Tras la pista de la bomba at¨®mica nazi
Detectives nucleares de la Comisi¨®n Europea identifican uranio del reactor de Heisenberg
El ¨²ltimo cap¨ªtulo del programa nuclear del nazismo narra la llegada a Haigerloch, una peque?a ciudad del suroeste de Alemania, de unos militares y cient¨ªficos estadounidenses poco despu¨¦s de que todo un premio Nobel huyera de all¨ª en bicicleta, portando cubos de uranio utilizados en el intento de construir la bomba. Ahora, cient¨ªficos de la Comisi¨®n Europea, actuando como detectives nucleares, han confirmado que este material perteneci¨® al proyecto.
El 24 de abril de 1945 entraban en la ciudad, ya bajo dominio franc¨¦s, los miembros de la misi¨®n ALSOS. Formaba parte del Proyecto Manhattan, el plan secreto liderado por EE UU para crear una bomba at¨®mica antes que los alemanes. Su objetivo: descubrir si los nazis les hab¨ªan pisado los talones en la carrera por el arma que su pa¨ªs utilizar¨ªa cuatro meses despu¨¦s contra Jap¨®n. Los miembros de ALSOS tomaron prisioneros en sus casas a muchos cient¨ªficos, pero uno de ellos, Werner Heisenberg, premio Nobel de F¨ªsica en 1932 por la creaci¨®n de la mec¨¢nica cu¨¢ntica, hab¨ªa conseguido escapar dos d¨ªas antes de la ciudad.
El cient¨ªfico alem¨¢n huy¨® en bicicleta con varios cubos de material
Se ha demostrado que el proyecto estaba lejos del arma at¨®mica
Heisenberg era un cient¨ªfico valorado en la Alemania nazi. Trabajaba para crear un reactor nuclear con apoyo del Ej¨¦rcito. Pero en 1942 los militares le pidieron que lograra un arma nuclear en el plazo de nueve meses. Heisenberg neg¨® ser capaz y perdi¨® el apoyo. En un Berl¨ªn asediado, decidi¨® marcharse a Haigerloch para seguir trabajando en su reactor, y le pidi¨® a un colega m¨¢s aventajado en la carrera nuclear, Kurt Diebner, que le facilitara un n¨²mero suficiente de los cubos de uranio que hab¨ªa conseguido fabricar.
Pero la derrota alemana hizo imposible el proyecto. Heisenberg enterr¨® junto al resto de cient¨ªficos los cubos de uranio, cogi¨® su bicicleta y recorri¨® 250 kil¨®metros hasta la ciudad de Garmisch-Partenkirchen, cerca de la frontera con Austria. All¨ª esperaba refugiarse con unos familiares para zafarse de una detenci¨®n que al final se revelar¨ªa inevitable. Una versi¨®n de aquellos hechos afirma que en su huida llevaba consigo un curioso recuerdo de los d¨ªas de laboratorio: unos cuantos de los 664 cubos de uranio del reactor que constru¨ªa.
Hasta ahora no se hab¨ªa podido confirmar que los llevara consigo. A principios de los a?os 60 unos ni?os encontraron un cubo de metal en la orilla de un r¨ªo no muy lejos de Garmisch-Partenkirchen. El cubo pas¨® por manos privadas y p¨²blicas hasta que en 2002 lleg¨® a los cient¨ªficos del Instituto de Elementos Transur¨¢nicos (ITU) de Karlsruhe (Alemania), un centro de investigaci¨®n de la Comisi¨®n Europea reconocido por albergar a algunos de los mejores detectives nucleares de Europa. ?sta es la denominaci¨®n coloquial que asumen con naturalidad los forenses nucleares de este centro de investigaci¨®n, capaces de hacer hablar a apenas unos miligramos de material radiactivo para que revelen su origen, su fecha de procesado y algunos otros datos que matizan cient¨ªficamente la narraci¨®n oficial de la historia.
El uranio, como todos los elementos radioactivos, es inestable. Sus ¨¢tomos van desintegr¨¢ndose gradualmente. Ese proceso y el periodo de tiempo necesario para que la mitad de los n¨²cleos de un elemento se desintegre es suficientemente conocido: se denomina semivida y permite datar su edad. Sin embargo, se trata de un proceso en parte aleatorio y las cifras se logran por una aproximaci¨®n estad¨ªstica. Adem¨¢s, los is¨®topos (variantes con diferente n¨²mero de neutrones de un mismo elemento qu¨ªmico) que componen el uranio natural tienen una semivida muy larga.
