El 'hurac¨¢n' Obama apunta a Cuba
Cambios inminentes en la relaci¨®n entre Washington y La Habana - El aumento de visitas a la isla al eliminarse las restricciones supondr¨¢ un reto para el r¨¦gimen
Si Barack Obama fuese un hurac¨¢n, en estos momentos podr¨ªa estar cerca de La Habana... Numerosas variables as¨ª lo indican. Las presiones de Am¨¦rica Latina sobre el presidente de Estados Unidos para que levante el embargo a Cuba nunca han sido tan grandes. Y nunca antes, ni siquiera con los Gobiernos dem¨®cratas de Jimmy Carter y Bill Clinton, la posibilidad de un acercamiento bilateral ha estado tan pr¨®xima. Lo demanda la coherencia del Obama con su propio discurso dialogante, y lo posibilita el cambio de la correlaci¨®n de fuerzas dentro y fuera de Estados Unidos. Cuba, sacudida por la crisis y gobernada por un liderazgo hist¨®rico que llega a su final, lo necesita.
M¨¢s temprano que tarde, Washington y La Habana est¨¢n obligados a entenderse. Y en el complejo fen¨®meno del deshielo y de la evoluci¨®n de Cuba, el factor Obama es clave, opinan diplom¨¢ticos y analistas.
"Cuba tiene inter¨¦s en normalizar la relaci¨®n con EE UU", dice un analista
Unos 400.000 cubanoamericanos podr¨ªan viajar a la isla cada a?o
S¨®lo han pasado unos d¨ªas del viaje a la isla de un grupo de congresistas dem¨®cratas opuestos al embargo. En un gesto hacia Washington, fueron recibidos por Ra¨²l y Fidel Castro. Ahora toda la atenci¨®n se centra en la pr¨®xima cumbre de las Am¨¦ricas, que se celebrar¨¢ en Trinidad y Tobago entre el 17 y el 19 de abril.
En v¨ªsperas del encuentro, Obama podr¨ªa eliminar las restricciones que existen para que los cubanoamericanos viajen a la isla y env¨ªen remesas a sus familiares. Ser¨ªa un gesto de acercamiento a Cuba, pero tambi¨¦n hacia la regi¨®n, y afectar¨ªa a un mill¨®n y medio de exiliados.
Seg¨²n un economista cubano, si ello sucede se triplicar¨¢n los viajes de los emigrantes, que hoy rondan los 130.000 anuales, sumadas las visitas legales e ilegales. Si la crisis lo permite, cerca de 400.000 cubanoamericanos podr¨ªan viajar a la isla cada a?o. Un reto pol¨ªtico para La Habana.
Fidel Castro dijo esta semana que no teme al di¨¢logo con Estados Unidos y que su pa¨ªs no necesita de la "confrontaci¨®n" para existir. Llam¨® "tontos" a los que as¨ª piensan, aunque muchos en su pa¨ªs piensan as¨ª y dicen que el embargo le ha sido muy ¨²til para gobernar al ex mandatario.
De cualquier modo, hoy hay que hablar con extrema cautela, pues todo est¨¢ cambiando en el ajedrez pol¨ªtico bilateral. Lo que antes no parec¨ªa posible -o parec¨ªa f¨¢cil de sabotear- hoy cobra fuerza. Por ejemplo, el Congreso de Estados Unidos debatir¨¢ dos proyectos para levantar las restricciones que impiden a los norteamericanos viajar a Cuba.
El Caribe es visitado anualmente por 22 millones de turistas. M¨¢s del 50% son norteamericanos. Diversos estudios en Estados Unidos indican que el primer a?o podr¨ªan visitar La Habana un mill¨®n de estadounidenses, y despu¨¦s hasta tres millones anuales. Si la veda fuera levantada en Washington -cosa que a¨²n no est¨¢ clara-, las relaciones entre ambos pa¨ªses se transformar¨ªan sustancialmente aunque nada m¨¢s se tocara del embargo. Tambi¨¦n cambiar¨ªan cosas dentro de Cuba... Observadores y diplom¨¢ticos aseguran que tanto Cuba como Estados Unidos prefieren que el acercamiento sea m¨¢s bien "lento", pues nadie est¨¢ interesado en perder el control de los acontecimientos. Pero de que las cosas van adelante, van.
