Urkullu denuncia que hay "un pacto de Estado" para "desalojar a Ibarretxe"

El tradicional acto con el pabell¨®n de La Casilla de Bilbao a rebosar cerr¨® ayer la campa?a del PNV, centrado en una insistente apelaci¨®n a la existencia de un acuerdo entre socialistas y populares como mejor medio de movilizar el voto nacionalista en favor de su candidato a lehendakari, Juan Jos¨¦ Ibarretxe, con el objetivo de romper el empate con el socialista Patxi L¨®pez. El PNV admiti¨® a ¨²ltima hora impl¨ªcitamente que se trata de un cuerpo a cuerpo: "Hay que romper ese empate, hay que ganar a los socialistas", reclam¨® por la ma?ana su primer candidato por Guip¨²zcoa, Joseba Egibar.

El PNV mantuvo hasta el final el reparto de papeles entre un Ibarretxe encargado de transmitir el mensaje de la "esperanza" a los suyos y el presidente del partido, I?igo Urkullu, lanzando los m¨¢s contundentes y motivadores para su electorado. "Hay un pacto de Estado entre Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero y Mariano Rajoy, entre Patxi L¨®pez y Antonio Basagoiti para desalojar a Ibarretxe", clam¨® Urkullu ante los 5.000 asistentes al mitin, instando a sus respectivos partidos a "desvelar" la existencia de tal supuesto acuerdo.

El PNV llega a la jornada electoral con la sensaci¨®n de un final de ciclo

Respecto de la izquierda abertzale, el presidente del PNV afirm¨® que "hace pinza" contra su partido junto con el PSE y el PP, y para demostrarlo recurri¨® a leer los p¨¢rrafos del ¨²ltimo comunicado de ETA en los que la banda terrorista ataca al PNV. Urkullu ironiz¨® sobre una "papeleta mutante", para asegurar que los nueve esca?os que obtuvo EHAK en 2005 ser¨¢n ahora ocho para los socialistas y uno para Aralar, contradiciendo as¨ª otros c¨¢lculos que otorgan cinco al PNV, tres al PSE y uno al PP. Urkullu asumi¨® el mayor protagonismo en el cierre de campa?a, con un largo discurso complementado por las breves intervenciones de Egibar; la cabeza de candidatura por Vizcaya, Izaskun Bilbao, y el propio Ibarretxe.

El lehendakari y candidato a la reelecci¨®n emplaz¨® a los ciudadanos a ir a votar porque "no se puede quedar en casa la gente y luego criticar". Y pidi¨® el voto buscando la implicaci¨®n personal: "Lo he dado todo por este pa¨ªs".

Ibarretxe inst¨® a participar en los comicios "para construir un pueblo" y se pregunt¨® si le hubieran dejado presentarse a las elecciones si Euskadi tuviese el ¨ªndice de paro m¨¢s alto de Europa "como ocurre con Espa?a".

El PNV llega a la jornada de reflexi¨®n con la sensaci¨®n cierta de un fin de ciclo, y con todas las dudas abiertas, tanto sobre el resultado de ma?ana como sobre el d¨ªa siguiente, lo mismo si pude seguir gobernando como si se ve desplazado del poder.

Ocurra lo que ocurra, Ibarretxe no podr¨¢ tener queja alguna de su partido, volcado en una campa?a absolutamente focalizada en ¨¦l y en la reivindicaci¨®n de su persona y su gesti¨®n. Tampoco podr¨¢ tenerla el PNV de la disciplina de su candidato al asumir un papel m¨¢s gris, de mucha menos enjundia pol¨ªtica, en comparaci¨®n con el alto, pero pol¨¦mico, perfil del que se ha investido en sus tres mandatos.

Con lo que no se cuenta en el PNV es con un vuelco de ¨²ltimo momento en favor de su candidato que le permita fraguar una mayor¨ªa absoluta, pero tampoco lo esperan para su oponente. As¨ª las cosas, en la ejecutiva peneuvista se valora que la nueva etapa se enfocar¨¢ en cualquier caso de otra manera, y ser¨¢ con la iniciativa plenamente residenciada en el partido, tal y como recet¨® Urkullu en su elecci¨®n en la Asamblea General hace 15 meses.

Ibarretxe llega a las urnas como el candidato de la experiencia en la gesti¨®n, una ventaja frente a la inc¨®gnita que supone L¨®pez en ese terreno, pero puede suscitar, pese a la distinta imagen transmitida en la campa?a, el temor de la repetici¨®n de un ciclo altamente conflictivo y fraturado pol¨ªticamente en lo interno, y de enfrentamiento continuo con el Gobierno central en lo externo.

L¨®pez puede tener a su favor una imagen moderada, muy distinta a la del popular Jaime Mayor Oreja en 2001, basada en su discurso para la recuperaci¨®n del entendimiento y el pacto entre diferentes, admiten en el seno del PNV.