Par¨ªs indemnizar¨¢ a los afectados por m¨¢s de 200 pruebas nucleares

Francia reconoci¨® ayer formalmente la relaci¨®n existente entre las 210 pruebas nucleares que realiz¨® en el S¨¢hara y el Pac¨ªfico y las enfermedades que sufren cientos de soldados y civiles que participaron en ellas. Par¨ªs se comprometi¨® a indemnizar a las v¨ªctimas de las explosiones at¨®micas, y dedic¨® a ello una partida inicial de 10 millones de euros en 2009. Cerca de 150.000 trabajadores colaboraron en esas pruebas.

Una funcionaria de la Comisi¨®n de Energ¨ªa At¨®mica, que estuvo presente en dos pruebas nucleares en el atol¨®n de Mururoa, en la Polinesia francesa, en 1982 y 1983, describ¨ªa ayer en el peri¨®dico Le Figaro la rocambolesca situaci¨®n: "En el mismo sitio donde se hab¨ªan producido las explosiones nos ba?¨¢bamos despu¨¦s, dos o tres veces al d¨ªa, nos tir¨¢bamos de cabeza o hac¨ªamos esqu¨ª n¨¢utico. No ten¨ªamos ninguna conciencia del peligro. Y eso que cumpl¨ªamos todas las normas de seguridad que nos ordenaban: no comer pescado, ni cocos, nos duch¨¢bamos despu¨¦s de ba?arnos y nos sec¨¢bamos con un pareo". Veinte a?os despu¨¦s, esta secretaria contrajo un c¨¢ncer de tiroides y acus¨® al Estado por su enfermedad. Ahora conf¨ªa en que la medida anunciada ayer por el ministro de Defensa, Herv¨¦ Morin, para resarcir a los afectados por las pruebas nucleares le compense algo el sufrimiento.

Morin adelant¨® que el Estado franc¨¦s va a destinar 10 millones de euros para indemnizar a las personas que enfermaron por las m¨¢s de 200 pruebas nucleares que Francia llev¨® a cabo, primero en Argelia (17) y luego en el Pac¨ªfico (193), entre los a?os 1960 a 1996. El ministro de Defensa calcula que los afectados ascender¨¢n a "algunos centenares" de personas. En teor¨ªa, podr¨ªan ser muchos m¨¢s: alrededor de 150.000 trabajadores, tanto militares como civiles, colaboraron en esos ensayos, sin contar con la poblaci¨®n local. De ah¨ª que, aunque la medida fue saludada como un "avance" por las asociaciones de veteranos, fue acogida con ciertas reservas.

Morin precis¨® que cada caso se estudiar¨¢ de una manera independiente. "Habr¨¢ una comisi¨®n, integrada por m¨¦dicos y presidida por un magistrado, que examinar¨¢ cada caso. Si ¨¦ste es aceptado, la reparaci¨®n del perjuicio ser¨¢ integral. Las 18 enfermedades que se incluyen est¨¢n inspiradas en un informe de la ONU", asegur¨® el ministro. Con todo, sentenci¨®: "Trece a?os despu¨¦s de que pararan las pruebas nucleares era necesario que Francia quedara en paz consigo misma por este tema".

El presidente de la Asociaci¨®n de Veteranos de Pruebas Nucleares, Michel Verger, calific¨® la medida de "avance no desde?able", pero a?adi¨® que hay puntos "que deben ser mejorados".

Otro de estos veteranos militares que presenci¨® estas venenosas pruebas at¨®micas comentaba en el peri¨®dico citado que en 1966 estaba embarcado en el portaaviones Foch, en el Pac¨ªfico, y que los mandos invitaban a subir al puente de mando en cuanto la bomba explotaba o estaba a punto de explotar: "Nos coloc¨¢bamos los brazos en los ojos para cubrirnos y as¨ª evitar el deslumbramiento, nos pon¨ªamos de espaldas a la bomba, pero deb¨ªamos darnos la vuelta inmediatamente despu¨¦s para admirar la potencia de Francia".