"Si me hubiera preguntado hace algunos a?os, le habr¨ªa respondido diferente, pero hoy la respuesta es s¨ª: Cuba est¨¢ interesada en la normalizaci¨®n de las relaciones con Washington, aunque ello suponga un riesgo y cambie el escenario interno", afirma un analista cubano. Agrega que hay un elemento que distingue este momento de otros: "La dirigencia hist¨®rica, la que hizo la revoluci¨®n y sac¨® la bronca con Washington, quiere que el deshielo tambi¨¦n se produzca con ellos, no con sus hijos o nietos despu¨¦s de su muerte".
Otra raz¨®n es econ¨®mica; "Cuba se beneficiar¨ªa considerablemente del fin del embargo", dice. El a?o pasado la isla import¨® de Estados Unidos cerca de 500 millones de d¨®lares (alrededor de 380 millones de euros) en alimentos sin ning¨²n tipo de cr¨¦ditos. Ni hablar de los efectos en el turismo, que hoy representa la segunda fuente de ingresos del pa¨ªs.
Ahora todo depende de los pr¨®ximos movimientos de Washington y La Habana en la cumbre de las Am¨¦ricas, reuni¨®n que convoca Estados Unidos con los pa¨ªses del hemisferio, excepto Cuba. Washington ha expresado su deseo de que este encuentro no se centre en el tema cubano.
La preocupaci¨®n es natural. En los ¨²ltimos seis meses una decena de presidentes latinoamericanos ha viajado a Cuba y ha condenado el embargo. Entre ellos hay pesos pesados, como el brasile?o Lula; aliados naturales como Rafael Correa, de Ecuador; las mandatarias de Argentina y Chile, Cristina Fern¨¢ndez y Michele Bachelet; y por supuesto tambi¨¦n el venezolano Hugo Ch¨¢vez, quien el viernes viaj¨® a La Habana para coordinar posiciones.
La cumbre de Trinidad y Tobago ser¨¢ una mesa de juego. Cuba podr¨¢ elegir presionar a Estados Unidos o darle margen; Washington descubrir¨¢ tambi¨¦n alguna de sus cartas.
Funcionarios cubanos admiten que muchas pol¨ªticas y movimientos econ¨®micos se dibujar¨¢n en la isla cuando se conozca el alcance del hurac¨¢n Obama. No se puede descartar ninguna jugada.
Hace cinco a?os pocos habr¨ªan cre¨ªdo que una influyente organizaci¨®n del exilio como la Fundaci¨®n Cubano-Americana iba a describir el embargo como "un s¨ªmbolo" del que se podr¨ªa prescindir, como acaba de afirmar esta semana. Eso s¨ª, la organizaci¨®n ha dejado claro que hay que mantener el embargo hasta que se garanticen las libertades y los derechos humanos de los cubanos.
Cinco d¨¦cadas de embargo
- 1960. Tras derrocar en 1959 al r¨¦gimen de Fulgencio Batista, Fidel Castro lanza su pol¨ªtica de nacionalizaciones, que implica la expropiaci¨®n de bienes estadounidenses. Washington reacciona rompiendo las relaciones diplom¨¢ticas con La Habana y reduciendo las importaciones de az¨²car.
- 1962. En febrero, John F. Kennedy ordena la imposici¨®n de un embargo comercial sobre Cuba, que se ha alineado con la Uni¨®n Sovi¨¦tica. El a?o anterior, Estados Unidos hab¨ªa impulsado la fracasada invasi¨®n de la Bah¨ªa de Cochinos.
- 1963. Tras la crisis de los misiles, Washington dicta restricciones a los viajes a la isla de ciudadanos estadounidenses.
- 1977. El presidente Jimmy Carter se niega a renovar las restricciones a los viajes y al gasto de d¨®lares estadounidenses en Cuba. Ronald Reagan las volver¨¢ a introducir en los ochenta.
- 1996. El Acta para la Libertad Cubana y la Solidaridad Democr¨¢tica del Congreso de EE UU, conocida como Ley Helms-Burton, endurece el embargo al establecer sanciones para las compa?¨ªas extranjeras que comercien con Cuba.
- 1998. Bill Clinton reduce las restricciones al env¨ªo de dinero a familiares por parte de cubanos en el exilio.
- 2000. El Congreso de Estados Unidos suaviza el embargo y permite la venta de alimentos y medicamentos.
- 2003. La Administraci¨®n de George Bush anuncia un paquete de medidas para acelerar el fin del r¨¦gimen comunista en Cuba que refuerza los controles sobre el env¨ªo ilegal de dinero a la isla y nuevas restricciones a los viajes.
- 2009. El Congreso de Estados Unidos levanta el endurecimiento de las normas establecido por la Administraci¨®n Bush en 2003.
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