Geithner pide al Congreso de EE UU m¨¢s poderes para evitar casos como el de AIG
El secretario del Tesoro, Tim Geithner, y el presidente de la Reserva Federal, Ben Bernanke, comunicaron ayer al Congreso que son necesarias nuevas medidas reguladoras para evitar que una ca¨ªda como la de AIG ponga en peligro toda la econom¨ªa, y garantizaron que la mayor aseguradora mundial no recibi¨® trato preferente de las autoridades sino que, simplemente, las consecuencias de no haberla rescatado hubieran sido demasiado dram¨¢ticas.
La comparecencia de los dos principales actores de la econom¨ªa norteamericana ante una comisi¨®n de la C¨¢mara de Representantes -Geithner vuelve ma?ana para explicar el plan de compra de activos t¨®xicos- sirvi¨® para ratificar la gravedad de la situaci¨®n que se ha vivido y se vive. Pero no aport¨® elementos nuevos sobre la pol¨¦mica del pago de 165 millones en bonos a los directivos de AIG ni a?adi¨®, aparentemente, elementos de conflicto sobre el plan de rescate financiero.
Geithner asegur¨® que los problemas de AIG, que ha recibido ya m¨¢s de 180.000 millones en ayudas del Estado, son "la culminaci¨®n de los fallos de nuestro sistema financiero". "Tenemos que asegurarnos de que el pa¨ªs nunca m¨¢s se ve obligado a hacer frente a una situaci¨®n semejante".
Para ello, el secretario del Tesoro pidi¨® al Congreso "una legislaci¨®n que le d¨¦ al Gobierno b¨¢sicamente los mismos instrumentos que tiene para los bancos, para hacer frente a los problemas de las instituciones financieras que no son bancos". Eso supondr¨ªa una mayor autoridad del Gobierno y de la agencia reguladora para intervenir, vender o comprar acciones de las firmas insolventes. "AIG ha demostrado", dijo, "que los problemas que se originan en sociedades financieras muy interconectadas pueden tener consecuencias tan graves como la ca¨ªda de los bancos".
?sa es la raz¨®n, explic¨® Ben Bernanke, por la que la ayuda del Estado acudi¨® generosamente al rescate de AIG, que cuenta con 74 millones de clientes en 130 pa¨ªses. "Su fracaso nos hubiera llevado a una crisis financiera similar a la de 1930, con catastr¨®ficas consecuencias para la producci¨®n, los ingresos y el empleo".
A pocos metros de un grupo que exhib¨ªa pancartas contra AIG, Geithner intent¨® salvar el buen nombre y la administraci¨®n actual de la compa?¨ªa, en la que trabajan "miles de personas con el prop¨®sito de sacarla adelante".
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