Llega la p¨ªldora de la fusi¨®n
El miedo a una ca¨ªda de las ventas por el fin de las patentes lleva a los gigantes farmac¨¦uticos a unirse
La industria farmac¨¦utica esquiva la crisis. Por lo menos, la crisis financiera. Los grandes actores del sector acaban de protagonizar unas megafusiones que quitan el hipo. La poderosa
Pfizer, propietaria del Viagra, pag¨® a principios de a?o 68.000 millones de d¨®lares por la tambi¨¦n estadounidense Wyeth. Hace apenas diez d¨ªas,
Merck, la segunda en el ranking mundial, anunci¨® la compra de Schering-Plough por 41.000 millones de d¨®lares, y tres d¨ªas despu¨¦s, la suiza
Roche pagaba la "desorbitada" cifra, seg¨²n algunos analistas, de 46.800 millones por el 44% del capital que todav¨ªa no controlaba de la biom¨¦dica de San Franciso
Genentech.
Para la industria del medicamento, los problemas de financiaci¨®n que sufren el resto de mortales son una quimera. En medio de las restricciones globales del mercado de cr¨¦dito, Pfizer pudo permitirse el lujo de levantar 22.500 millones de euros para financiar la operaci¨®n, y Merck, que JP Morgan le prestase 8.500 millones.
S¨®lo cuatro de las 'top ten' tienen productos valiosos en cartera
El sector no sabe de crisis, pero tiene activos t¨®xicos: sus patentes caducan
Desde 2007, la industria ha anunciado m¨¢s de 53.000 despidos
La productividad de la I+D se desploma porque "lo f¨¢cil ya est¨¢ inventado"
Lanzar un f¨¢rmaco cuesta 1.000 millones, como nueve 'Guggenheims'
Las fusiones van a seguir: Bristol y AstraZeneca est¨¢n en las quinielas
Es una industria fuerte, la farmac¨¦utica, con ingresos seguros y crecientes gracias a la fidelidad de su principal cliente, el sector p¨²blico, y a una demanda mundial creciente de medicamentos y tratamientos: la poblaci¨®n aumenta y envejece, y la preocupaci¨®n por los temas de salud (como la obesidad) es cada vez mayor. A Pfizer le ayud¨® disponer de 26.800 millones de d¨®lares en efectivo en su balance.
Pero el sector farmac¨¦utico tambi¨¦n tiene activos t¨®xicos, que es lo que explica esta oleada de fusiones y que, seg¨²n los analistas, seguir¨¢ con mucha probabilidad en el futuro m¨¢s inmediato. No se trata de f¨¢rmacos con efectos secundarios nocivos para la salud, que obligan a las compa?¨ªas a provisionar o hacer frente a multimillonarias indemnizaciones -tambi¨¦n existe alg¨²n caso en los tribunales-. La toxicidad deriva de que las patentes de sus medicamentos estrella, aquellos superventas que les permiten facturar m¨¢s de mil millones por f¨¢rmaco al a?o, est¨¢n a punto de caducar.
El consejero delegado de Pfizer, Jeff Zinder, afirmaba a los analistas un mes antes de conocerse la operaci¨®n con Wyeth: "No se preocupen. Nuestro objetivo real es aumentar los ingresos. Estamos abiertos a cualquier oportunidad de concentraci¨®n, se trate de una empresa grande, peque?a o mediana".
No es para menos. Entre los medicamentos de la compa?¨ªa que perder¨¢n esta protecci¨®n destaca el f¨¢rmaco contra el colesterol Lipitor, el que m¨¢s factura en el mundo, con unos ingresos superiores a los 12.000 millones de d¨®lares. Tras la adquisici¨®n de Wyeth, Kindler no tuvo reparos en admitir que la operaci¨®n era una respuesta a los miedos que circulaban en el parqu¨¦ por la ca¨ªda de los ingresos.
El miedo es contagioso, y m¨¢s cuando las dolencias son comunes. Basta con echar un vistazo a la evoluci¨®n de las cotizaciones de las principales compa?¨ªas en los ¨²ltimos 12 meses. Salvo Wyeth, precisamente, la brit¨¢nica Glaxo (cuyos t¨ªtulos se han depreciado un 46% desde que compr¨® SmithKline en 2000) y AstraZeneca -es la ¨²nica que ha subido en Bolsa-, el descalabro es com¨²n en el resto. La elevada liquidez contrasta con las bajas valoraciones.
