Levantar la natalidad s¨ª es posible
Francia ha logrado impulsar los nacimientos con una pol¨ªtica familiar sostenida por izquierda y derecha - Conciliar est¨¢ bien visto - En Espa?a, s¨®lo las extranjeras salvan la d¨¦bil estad¨ªstica
Buenas noticias para la natalidad, aunque al otro lado de los Pirineos. La inversi¨®n p¨²blica en pol¨ªtica familiar, la coincidencia de izquierda y derecha en el objetivo y la aceptaci¨®n social de la conciliaci¨®n han permitido a Francia convertirse en modelo de natalidad en una Europa que ve peligrar su sistema de bienestar.
Al pie de la torre Eiffel, en los columpios de los jardines del Campo de Marte, una madre mira c¨®mo sus dos hijos se suben a un tren de madera. Se llama C¨¦line, tiene 36 a?os, trabaja en una aseguradora y encarna una realidad tan francesa como el cruas¨¢n de almendras: la maternidad.
Francia es el pa¨ªs de Europa con la natalidad m¨¢s alta. Tanto los peri¨®dicos como los telediarios abrieron hace unas semanas sus espacios informativos con una noticia que les hac¨ªa sentirse (a¨²n m¨¢s) orgullosos de ser franceses: cada mujer en edad f¨¦rtil en Francia tiene dos hijos de media. Exactamente, 2,1. No es algo casual, ni anecd¨®tico, ni puntual. Tampoco responde a ninguna aportaci¨®n extraordinaria de la poblaci¨®n inmigrante, que contribuye s¨®lo con el 0,1 de esta cifra.
Las francesas que dejan de trabajar reciben un sueldo de 600 euros
La ministra Dati fue criticada por renunciar a su baja tras ser madre
La tasa de fecundidad en Francia es de 2,1; en Espa?a, de 1,37
Se prev¨¦ obligar al padre a tomar su parte del permiso por nacimiento
Al contrario: la estad¨ªstica que hizo sonre¨ªr a los presentadores de informativos responde a una tendencia constante y continuada. Y obedece, seg¨²n todos los expertos consultados, a un sistema estatal de ayudas que funciona.
El mismo estudio en Espa?a arrojar¨ªa un resultado completamente diferente. La tasa de fecundidad est¨¢ en 1,37 hijos por mujer en edad f¨¦rtil, y, si se excluye a las extranjeras, la tasa es a¨²n menor, explica la dem¨®grafa del CSIC Margarita Delgado. Con una poblaci¨®n femenina inmigrante que representa el 9,3% del total de mujeres, las extranjeras fueron en 2007 madres de casi 93.000 ni?os, un 19% de los 491.000 nacimientos ese a?o.
Muy cerca de C¨¦line y del tren de madera se encuentra otra madre. Se llama Dulce Gamonal, es espa?ola, trabaja en varias editoriales, lleva viviendo en Par¨ªs m¨¢s de 15 a?os y tiene un hijo de tres con el que se entiende simult¨¢neamente en franc¨¦s o en espa?ol. A la pregunta de por qu¨¦ los franceses tienen m¨¢s hijos que los espa?oles responde, en primer lugar, que porque la familia est¨¢ muy bien vista en Francia.
"Tengo muchas amigas con dos, con tres e incluso con cuatro hijos. De mi generaci¨®n. Con trabajos parecidos a los m¨ªos. Es algo normal. Pero tambi¨¦n, supongo, porque aqu¨ª se lo ponen m¨¢s f¨¢cil que en Espa?a", dice.
Si se hiciera la misma pregunta en el pa¨ªs de origen de Dulce, probablemente la respuesta ser¨ªa la inversa. Aunque la tasa de fecundidad entre las extranjeras est¨¢ todav¨ªa por encima de los 2,1 hijos por mujer que se considera necesario para asegurar que la poblaci¨®n no decaiga (la llamada tasa de remplazo), las inmigrantes tienden a copiar las costumbres de las espa?olas, matiza Delgado. "Ellas vienen a Espa?a a trabajar, y tienen peor informaci¨®n, por lo menos al principio, sobre las medidas de apoyo social, y en cambio les es m¨¢s f¨¢cil acceder a los anticonceptivos", apunta Delgado. La experta a?ade otro aspecto: "Habr¨¢ que ver c¨®mo influye la crisis. Es de esperar que la natalidad, que hab¨ªa experimentado un repunte, se frene". Es lo que la experta llama "fecundidad en tiempos de crisis".
