Irak recupera la memoria expoliada

El Museo Arqueol¨®gico de Irak reabri¨® ayer sus puertas en medio de la pol¨¦mica. A punto de cumplirse seis a?os del saqueo que sufri¨® tras la invasi¨®n estadounidense, la inauguraci¨®n constituye tanto una prueba de la mejora de la seguridad en el pa¨ªs como de lo que a¨²n queda por lograr. Numerosos tiradores de ¨¦lite protegieron el edificio durante la ceremonia, en la que volvieron a mostrarse al p¨²blico 6.000 piezas recuperadas de las 15.000 que fueron robadas tras el derrocamiento de Sadam Husein.

"Hemos puesto fin a la ¨¦poca oscura y comenzado el proceso de reconstrucci¨®n", declar¨® el primer ministro, Nuri al Maliki, al convertirse en el primer visitante de esta nueva etapa. El museo, que alberga una de las m¨¢s importantes colecciones de antig¨¹edades mesopot¨¢micas, fue objeto de un vergonzoso pillaje entre el 20 y el 23 de abril de 2003, ante la pasividad de las tropas estadounidenses que acababan de tomar Bagdad. Desde entonces, s¨®lo abri¨® simb¨®licamente un d¨ªa en julio de ese a?o para mostrar que no todos sus fondos hab¨ªan desaparecido.

Con la ceremonia de ayer, las autoridades iraqu¨ªes intentan transmitir que la vida est¨¢ normaliz¨¢ndose en el pa¨ªs. Sin embargo, numerosos especialistas, apoyados por el Ministerio de Cultura, se opusieron hasta el ¨²ltimo momento por considerar que el museo no estaba preparado. Ni se han terminado de recatalogar los fondos, ni dispone de medidas de seguridad adecuadas.

Por esa raz¨®n, no estar¨¢ abierto al p¨²blico en general. De momento, s¨®lo grupos de estudiantes, o de improbables turistas, podr¨¢n visitarlo previa cita. A¨²n permanecen cerradas 18 de sus 26 galer¨ªas. De las ocho que se han acondicionado, una recoge las piezas devueltas por los iraqu¨ªes y otra las que se han interceptado fuera del pa¨ªs. Los afortunados podr¨¢n ver adem¨¢s los famosos toros alados de la ¨¦poca asiria que se salvaron gracias a que los conservadores los protegieron con espuma y sacos terreros.

El primer ministro agradeci¨® la ayuda de sus vecinos, Ir¨¢n, Siria y Jordania, en el rescate de esos objetos. "Queremos que nuestro museo se haga un lugar entre los primeros del mundo. Tenemos un largo camino por delante", admiti¨® Al Maliki.