Tecnolog¨ªa en organismos vivos

"La ciencia es el alma de la prosperidad de las naciones y la fuente de vida de todo progreso". Con est¨¢ m¨¢xima de Louis Pasteur como lema se presenta al p¨²blico

NBT Newbiotechnic, una empresa pionera de base tecnol¨®gica, nacida en Sevilla hace 10 a?os en el seno de la universidad.

Newbiotechnic se ha situado en el mercado como referencia en agroalimentaci¨®n y gen¨®mica funcional con cuatro productos de biocontrol, entre ellos, el primer biofungicida registrado en Espa?a, que est¨¢ a punto de obtener el registro de la UE.

El nacimiento de NBT parte de las investigaciones universitarias de los catedr¨¢ticos Antonio Llobell, en la universidad sevillana, y Enrique Monte, en la de Salamanca. Sus investigaciones sobre la Tricoderma, un hongo filamentoso que sirve para actuar en el control de enfermedades de las plantas, fue el germen.

El apoyo decidido, en este caso de una entidad de ahorro -inicialmente El Monte, hoy Cajasol-, permiti¨® que en 1999, con un capital de 10 millones de pesetas, naciera NBT. Hoy la empresa sigue siendo en un 95% propiedad de la caja sevillana, que tiene clara su apuesta por la biotecnolog¨ªa como catalizador de modernidad y mejora competitiva de un sector tan tradicional en Andaluc¨ªa como el agrario. Los investigadores que la concibieron cierran el accionariado.

"Cuando nacimos era m¨¢s dif¨ªcil que ahora. No hab¨ªa tanta financiaci¨®n y la competencia por lograrla era mayor", afirma Manuel Rey, director gerente de NBT, que se incorpor¨® a la empresa directamente en sus inicios desde su puesto de investigador en la universidad sevillana. "La mayor¨ªa de nuestras fuentes de ingresos eran entonces proyectos europeos financiados por la UE", comenta Rey, quien repasa su salida del nicho universitario como spin off para instalarse, primero, en la Isla de la Cartuja, ya con laboratorio propio, y posteriormente en el Pol¨ªgono PIBO, en Bollullos de la Mitaci¨®n, a unos 15 kil¨®metros de Sevilla.

Rey afirma que la salida de la universidad no fue una decisi¨®n f¨¢cil y tan bien vista como ocurre ahora. "Entonces casi te tachaban de traidor, mientras que ahora casi todo el mundo tiene o est¨¢ en alguna empresa de I+D".

El modelo de NBT era, adem¨¢s, una apuesta arriesgada y a largo plazo. "Nuestro modelo de maduraci¨®n era a largo plazo, y la patente no se consigui¨® registrar hasta 2003", explica Rey, quien a?ade que se constituyeron como una plataforma tecnol¨®gica que genera productos y servicios sectorialmente, tanto en el campo de la agricultura como en el del diagn¨®stico.

Los dos ¨²ltimos a?os han supuesto un cambio radical para NBT, que con 23 empleados tiene ya un capital social de 2,6 millones de euros y alcanza los 1,7 millones de facturaci¨®n. La apuesta europea por controlar los qu¨ªmicos en el campo y la cada vez m¨¢s boyante agricultura ecol¨®gica han situado a NBT en primera l¨ªnea, con una cartera tecnol¨®gica que acumula m¨¢s de 30 patentes (cuatro en vigor) que cubren varios sectores de aplicaci¨®n como la agricultura, el diagn¨®stico (835.000 an¨¢lisis anuales) y la terapia humana. Tusal es su producto estrella, junto a Fertusal, Vitagro y Hermes, y tiene cinco m¨¢s en desarrollo, uno de ellos de especial trascendencia para un cultivo tan importante como el olivar.