Pfizer es la m¨¢s perjudicada por el ag¨®nico proceso de caducidad de las patentes, pero no la ¨²nica. La propia Wyeth, que acaba de comprar, tampoco es ajena, y el a?o que viene perder¨¢ la patente del antidepresivo Effexor XR.
Un estudio de la aseguradora AXA, citado en un informe de PricewaterhouseCoopers sobre el sector, arroja un dato demoledor. Hasta 2012, las grandes farmac¨¦uticas perder¨¢n casi 74.000 millones de d¨®lares en ventas por la caducidad de los derechos de propiedad. Las m¨¢s importantes perder¨¢n entre el 14% y el 41% de sus ingresos como resultado del fin de la patente si no son capaces de lanzar nuevas drogas al mercado. [V¨¦anse los cuadros].
A partir de ahora, los blockbusters, que es como se les conoce a los f¨¢rmacos m¨¢s exitosos en ventas, tendr¨¢n que competir con los gen¨¦ricos, lo que deja a las grandes compa?¨ªas muy expuestas al riesgo. Un estudio de la firma norteamericana Sanford C. Bernstein estima que la erosi¨®n de los gen¨¦ricos ara?ar¨¢ entre el 2% (en el caso de Schering-Plough) y el 40% (para AstraZeneca) de la facturaci¨®n de las 10 compa?¨ªas principales hasta 2015.
Y pronostica un futuro para echarse a temblar. Calcula que solamente 4 de las 10 tienen productos suficientemente valiosos en su pipeline (la cartera de f¨¢rmacos en fase de investigaci¨®n) para compensar estas p¨¦rdidas. El director de general de Farmaindustria, la patronal espa?ola del sector, se muestra m¨¢s optimista. "Hay m¨¢s de 2.500 f¨¢rmacos en proceso de ensayos cl¨ªnicos en todo el mundo, y muchos de ellos tendr¨¢n ¨¦xito", asegura.
Esta cartera de productos es lo que garantiza la supervivencia de una compa?¨ªa en el futuro. Por lo menos durante el pr¨®ximo lustro, que es el tiempo que dura una patente. "Cuando te das cuenta de que tu pipeline falla tienes que reponerlo. Lo mejor es, si puedes, comprar una empresa peque?a que tenga un producto. Si posiblemente tiene un producto, es m¨¢s barata, pero tambi¨¦n tiene m¨¢s riesgo. Cuando se opta por una empresa grande es cuando llegan las barbaridades", explica el profesor del IESE Pedro Nueno, experto en el sector.
Las fusiones son una buena soluci¨®n para asegurarse ingresos y "ganar tiempo hasta que aparezcan nuevos f¨¢rmacos", ahonda Rafael Rodr¨ªguez, socio de PricewaterhouseCoopers, especializado en el ¨¢rea farmac¨¦utica. La variada cartera de medicamentos de Wyeth, retomando la operaci¨®n protagonizada por Pfizer, gener¨® unos ingresos de m¨¢s de 15.600 millones de d¨®lares anuales (m¨¢s de 20.000 millones de euros). En este caso, adem¨¢s, el gigante norteamericano se asegura diversificar su cartera de productos en favor de las vacunas, y no depender tanto de un medicamento. Wyeth tiene 60 mol¨¦culas en fase de desarrollo y el a?o pasado recibi¨® la autorizaci¨®n para comercializar tres.
Pero no todos creen que Pfizer haya dado en el clavo. El mes siguiente a la megafusi¨®n sus acciones bajaron un 25%. Algunos analistas consideran la nueva compa?¨ªa un gigante poco menos que inmanejable. Los inversores y los accionistas llevan tiempo insistiendo en que el grupo deber¨ªa reforzarse y crecer en el ¨¢rea biotecnol¨®gica, el sector que se est¨¢ convirtiendo en el motor de las innovaciones. E, incluso, que deber¨ªa comprar Amgen, la mayor biofarmac¨¦utica cotizada de Estados Unidos, que tiene una cartera de productos prometedora.