M¨¢s ejemplos de la ventaja francesa: muy cerca de C¨¦line y Dulce, a doscientos metros de la torre Eiffel, otras dos madres pasean sendos carritos de beb¨¦s. Una es escocesa. La otra estadounidense. No llevan mucho tiempo viviendo en Francia. Pero las dos coinciden en que el sistema de pol¨ªtica familiar franc¨¦s les parece mejor que el de sus respectivos pa¨ªses. Adem¨¢s, la mujer escocesa a?ade otra caracter¨ªstica que puede resultar determinante. "Aqu¨ª no est¨¢ mal visto que una mujer deje a su hijo en la guarder¨ªa a los tres o cuatro meses. En mi pa¨ªs s¨ª", explica.
Los expertos consultados coinciden en algo que caracteriza Francia: los hijos est¨¢n bien vistos y la necesidad de conciliar, tambi¨¦n. La soci¨®loga y experta en pol¨ªticas de familia Dominique Meda a?ade que sin una buena opini¨®n sobre la familia, Francia no alcanzar¨ªa la tasa de natalidad que ostenta. "No s¨®lo se trata de una pol¨ªtica que permita la conciliaci¨®n, que existe en Francia aunque no es perfecta y es mejorable. Los ciudadanos franceses, y la sociedad en general, valoran mucho los ni?os, y eso se ha reflejado a?o tras a?o en los sondeos".
En enero, la ministra francesa de Justicia, Rachida Dati, se present¨® al primer Consejo de Ministros del a?o cinco d¨ªas despu¨¦s de haber dado a luz a su hija. Su mete¨®rica incorporaci¨®n al puesto de trabajo, renunciando a su derecho de baja maternal (16 semanas en Francia, igual que en Espa?a) gener¨® todo tipo de opiniones. Pero las cr¨ªticas no le llegaron de ninguna asociaci¨®n de defensa de la familia ni del papel tradicional de la mujer en la casa, sino de grupos feministas que la acusaban de mal ejemplo y de dar "ideas a los empresarios" en tiempos de crisis.
Un sondeo de 2004 dej¨® claro este asunto: el 17% de los franceses cree que los padres o madres deben dejar de trabajar para cuidar a los ni?os. El 60% opin¨® que los padres o las madres son libres de decidir si quieren trabajar o no y no les parec¨ªa nada mal que hicieran lo primero.
Hay un dato que clarifica la cuesti¨®n y establece una relaci¨®n incontestable. Francia ocupa el primer lugar entre los pa¨ªses de la OCDE en cuanto a presupuesto destinado a pol¨ªticas familiares. Exactamente el 3,8% del PIB, incluidas las exenciones fiscales, los servicios y las ayudas econ¨®micas a familias. Espa?a, en el lugar 28 de esta lista, no llega al 1,5%. As¨ª se recoge en un informe (La pol¨ªtica sobre la infancia en Francia: comparaci¨®n con las otras pol¨ªticas de los pa¨ªses de la OCDE), elaborado por tres expertos de esta organizaci¨®n y presentado estos d¨ªas en la Asamblea Nacional francesa. En ¨¦l se precisa: "Francia se sit¨²a en cabeza en gasto p¨²blico a favor de la familia. Estas ayudas son muy diversas".
Efectivamente. Se cuentan hasta 30 tipos de ayudas a las familias con hijos. Algunas muy concretas y otras rebuscadas. Hay hasta una aportaci¨®n estatal en caso de mudanza por el nacimiento de un tercer hijo, de aproximadamente 900 euros. Se ofrecen descuentos y exenciones fiscales si se emplea a un cuidador o cuidadora que se encargue de los ni?os, aunque acuda s¨®lamente los mi¨¦rcoles (d¨ªa no lectivo en Francia para los escolares de primaria y fuente de tormento para los padres que desconocen la inmensa cantidad de servicios municipales de actividades extraescolares).
De cualquier forma, la principal -y ahora cuestionada- ayuda financiera se llama "remuneraci¨®n a la paternidad". Permite al padre o la madre (a pesar del nombre, en un 98% la disfruta ella) dejar de trabajar si se tienen dos hijos o m¨¢s a cambio de un sueldo mensual de unos 600 euros. Este permiso dura tres a?os.
Esta ayuda esconde una trampa. Casi 800.000 madres se acogen a ella por a?o. Siempre, o casi siempre, seg¨²n la soci¨®loga, escritora y experta en los temas de familia y conciliaci¨®n laboral Dominique Meda, mujeres con escasos recursos, trabajos poco estimulantes y/o mal pagados. El problema es que el regreso de estas mujeres al trabajo, tras tres a?os de inactividad y con poco nivel acad¨¦mico, es dif¨ªcil, y, m¨¢s a¨²n, en un periodo de crisis galopante y paro rampante como el actual.
