bienvenidos estos d¨ªas. "Baltar no ha venido a la cena gastron¨®mica del viernes pasado, que muchos van diciendo que es la cena del PP. Yo nunca invitar¨ªa a un pol¨ªtico en Carnaval", asegura el alcalde, "aprovechar¨ªa la ocasi¨®n para pedir el voto". Garc¨ªa Morais festej¨® ayer O Luns Borralleiro "cantando y comiendo bandullo y lac¨®n". Por la tarde, contra la lluvia de cinza e formigas, toxos e cobelleiros, se enfund¨® en un chubasquero y asisti¨® a la bajada de la vaca Morena. Lo mismo que Dodo, su mayor rival.

El edil nacionalista, hijo de un alcalde del franquismo que "no cre¨ªa en Franco", vive en la primera casa viniendo de Ver¨ªn y el alcalde en la ¨²ltima saliendo para Vilar de Barrio, es decir, las dos puntas del pueblo. De chavales eran amigos. Ahora se cruzan acusaciones. El del Bloque asegura que el PP hace campa?a "encubierta" durante la tregua de cinco d¨ªas. Y Garc¨ªa Morais acusa al BNG de tener trabajando a sus "comisarios pol¨ªticos", presentes en los 22 pueblos de Laza y que se dedican "a prometer y a vender las obras del ayuntamiento que han estado relacionadas con conseller¨ªas del BNG". "Hablan de la derecha caciquil, pero ellos apa?an igual".

Hay un cartel de UPyD, y dos pancartas piden el voto para O Presidente a la entrada y a la salida del pueblo. A la altura del chal¨¦ del regidor, sobrevive una ¨²nica de 009. La casa de Dodo se reconoce porque est¨¢ decorada con carteles de Quintana y Su¨¢rez Canal. Luego, a lo largo de la carretera que atraviesa la capital del municipio, tambi¨¦n Quintana ocupa las farolas. Les mandaron las banderolas desde Santiago, sin tener en cuenta que aqu¨ª el alumbrado no es tan alto. Y claro, el palo que mantiene tieso los estandartes por la parte inferior ya se le ha metido en el ojo a varios: "Se nos quejaron unos cuantos. La gente estos d¨ªas bebe, en d¨ªas como hoy nos juntamos 7.000 personas" y algunas se empotran contra Quin, comenta Rosa, una simpatizante.

"Llenaron todo de banderolas. Si no llegan al Gobierno, se les acaba el lujo", defiende el alcalde en el sal¨®n de su casa. "Es que para el PP, la campa?a aut¨¦ntica empieza el viernes que viene", afirma Dodo. "No tienen que poner carteles porque entre el viernes, el d¨ªa de reflexi¨®n y el domingo ir¨¢n por las casas llevando las papeletas... Tiene sobres lacrados, para que nadie d¨¦ el cambiazo. Un par de personas controlan el choio en cada aldea y el domingo, a las 8.00 horas, los acarrexadores profesionales estar¨¢n all¨ª para recoger a todo el mundo. Si votamos 1.100 vecinos, a 300 de los pueblos los desplazan ellos y el bus electoral baja vac¨ªo. En unas elecciones municipales, eso les garantiza dos concejales".

Lo que dice el edil nacionalista, con fotograf¨ªas y denuncias ante la Guardia Civil como prueba, no escandaliza a nadie. Ni siquiera al alcalde, que es el primero en reconocer el carrexo. "Si el BNG no acarrexa es porque no puede", suelta, "que si pudiese, acarrexar¨ªa m¨¢s que nadie". "Yo claro que monto a la gente en mi coche. Pero la gente de los pueblos no monta si no conf¨ªa en ti. Adem¨¢s", a?ade, "entrego la papeleta en la visita previa".

Faltan cinco minutos para que baje la Morena a la Praza da Picota, y Andr¨¦s, un peliqueiro que no ha sacado el traje "porque hoy aqu¨ª caen bostas de los balcones", analiza la pol¨ªtica mientras agita una trucha muerta de cuatro d¨ªas. "?El domingo? El domingo, para m¨ª, ser¨¢ el domingo de Pi?ata, pero el alcalde desplegar¨¢ toda su artiller¨ªa. Estamos condenados a eso. Los otros no tienen equipo".