Con todo, Merck & Co fue la siguiente en dar el golpe. La compa?¨ªa de Nueva Jersey respondi¨® poniendo encima de la mesa 41.000 millones de d¨®lares por su paisana Schering, muy consolidada en el ¨¢rea de f¨¢rmacos antitumorales. La raz¨®n es la misma. El medicamento Cozaar, contra la presi¨®n arterial, es la segunda fuente de ingresos de Merck (proporciona 3.500 millones de d¨®lares al a?o) y ha cumplido recientemente los 10 a?os de vida, plazo en el que expiran las patentes.
Con esta operaci¨®n, la compa?¨ªa, que en Espa?a opera bajo el nombre de MSD -para diferenciarse del grupo farmac¨¦utico alem¨¢n Merck-, eleva a 18 el n¨²mero de tratamientos en la fase final de pruebas. Seg¨²n distintos analistas, el valor anual en ventas de estos f¨¢rmacos podr¨ªa ascender a m¨¢s de 6.000 millones de euros.
[El origen de Merck es alem¨¢n. Lo fund¨® la familia del mismo nombre en 1668. El final de la I Guerra Mundial trajo consigo la p¨¦rdida de las filiales en el extranjero, entre ellas la estadounidense Merck & Co].
Roche aprovech¨® la coyuntura y, tres d¨ªas despu¨¦s de la operaci¨®n anterior, subi¨® el precio de su oferta por la estadounidense Genentech, que elabora f¨¢rmacos contra el c¨¢ncer. La compa?¨ªa suiza desembols¨® la friolera de 48.000 millones de d¨®lares, la mayor cantidad pagada por una empresa suiza en una adquisici¨®n. La fusi¨®n da lugar a la s¨¦ptima compa?¨ªa del sector en EE UU por cuota de mercado. La firma resultante generar¨¢ unos ingresos aproximados de 17.000 millones de d¨®lares anuales (13.000 millones de euros).
A partir de ahora, Roche controlar¨¢ los ingresos de los exitosos medicamentos para el c¨¢ncer Avastin y Hercepin y, de paso, espera reducir los gastos entre 750 y 850 millones de d¨®lares anuales, gracias a la eliminaci¨®n de funciones y procesos duplicados en ¨¢reas como el desarrollo en la fase final, producci¨®n y administraci¨®n corporativa.
"Nuestro objetivo no es llegar y empezar a recortar costes, sino transformar la compa?¨ªa y convertirla en una de las mejores del mundo en asistencia sanitaria", declar¨® el presidente del grupo helv¨¦tico, Franz Humer.
Pese a los buenos prop¨®sitos del m¨¢ximo ejecutivo de Roche, la realidad es que las uniones no s¨®lo buscan impulsar las carteras de productos y los ingresos. El objetivo es tambi¨¦n reducir costes, de estructura -lo que se traduce en despidos- y, muy especialmente, de investigaci¨®n y desarrollo (I+D).
"Hay que adecuar las estructuras a los nuevos niveles de venta, que debido a la p¨¦rdida de los f¨¢rmacos superventas ya no son como en el pasado", explica Rodr¨ªguez. El consultor a?ade: "Se trata de ganar en eficiencia y rentabilidad, lo que redundar¨¢ tambi¨¦n en que las valoraciones mejoren".
Desde 2007, la industria farmac¨¦utica ha anunciado el despido de 53.300 personas, principalmente del ¨¢rea comercial, seg¨²n datos de PricewaterhouseCoopers. Salvo Roche, nadie ha escapado de la escabechina. Quien m¨¢s trabajadores ha despedido ha sido Pfizer, 10.000, seguida de AstraZeneca (7.600), Merck (7.200), Bayer (6.000), Schering-Plough (5.000), Johnson & Johnson y
Glaxosmithkline (5.000 trabajadores cada una).
Pero el gran objetivo de las concentraciones es buscar sinergias y compensar el elevado, y cada vez menos rentable, coste de la investigaci¨®n, la aut¨¦ntica piedra de toque del sector. Y es que, pese a la creciente demanda mundial, el actual modelo empresarial del sector, basado en grandes mol¨¦culas blockbusters, de aplicaci¨®n masiva, ha pasado a mejor vida, coinciden todos los expertos.
