G-20: lo dicho y lo no hecho
El adelanto de las estimaciones de crecimiento de la econom¨ªa mundial que practican los organismos multilaterales (Banco Mundial, FMI,...) -que prev¨¦n una contracci¨®n planetaria en este a?o, por primera vez desde la II Guerra Mundial- generan el ambiente para que de la reuni¨®n del G-20, que tendr¨¢ lugar el jueves en Londres, emerjan nuevos planes de est¨ªmulo y un New Deal global para salir de la Gran Recesi¨®n. Los ¨²ltimos datos anunciados, que se publicar¨¢n ma?ana con detalle, son los de la Organizaci¨®n de Cooperaci¨®n y Desarrollo Econ¨®mico (OCDE), que agrupa a los 30 pa¨ªses m¨¢s ricos del mundo y que estima que estas econom¨ªas decrecer¨¢n en 2009 el 4,2% en lugar del 0,4% previsto en noviembre. Si se confirman estos porcentajes ser¨ªa m¨¢s correcto hablar ya de depresi¨®n que de recesi¨®n.
Cuatro meses y medio despu¨¦s de la cita de Washington, los buenos deseos apenas son realidad
Los trabajos para que del G-20 salgan algo m¨¢s que bondadosas intenciones durar¨¢n hasta la v¨ªspera. Los sherpas de los dirigentes disponen hasta el mi¨¦rcoles para aportar las ideas y los documentos de los que saldr¨¢ el comunicado final. El director gerente del FMI, Dominique Strauss-Kahn (DSK), contin¨²a su gira para convencer a los participantes de aumentar los est¨ªmulos fiscales (?qu¨¦ paradoja ver al FMI en estos menesteres tan keynesianos, una organizaci¨®n tradicionalmente tan hayekiana!) y hoy mismo se entrevista en Madrid con Zapatero, reci¨¦n llegado de Vi?a del Mar (Chile), donde se ha visto con algunos de los que estar¨¢n presentes en Londres.
Zapatero, que no se opone a mayores esfuerzos fiscales y que ha conseguido estar presente en el G-20 (y en el Foro de Estabilidad Financiera), tiene un doble objetivo: al tiempo que atiende a los efectos globales de la crisis econ¨®mica no puede olvidar las caracter¨ªsticas espec¨ªficamente nacionales de la misma. Las dificultades econ¨®micas han homogeneizado por el momento los problemas, pero cuando se salga de la fase m¨¢s ¨¢lgida de la recesi¨®n emerger¨¢n los propios de cada pa¨ªs. Los de Espa?a se llaman falta de competitividad y escaso aumento de la productividad y para resolverlos se necesitan reformas estructurales como las que el pasado viernes aprob¨® el Consejo de Ministros, y otras m¨¢s. Zapatero debe resistir los cantos de sirena de los que le dicen que para qu¨¦ se necesitan reformas con la gigantesca capacidad de ajuste, de purga, que ya est¨¢ experimentando la econom¨ªa espa?ola y que se manifiesta en el espectacular incremento del desempleo y quiz¨¢ pr¨®ximamente en la reducci¨®n de los salarios de los que mantienen su puesto de trabajo, como f¨®rmulas autom¨¢ticas para adaptarse al exceso de la capacidad productiva de muchos sectores.
El G-20 de Londres analizar¨¢ las salidas macroecon¨®micas a la recesi¨®n y la nueva arquitectura financiera internacional, para que no se repitan los abusos del pasado. Cuatro meses y medio despu¨¦s de la cita de Washington, los buenos deseos de aqu¨¦lla apenas son realidad. Entonces, los l¨ªderes de los principales pa¨ªses del mundo adoptaron una metodolog¨ªa pedag¨®gica y dividieron las respuestas a los problemas entre las "acciones inmediatas hasta el d¨ªa 31 de marzo de 2009" y las "acciones a medio plazo". De la relectura del documento aprobado en Washington se desprende lo poco que se ha avanzado.
Sirva de ejemplo lo relacionado con el proteccionismo. En Washington acordaron que "durante los pr¨®ximos 12 meses nos abstendremos de establecer cualquier clase de nuevas barreras a la inversi¨®n o al comercio de bienes y servicios, bien sea imponiendo nuevas restricciones a las exportaciones o bien implementando medidas que no se atengan a las estipulaciones de la Organizaci¨®n Mundial de Comercio, con el fin de estimular las exportaciones. Adem¨¢s, nos esforzaremos por alcanzar un acuerdo este mismo a?o en relaci¨®n con la Agenda para el Desarrollo de la OMC, tratando de lograr unos ambiciosos y equilibrados resultados". Pues bien, seg¨²n un reciente informe del Banco Mundial, desde entonces 17 miembros del G-20 han adoptado 47 medidas destinadas a restringir el comercio con el exterior. Desde los aranceles para la importaci¨®n de alimentos hasta las subvenciones a los fabricantes de autom¨®viles, pasando por la cl¨¢usula de buy american, contenida en el paquete de est¨ªmulo a la econom¨ªa norteamericana. Es dif¨ªcil que los ciudadanos del mundo soporten otro comunicado lleno de jaculatorias y escasa ejecuci¨®n de las mismas, sin un aumento de la desafecci¨®n respecto al mundo de la pol¨ªtica. Y de la democracia.
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