Espa?a contribuir¨¢ con 450 soldados a las elecciones afganas

Un batall¨®n reducido de 450 soldados en vez de los 700 habituales, por un periodo temporal (unos cuatro meses) y con una misi¨®n limitada: garantizar la seguridad de las elecciones afganas del 20 de agosto. ?sta es la contribuci¨®n que el presidente espa?ol, Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero, puso ayer sobre la mesa del Consejo Atl¨¢ntico, reunido en Estrasburgo (Francia) con la asistencia del nuevo presidente de EE UU, Barack Obama. Adem¨¢s, anunci¨® el env¨ªo de 40 guardias civiles para la instrucci¨®n de un cuerpo paramilitar de la polic¨ªa afgana y la donaci¨®n de nueve millones de euros, cinco para financiar el proceso electoral y cuatro para formar al Ej¨¦rcito afgano.

Aunque mostr¨® su respaldo a la nueva estrategia de Obama para Afganist¨¢n y Pakist¨¢n, Zapatero se mostr¨® cicatero. Con el ojo puesto en las cr¨ªticas que le han llovido por desdecirse de sus reiteradas negativas a incrementar las tropas, asegur¨® que "el Gobierno no es partidario, y no lo va ser", de ampliar la contribuci¨®n militar espa?ola en Afganist¨¢n y que, cuando concluya su misi¨®n, el batall¨®n "regresar¨¢ a Espa?a y el contingente se quedar¨¢ en los 770 militares que tiene ahora". Si el actual presidente, Hamid Karzai, gana con claridad las elecciones, el batall¨®n se replegar¨¢ en septiembre. Si no es as¨ª, deber¨¢ esperar a la segunda vuelta, en octubre.

Zapatero pas¨® por alto el hecho de que la misi¨®n de los 40 guardias civiles no acabar¨¢ con las elecciones, igual que la de los 12 instructores que adiestrar¨¢n a un batall¨®n afgano. Tambi¨¦n que Espa?a tiene otros compromisos, como enviar 70 militares para la protecci¨®n del aeropuerto de Kabul dentro de un turno rotatorio de la OTAN.

Lo que qued¨® claro es que, en contra del deseo de los mandos militares, el refuerzo electoral no se traducir¨¢ en un aumento permanente de la presencia militar en Badghis, la provincia bajo responsabilidad espa?ola, donde se han multiplicado los ataques talibanes. Fuentes de Defensa indicaron que el batall¨®n se desplegar¨¢ en Qal-i-Naw, lo que obligar¨¢ a construir un campamento provisional, ya que a¨²n no han empezado las obras de la nueva base.

Como record¨® Zapatero, Espa?a ya envi¨® sendos batallones (con m¨¢s de 500 efectivos cada uno) a las elecciones afganas de 2004 y 2005, sin que se generase pol¨¦mica y en pleno mandato de Bush. La diferencia es que ahora el propio Gobierno ha creado una expectaci¨®n desmesurada.

Zapatero explic¨® que fue uno de los primeros ministros, junto a los de Canad¨¢, Reino Unido y Noruega, que exigi¨® la retirada de la nueva ley del Gobierno de Kabul que consagra la discriminaci¨®n de la mujer entre los hazaras (minor¨ªa afgana de confesi¨®n chi¨ª). "Es una cuesti¨®n de principios", dijo tras subrayar que la religi¨®n no puede justificar violaciones de los derechos humanos.

Tambi¨¦n estaba, aparentemente, la religi¨®n tras el rechazo turco a la candidatura del dan¨¦s Anders Fogh Rasmussen para secretario general de la OTAN. Seg¨²n Zapatero, su buena relaci¨®n con el primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, "desempe?¨® un papel" para que Turqu¨ªa levantase su veto. Rasmussen acudir¨¢ el lunes al foro de la Alianza de las Civilizaciones, en Estambul, y se espera que all¨ª pida disculpas a los musulmanes por el incidente de las caricaturas de Mahoma.