Una caracter¨ªstica del sistema de la pol¨ªtica familiar en Francia, adem¨¢s de su antig¨¹edad -se remonta a principios del siglo XX- es que salva las barreras ideol¨®gicas. "Hay matices, claro, pero se puede decir que la pol¨ªtica familiar, su concepci¨®n general y sus objetivos, est¨¢n por encima de la derecha y de la izquierda", argumenta Olivier Th¨¦venon, uno de los autores del informe de la OCDE anteriormente citado.
De hecho, en febrero, con motivo de la entrega de las medallas de la familia, el presidente de la Rep¨²blica, Nicolas Sarkozy, l¨ªder de la UMP, de centro-derecha, asegur¨® que "dejar el trabajo no puede ser la manera de cuidar a los ni?os peque?os". Una diputada de su partido propuso acercarse al modelo sueco con una "remuneraci¨®n a la paternidad" m¨¢s corta, de un a?o, mejor pagada (hasta 1.800 euros) y compartida obligatoriamente con el padre. Si se cumple lo esperado, a eso tender¨¢ el futuro del sistema franc¨¦s.
Otra de las claves, seg¨²n los expertos consultados, de la explosi¨®n de la natalidad en Francia es su red de guarder¨ªas y escuelas infantiles. "El sentido ¨²ltimo de la pol¨ªtica familiar en Francia es que la madre o el padre puedan elegir si quieren cuidar a su hijo en casa o dejarlo en la guarder¨ªa. Para eso se arbitran medidas distintas", explica Th¨¦venon.
El sistema en Francia es el siguiente: para los ni?os de hasta dos o tres a?os hay guarder¨ªas p¨²blicas. Desde esa edad, el ni?o va a la escuela infantil. Todo es gratuito (incluidos los libros) o muy barato.
No todo es perfecto. En primer lugar, el ¨¦xito del sistema ha hecho que las plazas de las guarder¨ªas p¨²blicas se revelen insuficientes en la actualidad, sobre todo en las grandes ciudades y muy especialmente en Par¨ªs. Hay un dato que lo avala: las madres apuntan a su hijo a la guarder¨ªa a los seis meses de embarazo. Es una manera de asegurarse la plaza. Y m¨¢s vale hacerlo as¨ª. Este corresponsal visit¨® todas las guarder¨ªas p¨²blicas de su barrio parisiense con el objeto de encontrar plaza para su hijo de dos a?os y medio. S¨®lo consigui¨® ingresar en varias listas de espera. Pero dos meses despu¨¦s, ten¨ªa por fin, una plaza para su hijo.
El escal¨®n superior, las escuelas infantiles, est¨¢n muy consideradas, son gratuitas y hasta hace unos a?os acog¨ªan a ni?os incluso de dos a?os, ya que contaban con plazas. Ahora se limitan, sobre todo en Par¨ªs, a aceptar s¨®lo a peque?os con los tres a?os cumplidos.
Con todo, el sistema permite acogerse a otras modalidades: cuidadoras colectivas controladas por el Ayuntamiento, guarder¨ªas semiprivadas que gozan de subvenci¨®n estatal... Sarkozy ha prometido, adem¨¢s, crear, antes de 2012, cerca de 200.000 plazas de guarder¨ªa.
Hay una cifra que revela que, a pesar de la falta actual de plazas de guarder¨ªas, el modelo franc¨¦s funciona: m¨¢s del 50% de las mujeres francesas con un hijo trabaja a tiempo completo. Este porcentaje baja a partir del segundo hijo y, sobre todo, del tercero (caso no muy raro en Francia). Los padres quedan fuera de esta estad¨ªstica y por lo general siguen conservando su trabajo independientemente del n¨²mero de hijos.
?ste es el tal¨®n de Aquiles del modelo franc¨¦s: la desigualdad entre sexos. El informe de los expertos de la OCDE presentado a la Asamblea francesa incide en esto ¨²ltimo: "La posibilidad de elegir se ejerce de cualquier modo de una forma desigual, y estas desigualdades est¨¢n ligadas al sexo y al nivel de vida". Con todo, en la opini¨®n del soci¨®logo espa?ol Gerardo Meil, conocedor de las dos realidades, el sistema franc¨¦s funciona debido sobre todo a la decidida implicaci¨®n p¨²blica.
Con informaci¨®n de Emilio de Benito.
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