Los informes secretos sobre la ca¨ªda del Cougar
El 16 de agosto de 2005, 17 militares espa?oles que formaban parte de un batall¨®n destinado a garantizar la seguridad de las elecciones afganas (igual que la unidad que el presidente Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero se ha comprometido ante la OTAN a enviar este verano) perdieron la vida cuando realizaban un ejercicio t¨¢ctico. El helic¨®ptero en el que viajaban se estrell¨®, pereciendo todos sus ocupantes, y el que le segu¨ªa hizo un aterrizaje forzoso al creer que sus compa?eros hab¨ªan sido derribados. El Centro Nacional de Inteligencia (CNI), que ten¨ªa varios agentes destacados con el contingente espa?ol, abri¨® una investigaci¨®n que se plasm¨® en tres informes, fechados el d¨ªa del suceso y en dos jornadas posteriores. EL PA?S ha tenido acceso a estos documentos, que fueron desclasificados por el Consejo de Ministros del pasado 21 de marzo y enviados al juez. Los informes explican que los esp¨ªas estuvieron en el lugar del siniestro poco despu¨¦s de que se produjera, interrogaron a cuatro testigos, realizaron averiguaciones con un responsable afgano y visitaron una localidad vecina con precedentes talibanes.
De los documentos, que se reproducen casi en su integridad, se deduce que ning¨²n dato aval¨® la teor¨ªa de un ataque, aunque el CNI supo que los se?ores de la guerra de la zona estaban a punto de recibir misiles antia¨¦reos, dise?ados para atacar aeronaves, y que un cabecilla talib¨¢n, el mul¨¢ Dadullah, reivindic¨® el supuesto derribo del helic¨®ptero espa?ol.
El Gobierno decidi¨® desclasificar estos informes a petici¨®n del titular del juzgado militar territorial n¨²mero 11, que tuvo que reabrir una investigaci¨®n que hab¨ªa archivado tres meses antes por considerar "del todo improbable" la hip¨®tesis del atentado y no encontrar "responsabilidad penal alguna" en el accidente. El tribunal militar dio la raz¨®n al padre del piloto fallecido, el capit¨¢n Eduardo Guitard, quien present¨® un recurso alegando "indefensi¨®n", pues s¨®lo pudo acceder a los 10 tomos del sumario el mismo d¨ªa en que se decretaba su archivo.
Desde que se reabri¨® la investigaci¨®n, el juez ha llamado a declarar al secretario y al instructor del atestado, que se han contradicho entre s¨ª sobre la participaci¨®n del primero en las diligencias iniciales. Adem¨¢s, ha reclamado todos los informes que no hab¨ªan salido a la luz.
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