Por ejemplo, el is¨®topo de uranio 234U, presente en el 0,0055% del uranio natural, tiene una semivida de 245.500 a?os. Con un tiempo tan largo y una cantidad de muestra tan ¨ªnfima, parece dif¨ªcil atinar con una fecha concreta. Pero ha sido analiz¨¢ndolo c¨®mo los cient¨ªficos del ITU, bajo la direcci¨®n de Klaus Mayer, acaban de afirmar que el uranio del cubo se proces¨® por ¨²ltima vez a finales de 1943. Es decir, algo antes de que, seg¨²n el relato hist¨®rico, llegara a manos de Heisenberg. Empleando simult¨¢neamente dos t¨¦cnicas -espectrometr¨ªa de masa y espectrometr¨ªa alfa- estos detectives nucleares han logrado la primera prueba experimental de la actividad nuclear de la Alemania nazi. Y han conseguido precisar hasta d¨®nde hab¨ªa llegado la ciencia nuclear alemana.
Los fragmentos han revelado la presencia de impurezas de parafina, una de las sustancias moderadoras que permiten que los neutrones tengan una probabilidad mayor de interactuar con el uranio y desencadenen as¨ª la esperada reacci¨®n nuclear. La parafina era la sustancia moderadora favorita de Heisenberg. Adem¨¢s, se han hallado trazas de calcio, que se usaba para convertir el ¨®xido de uranio en el metal de los cubos. As¨ª han podido saber que aquel uranio se extrajo de la mina checa de Joachimsthal (actual J¨¢chymov). Para saberlo han usado unas completas bases de datos. En el ITU se dispone de bases "de pr¨¢cticamente la totalidad de lugares en el mundo donde se extrae o se procesa el uranio", afirma Mayer, con la excepci¨®n de "ciertas zonas de Asia Central".
Heisenberg muri¨® en 1976. Siempre neg¨®, arguyendo motivos morales, que su investigaci¨®n pretendiera lograr una bomba at¨®mica. Para lograrla, hay que enriquecer el uranio a¨²n m¨¢s que para su uso en reactores. Ahora, los investigadores del ITU han comprobado que en los cubos de uranio no hab¨ªa arrancado el proceso de fisi¨®n. "As¨ª que sus dispositivos no eran los adecuados para una reacci¨®n de fisi¨®n retroalimentada", seg¨²n Mayer. En otras palabras, el reactor de Heisenberg fracas¨®. Y si no era capaz de conseguir uranio lo suficientemente enriquecido para poner en marcha su reactor, mucho menos una bomba at¨®mica.
Los alijos m¨¢s recientes
La dataci¨®n hist¨®rica es s¨®lo una parte de la actividad de los detectives nucleares. Tambi¨¦n es su responsabilidad la identificaci¨®n del material nuclear incautado en las fronteras exteriores de la Uni¨®n Europea. La ¨²ltima detecci¨®n tuvo lugar en el puerto de Rotterdam (Holanda). En una fecha no revelada de octubre o noviembre de 2008, un barco procedente de San Petersburgo pretendi¨® introducir uranio -en una cantidad que no se ha hecho p¨²blica- enriquecido en un 4% y un 16%. El enriquecimiento de uranio busca aumentar el porcentaje del is¨®topo 235U presente en el uranio natural para su aprovechamiento energ¨¦tico y armament¨ªstico. El material se est¨¢ analizando desde el 16 de febrero en el ITU.
En la actualidad, Rusia es, junto a los pa¨ªses del C¨¢ucaso, el lugar de origen m¨¢s frecuente de los alijos nucleares. Desde 1993 a 2007, la Agencia Internacional de la Energ¨ªa ha tenido noticia de 1.340 incidentes, en su inmensa mayor¨ªa residuos de is¨®topos usados en medicina, como el cobalto o el cesio. Los incidentes m¨¢s interesantes para los detectives nucleares, sin embargo, son los 16 que implicaban material nuclear (uranio y plutonio) suficientemente enriquecido para su uso armament¨ªstico. No obstante, el ITU afirma que los casos van decreciendo a raz¨®n de 10 por a?o.
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