Netanyahu se?ala la amenaza iran¨ª como m¨¢xima prioridad al asumir el poder

Arranca hoy el Gobierno de Benjam¨ªn Netanyahu con unos rasgos muy similares al que encabez¨® durante su primer mandato (1996-1999): la fragmentaci¨®n, la inestabilidad y el anclaje en la derecha radical. En una agitada sesi¨®n, la Kneset (el Parlamento israel¨ª) respald¨® anoche al Gabinete del l¨ªder del Likud, el m¨¢s amplio de la historia de Israel, con 30 ministros. Dos prioridades ineludibles enunci¨® Netanyahu: el programa nuclear iran¨ª -"la mayor amenaza a la existencia de Israel", afirm¨®- y la crisis econ¨®mica que comienza a provocar estragos.

S¨®lo David Ben Guri¨®n, Simon Peres e Isaac Rabin han ocupado al menos dos veces la jefatura del Gobierno, eran tiempos de mayor estabilidad pol¨ªtica. Netanyahu tiene ahora m¨¢s ministros que diputados (27) y ya ha sido encargada una nueva mesa para las reuniones del Gabinete. En la actual, no caben. Todo por la necesidad de pactar con cinco partidos en una coalici¨®n que estar¨¢ sometida a permanentes tensiones.

La coalici¨®n de seis partidos someter¨¢ al Gobierno a tensiones constantes

Cinco laboristas se abstuvieron en la investidura del l¨ªder del Likud

Es una alianza de extrema derecha en la que s¨®lo la presencia del Partido Laborista permite un lavado a esa imagen radical ante Washington, aunque desde hace a?os asociar laborismo e izquierda sea m¨¢s el deseo de muchos que una realidad. En total, 69 de los 120 parlamentarios apoyaron al Ejecutivo, pero cinco diputados laboristas se abstuvieron en protesta por la entrada de su partido en el Gobierno. Y algunos -Yaakov Litzman, de Unidad por la Tor¨¢ y el Juda¨ªsmo- no aguardaron ni un instante para advertir a Netanyahu: "Si discute sobre Jerusal¨¦n, habr¨¢ elecciones".

Avigdor Lieberman, presidente del extremista Yisrael Beiteinu, ser¨¢ el jefe de la diplomacia; Ehud Barak, l¨ªder laborista, ministro de Defensa; los ultraortodoxos sefard¨ªes del Shas dirigir¨¢n el Ministerio de Vivienda, vital para su electorado, plagado de familias numeros¨ªsimas. El Likud se reserva Hacienda y Educaci¨®n, pero Netanyahu ha tenido que dividir departamentos y crear otros nuevos para colocar a los dirigentes (varios de ellos afamados halcones) a los que prometi¨® cargos pol¨ªticos. Moshe Yaalon, ex jefe del Estado Mayor, se encargar¨¢ de Asuntos Estrat¨¦gicos. Benny Begin, hijo del ex primer ministro Menahem Begin, es ministro sin cartera y participar¨¢ en las sesiones decisivas del Gobierno. S¨®lo dos mujeres son ministras.

Las componendas de Netanyahu han sido de calado: millones de euros para las escuelas talm¨²dicas a requerimiento del Shas; compromiso con Lieberman de ampliar una colonia al este de Jerusal¨¦n que seccionar¨ªa Cisjordania en dos mitades... La jefa de la oposici¨®n, Tzipi Livni (Kadima), calific¨® esos tejemanejes de "verg¨¹enza para la Kneset".

Son asuntos que pueden hundir al Ejecutivo. Porque, adem¨¢s, en el propio Likud cunde la desaz¨®n. Figuras prominentes del partido -especialmente el ex ministro de Hacienda y Exteriores Silvan Shalom- han sido relegadas.

Dos son los retos, seg¨²n Netanyahu. "El mayor peligro para el Estado de Israel y para la humanidad proviene de un r¨¦gimen radical que intenta dotarse de armas nucleares. Israel encara dos inmensos desaf¨ªos en los frentes de la econom¨ªa y la seguridad. Nuestras decisiones determinar¨¢n si somos capaces de superar la tormenta", advirti¨®.

Ir¨¢n y su programa at¨®mico son su pesadilla. El Gobierno de Ehud Olmert ya rechaz¨® tajantemente la negociaci¨®n con Teher¨¢n, pero la nueva Administraci¨®n de Barack Obama apuesta por esa v¨ªa. Mientras, Netanyahu tratar¨¢ de persuadir al presidente de EE UU de endurecer las sanciones contra Ir¨¢n. En todo caso, un ataque contra Ir¨¢n exige el benepl¨¢cito de Washington. Pero Israel no se queda de brazos cruzados. Los expertos consideran que el ataque a¨¦reo a un cargamento de armas en Sud¨¢n, en enero, es un mensaje a Teher¨¢n: su aviaci¨®n es capaz de golpear a 2.000 kil¨®metros de distancia. Los servicios de espionaje israel¨ªes est¨¢n convencidos de que resta s¨®lo un a?o para que el Ej¨¦rcito iran¨ª pueda contar con la cantidad suficiente de uranio enriquecido para fabricar la primera bomba at¨®mica.