Berlusconi deja plantada a Merkel
Los organizadores de la cumbre de la OTAN ten¨ªan preparada una sencilla recepci¨®n para escenificar la unidad de la Alianza. A orillas del r¨ªo Rin, los dirigentes deb¨ªan descender de sus coches en el lado alem¨¢n para ser recibidos por la canciller alemana, Angela Merkel. Desde all¨ª estaba previsto que caminaran todos juntos hacia la parte francesa por un puente peatonal, a mitad del cual les saludar¨ªa el presidente franc¨¦s, Nicolas Sarkozy.
Todos los l¨ªderes presentes en la cumbre siguieron el protocolo sin problemas. Todo menos uno: el primer ministro italiano, quien sorprendi¨® a los presentes al bajarse del coche enfrascado en una absorbente conversaci¨®n a trav¨¦s de su tel¨¦fono m¨®vil. Al poner el pie en tierra, Berlusconi hizo un gesto dirigido a Merkel para indicarle que iba a tardar un poco en poder saludarla. La canciller primero sonri¨®. Luego, al ver c¨®mo el italiano se alejaba caminando por la orilla, su rostro se torn¨® m¨¢s serio.
Al final, los l¨ªderes cruzaron la pasarela sobre el Rin sin esperar al dirigente italiano, que les sigui¨® minutos despu¨¦s caminando apresuradamente junto a dos asesores. "Es que estaba tratando de convencer al primer ministro de Turqu¨ªa, Tayyip Erdogan, para que aceptase al dan¨¦s Anders Fogh Rasmussen como nuevo secretario general de la OTAN", se justificaron fuentes del Gobierno italiano. "Sus gestiones no han tenido mucho ¨¦xito", precis¨® un alto funcionario de la delegaci¨®n turca.
No es la primera escena que protagoniza el primer ministro italiano en esta semana de in-tensas reuniones diplom¨¢ticas. El mi¨¦rcoles, durante la reuni¨®n del G-20 en Londres, Berlusconi asust¨® a la mism¨ªsima reina de Inglaterra, Isabel II, al gritar a sus espaldas "?Se?or Obama! ?Soy Berlusconi!" cuando el presidente estadounidense se incorpor¨® a la foto en grupo de los l¨ªderes mundiales.
La prensa italiana se hizo amplio eco del incidente, con el peri¨®dico La Stampa destacando la "imbatible habilidad de hacer el rid¨ªculo" de Berlusconi.
La respuesta del primer ministro italiano fue airada, tanto que amenaz¨® con boicotear a los medios. "No hablar¨¦ m¨¢s con vosotros", les dijo, seg¨²n la agencia de noticias italiana ANSA. "Mientras yo trabajo para Italia, vosotros hac¨¦is justo lo contrario. No voy a dar m¨¢s ruedas de prensa", anunci¨®.
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