Una gota de ira en un mar de miedo

"No hay soluci¨®n: ojo por ojo diente por diente, hijos de puta". S¨®lo ¨¦l sabe si fue premeditado o no, pero el caso es que Emilio G. solt¨® ayer toda la rabia acumulada tras pasar la noche en la calle sin poder ver el estado de su vivienda, da?ada por el atentado de ETA del pasado lunes contra la Casa del Pueblo de Lazkao (Guip¨²zcoa). Los vecinos que pasaron la noche con ¨¦l esperando a la intemperie no vieron nada que delatara que, tras constatar los destrozos que la bomba hab¨ªa causado en su casa, la emprender¨ªa a mazazos con la herriko taberna de la izquierda abertzale en la localidad como venganza. "Lo siento por mis padres", afirm¨®, fuera de s¨ª y maldiciendo, tras ser detenido por varios agentes de la Ertzaintza. Horas despu¨¦s fue puesto en libertad con cargos, a la espera de pasar a disposici¨®n judicial.

La localidad ya se llen¨® anoche de carteles llam¨¢ndole "agresor fascista"

Nadie recuerda en el Pa¨ªs Vasco un gesto tan rotundo por parte de una v¨ªctima de ETA como respuesta a un atentado. A las 12.30, nada m¨¢s terminar la concentraci¨®n de condena celebrada ante el Ayuntamiento, Emilio G. camin¨® el centenar de metros que separan ¨¦ste de la herriko Ansoategi Herrikoa con una maza en sus manos y destroz¨® la vitrina acristalada. Ni siquiera utiliz¨® la puerta: entr¨® por uno de los boquetes que hab¨ªa hecho y sigui¨® ensa?¨¢ndose con el mobiliario. Arremeti¨® contra el mostrador, se carg¨® una televisi¨®n, un dispensador de cerveza, as¨ª como botellas, vasos... Tambi¨¦n tir¨® al suelo varios carteles de la plataforma D3M, candidatura anulada por el Supremo que la izquierda abertzale insiste en llevar a las urnas.

Hijo de un ex concejal socialista en esta localidad, Emilio G. vivi¨® de cerca el acoso con el que la banda terrorista y su entorno suele castigar a los que piensan distinto. Su piso era uno de los que estaba justo encima de la Casa del Pueblo. Era de su propiedad y acababa de reformarlo. "Estuvo toda la noche esperando a ver si pod¨ªa ver su piso. A las cinco se fue a casa de su novia en Renter¨ªa", explica una vecina.

Despu¨¦s de pasar una noche horrenda, Emilio G. acudi¨® por la ma?ana a su piso para ver el desolador panorama, con muebles destrozados, cristales rotos por los suelos y grietas en las paredes. Estaba bajo tratamiento psicol¨®gico, seg¨²n su entorno. Sin embargo, los que lo conocen se sorprendieron al enterarse de que era ¨¦l el autor de los destrozos. En la localidad todos tienen la imagen de ¨¦l paseando tranquilamente a su perro. Le recuerdan como alguien cordial. "Es un tipo muy inteligente, muy asentado", explic¨® por tel¨¦fono uno de sus compa?eros de trabajo en la constructora de ferrocarriles CAF.

El PSE-EE, por su parte, recalc¨® que el agresor no ten¨ªa ninguna vinculaci¨®n con el partido. El alcalde de la localidad, el peneuvista Patxi Albisu, explic¨® que comprende la situaci¨®n por la que est¨¢ pasando Emilio G., pero rechaz¨® "los medios que ha utilizado" y pidi¨® a todos los habitantes de la localidad que den la espalda a la violencia, informa Efe. Pero anoche mismo, en las paredes de Lazkao aparecieron pasquines con el nombre y apellidos del joven, seguidos de la leyenda "agresor fascista".

Las personas afectadas por la amenaza de ETA vieron casi un gesto de justicia po¨¦tica en la agresi¨®n perpetrada por Emilio G. El Colectivo de V¨ªctimas del Terrorismo del Pa¨ªs Vasco pidi¨® que se le aplique un "atenuante" a la hora de juzgarle. Su portavoz, Cristina Cuesta, afirm¨® a Servimedia que cree que esta reacci¨®n al terrorismo de ETA es algo "sintom¨¢tico". "Es un milagro, que esperemos que se mantenga la contenci¨®n y la prudencia que han tenido las v¨ªctimas y los afectados para no responder nunca de manera parecida a lo que han sufrido", a?adi¨®.

Aunque insisti¨® en que "no es el m¨¦todo" de actuar frente a la violencia, el fil¨®sofo Fernando Savater, amenazado por la banda terrorista, apunt¨® en el mismo sentido: "Esto revela que hay gente que simplemente no dice 'me han roto la casa, qu¨¦ le vamos a hacer', sino que demuestra su hartazgo. Esto revela una situaci¨®n", informa Vasco Press.

El par¨¦ntesis en la campa?a que supuso la concentraci¨®n en Lazkao reuni¨® a m¨¢s de un centenar de personas entre vecinos y dirigentes de los partidos democr¨¢ticos. Los concentrados retomaron una vez m¨¢s el ritual de condena, con diez minutos de silencio seguidos de un fuerte aplauso.

A mazazos contra ETA en Lazkao