Los sapos tragados en Puerto Real
El alcalde Barroso (IU) gobernar¨¢ con los socialistas tras a?os de enfrentamiento
Puerto Real (C¨¢diz, 39.648 habitantes) avanz¨® ayer en un nuevo cap¨ªtulo de sus tres d¨¦cadas como ayuntamiento democr¨¢tico. Treinta a?os que siempre han tenido un mismo protagonista: Jos¨¦ Antonio Barroso, alcalde desde 1979 y cuyo mandato s¨®lo fue interrumpido en 1995. Entonces hizo falta un acuerdo entre PSOE y PP para impedir que el regidor local, de IU, repitiese. Tras a?os como azote del socialismo, el gobierno de Barroso incorpor¨® ayer al PSOE.
"Es un pacto por la responsabilidad en tiempos dif¨ªciles", argumentaron ambas formaciones. Quedan atr¨¢s los enfrentamientos personales y pol¨ªticos entre la portavoz del PSOE, Ana Mosquera, y el alcalde. "Tenemos programas parecidos, casi gemelos", se justific¨® Barroso tras el acto de firma del nuevo pacto. Un documento que ¨¦l apoya pero que no firm¨®.
"Tenemos programas parecidos, casi gemelos", dice el primer edil
El acuerdo rubricado ayer entre las direcciones provinciales y locales de PSOE e IU de Puerto Real ha sido fruto de las negociaciones iniciadas hace varias semanas. Hace dos a?os, en las ¨²ltimas elecciones municipales, este pacto hubiese sido inconcebible. Barroso y Mosquera hab¨ªan protagonizado sonoras disputas p¨²blicas e internas. La portavoz del PSOE se quejaba de la falta de democracia del gobierno de IU, que le imped¨ªa el acceso a los informes que solicitaba, y lamentaba la "pol¨ªtica del miedo" impuesta en Puerto Real contra su partido.
El alcalde se mofaba del supuesto desconocimiento de la concejal socialista y la atacaba sin pudor en comisiones y plenos. No se dirig¨ªan la palabra. Ni siquiera cuando, tras los comicios locales de 2007, sus partidos suscribieron un pacto provincial en varios ayuntamientos y en la Diputaci¨®n que les llevaron a ser socios del mismo gobierno en la instituci¨®n provincial. Por ese mismo acuerdo Mosquera tuvo que renunciar a sus ansias de arrebatarle a Barroso la alcald¨ªa y aceptar apoyarle en el pleno de toma de posesi¨®n, por lo que fue abucheada por algunos presentes.
Mosquera se trag¨® ayer el sapo de rubricar un acuerdo conjunto con su principal adversario en virtud de la misma disciplina de partido. "Por encima de intereses personales y de partido est¨¢ Puerto Real", arguy¨®. El PSOE cree que, de esta forma, la localidad se beneficiar¨¢ mejor de inversiones y proyectos p¨²blicos en tiempos de crisis. No en vano los socialistas se quedan con el ¨¢rea de Fomento Econ¨®mico, adem¨¢s de la de Igualdad y Atenci¨®n Ciudadana.
IU mantendr¨¢ cuatro ¨¢reas: Presidencia, Servicios a la Comunidad, Hacienda y Urbanismo. Ambos sumar¨¢n 15 de los 21 concejales. En la oposici¨®n quedar¨¢n el PP, Los Verdes y el Partido Andalucista. La formaci¨®n m¨¢s contundente a la hora de condenar este acuerdo fue ayer el Partido Popular. Su secretaria general en C¨¢diz, Teresa Ruiz Sillero, record¨® declaraciones de Barroso de no hace m¨¢s de dos a?os. "Entonces aseguraba que el PSOE pagar¨ªa todo el da?o que le ha hecho a Puerto Real. Jur¨® que nunca pactar¨ªa con los socialistas y ahora se vende. Est¨¢n claros los intereses partidistas por mantener un sill¨®n", lament¨® la portavoz del PP.
Mosquera ser¨¢ la primera teniente del alcalde Barroso, quien cedi¨® el honor de rubricar este documento a su segundo, el edil de Urbanismo, Antonio Noria. El regidor local trat¨® de restar importancia al hecho de que su firma no vaya en el pacto de gobierno e insisti¨® en que su proyecto pol¨ªtico contempla mantener el sill¨®n de la alcald¨ªa hasta el final del mandato e incluso volver a ser candidato en 2011.
Antes de los pr¨®ximos comicios el alcalde tendr¨¢ que saldar una cuenta con la justicia. El juez Fernando Grande Marlaska le sentar¨¢ en el banquillo por las descalificaciones vertidas contra el Rey en un acto p¨²blico. Una causa por injurias a la Corona por la que podr¨ªa llegar a ser inhabilitado si finalmente se le impone la pena m¨¢s dura. Algunos han visto en esta cesi¨®n de gobierno al PSOE el comienzo de la despedida de Barroso, aunque ¨¦l se resiste a decir adi¨®s.
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