Las navidades de S¨ªsifo

?Qu¨¦ felicidad m¨¢s tonta, la de esta familia reunida en Nochebuena para repartirse los dividendos de la f¨¢brica de puertas de pap¨¢, que en paz descanse! Cuando muri¨®, Jes¨²s, su yerno, mil veces m¨¢s ambicioso que sus hijos, tom¨® las riendas del negocio: le han ido dejando hacer, y ahora no hay quien le pare. En cuanto pueda, pondr¨¢ a todos los empleados en la calle: ha hecho n¨²meros, y cree que le saldr¨¢ mucho m¨¢s rentable importar el g¨¦nero.

Mientras la familia burbujea atrincherada en su chal¨¦, extramuros, se ensaya un remake de la Gran Depresi¨®n. Siempre fiesta, comedia de la compa?¨ªa Cuarta Pared sobre lo fr¨¢gil del bienestar amasado con sudor ajeno, la ceguera del alma, la impostura y la vida como representaci¨®n, es el cierre de una trilog¨ªa donde Luis Garc¨ªa-Araus, Susana S¨¢nchez y Javier G. Yag¨¹e plantean temas actuales de manera ligera y bienhumorada, sin molestar ni hacer ruido. Su cr¨ªtica es amable y certera: se?ala las llagas de la sociedad de consumo, sin mancharse el dedo.

El actor Jos¨¦ S¨¢nchez destaca por la naturalidad de su vis c¨®mica

La obra se?ala la llaga de la sociedad de consumo, sin mancharse el dedo

El comienzo de la funci¨®n es estupendo. Garc¨ªa-Araus y S¨¢nchez dibujan a sus protagonistas con cuatro trazos, y los ponen al vuelo en una situaci¨®n interesante: en esa cena navide?a, tan bienintencionada, puede pasar cualquier cosa. Y pasa que acaba con Mar¨ªa, la hermana menor, sumida en una depresi¨®n galopante y sin retorno, cuyo ant¨ªdoto ser¨¢ una nueva cena familiar: la mancha de mora, con otra mancha se quita.

La escena de la peregrinaci¨®n b¨ªblica de Mar¨ªa y Jes¨²s, su marido, por psicoterapeutas, psiquiatras y curanderos, protagonizada por un Javier P¨¦rez-Acebr¨®n plet¨®rico (no sab¨ªa que fuera tan buen payaso), promete una comedia descacharrada y descacharrante: Siempre fiesta corre como un f¨®rmula 1, pero en lo mejor de la carrera, vaya por dios, sale el safety car. Cuando, por prescripci¨®n facultativa, sus protagonistas repiten por cuarta vez la cena de marras, siempre con variaciones, algunas muy divertidas, el relato se muerde la cola a dentelladas, y por su llaga brota cierta sensaci¨®n de dej¨¢ vu. La direcci¨®n ¨¢gil de Javier Garc¨ªa Yag¨¹e reequilibra este desajuste estructural.

La escenograf¨ªa de papel de Mar¨ªa Luisa de Laiglesia produce un contraste divertido entre el lujo del que se habla y la sencillez con que se materializa. Bidimensional, crea un efecto distanciador. Entre los actores, Jos¨¦ S¨¢nchez destaca por la naturalidad de su vis c¨®mica, ex aequo con Asu Rivero, que cuaja aqu¨ª el trabajo m¨¢s fresco y divertido de su carrera. Jos¨¦ Melchor tiene que lidiar con el papel ingrato de antip¨¢tico adalid de la desregulaci¨®n laboral y de la econom¨ªa salvaje. Mar¨ªa Ant¨®n, int¨¦rprete de la hermana melanc¨®lica, beata y est¨¦ril, consigue que su personaje sea el irritante y agotador emblema de una prosperidad sorda, ciega y acre. A su interpretaci¨®n le falta punto de vista: los personajes pavisosos entran mejor con sal y pimienta.

Frantxa Arraiza le pone mala leche a la hermana mayor idealista, fracasada y desagradablemente sincera: unas gotas de estricnina bien mezcladas no le vendr¨ªan mal.