El desarrollo tradicional de un medicamento nuevo comprende un periodo de investigaci¨®n b¨¢sica de duraci¨®n incierta, as¨ª como un conjunto de ensayos precl¨ªnicos (pruebas en laboratorios y con animales) y cl¨ªnicos (con personas) que pueden alargarse 10 a?os. Poner una mol¨¦cula en el mercado -esto es, que una mol¨¦cula tenga ¨¦xito- cuesta aproximadamente entre 800 y 1.000 millones de euros. Una cifra equivalente al coste de nueve museos como el Guggenheim de Bilbao o tres aviones Airbus-380. Y s¨®lo una de cada 10.000 mol¨¦culas acaba teniendo ¨¦xito.
La productividad de la inversi¨®n en Investigaci¨®n y Desarrollo est¨¢ cayendo a plomo. En 2007, la agencia de alimentos y drogas de Estados Unidos, la FDA, aprob¨® s¨®lo la comercializaci¨®n de 19 mol¨¦culas, la cifra m¨¢s baja desde 1983. En ese a?o s¨®lo se lanzaron ocho productos realmente innovadores, seg¨²n IMS y Price.
Mientras caducan las innovaciones, la cartera de productos no se renueva al mismo ritmo. "Lo f¨¢cil ya est¨¢ inventado, ahora hay que descubrir lo dif¨ªcil", explica un cient¨ªfico. Y eso se traduce en que en el futuro, la investigaci¨®n debe focalizarse, orientarse hacia segmentos m¨¢s especializados.
Asimismo, el tiempo de exclusividad de los f¨¢rmacos es cada vez menor. "En aras de la transparencia para los mercados de capitales, las compa?¨ªas tienen que decir lo que tienen en su pipeline, y claro, todo el mundo lo sabe, incluso los competidores, que enseguida se ponen manos a la obra para mejorarlo", explica el profesor Nueno.
Frente a la alemana Bayer, que los expertos consideran que ha hecho los deberes en cuanto a I+D, otras, como su vecina Sano-Aventis, amagan con externalizar esta actividad. El consejero delegado del grupo francoalem¨¢n, Chris Viechbacher, anunci¨® en la ¨²ltima presentaci¨®n de resultados que ha paralizado 30 proyectos de investigaci¨®n propios a favor de externalizar la I+D y comprar empresas de biotecnolog¨ªa, lo que pone en duda la continuidad de sus 18.000 investigadores, el 15% de su plantilla mundial.
No hay marcha atr¨¢s. A los cambios anteriores se suman las presiones de las administraciones para reducir el gasto sanitario, lo que comportar¨¢ una "revoluci¨®n en el modelo de negocio", asegura Rafael Rodr¨ªguez. Entre otros aspectos, en c¨®mo se investiga, en qu¨¦ se investiga (para satisfacer las preferencias del sector p¨²blico) y en c¨®mo se comercializa.
Y, por supuesto, seguir¨¢ el proceso de concentraci¨®n, seg¨²n los analistas, que ponen la lupa sobre las compa?¨ªas medianas, como AstraZeneca. UBS la ha metido en su lista de favoritas. Pese a haber resuelto los litigios sobre las patentes de dos de sus f¨¢rmacos m¨¢s importantes, varios de sus medicamentos superventas estar¨¢n amenazados por sus equivalentes gen¨¦ricos m¨¢s baratos. La direcci¨®n ha respondido con un importante programa de reestructuraci¨®n con el que se prev¨¦ conseguir unos ahorros anuales de 2.500 millones de d¨®lares hasta 2013, se?ala la gestora Scottish Widows.
Bristol Myers podr¨ªa ser la siguiente, aseguran otros, que la sit¨²an en la ¨®rbita de Sanofi-Aventis, con quien mantiene una alianza. Goldman Sachs ha ajustado ligeramente a la baja el precio de las acciones de Bristol, precisamente, y las Eli Lilly, otra de las medianas que aparecen en las quinielas.
Entre las grandes, GlaxoSmithKlane, Novartis, Sanofi y Johnson & Johnson tienen caja suficiente para comprar alguna de las medianas anteriores, que les ayuden a surtir de nuevo las farmacias de productos suyos y a reducir costes. Pero los ejecutivos de estas compa?¨ªas optan por el no comment.
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