?Son los mejores? ?Qu¨¦ piensan?

La coyuntura con la que se encuentra el nuevo Gobierno y con la que comienza el segundo trimestre del a?o no puede ser m¨¢s desoladora. La secuencia de datos que van proporcionando los servicios de estudios privados y p¨²blicos es, en cada caso, peor que la anterior, y todas las cifras, sin excepci¨®n, empeoran el cuadro macroecon¨®mico del Gobierno. Hace un mes, el servicio de estudios del BBVA (al que se acaba de incorporar un excelente economista, Rafael Dom¨¦nech, que fue subdirector de la Oficina Econ¨®mica del Gobierno) pronostic¨® una ca¨ªda de la econom¨ªa espa?ola en el a?o en curso del 2,8%, con unos resultados letales para el empleo: una tasa de paro del 17,7% en 2009, que rondar¨¢ el 20% el a?o que viene. Poco despu¨¦s, la Fundaci¨®n de las Cajas de Ahorro (Funcas) elev¨® el primer porcentaje al 3%.

Los responsables econ¨®micos de la democracia tuvieron perfiles muy acusados, nada opacos

El viernes anterior a la Semana Santa, el bolet¨ªn econ¨®mico del Banco de Espa?a coincid¨ªa b¨¢sicamente con esos diagn¨®sticos y defin¨ªa para la econom¨ªa espa?ola la peor ca¨ªda en su producto interior bruto desde el final de la Guerra Civil (un 3%), lo que significa un paro del 17,1% en el a?o en curso, y del 19,4% de la poblaci¨®n activa en el siguiente. Estamos hablando de 4,5 millones de parados, casi 900.000 m¨¢s que los detectados por el Ministerio de Trabajo el pasado mes de marzo. Como elemento colateral, a?¨¢dase esta reflexi¨®n; seg¨²n un estudio privado, 4,5 millones de parados significan una morosidad media en el sistema financiero de alrededor del 9%, lo que entra?a que una docena o m¨¢s de entidades del sector entrar¨¢n en p¨¦rdidas. Por eso es por lo que el gobernador del Banco de Espa?a, Miguel ?ngel Fern¨¢ndez Ord¨®?ez, dice que cuando habla de paro, habla de lo suyo, y no se mete en camisa de 11 varas.

Es indudable que el nuevo Consejo de Ministros tiene como prioridad combatir esta crisis econ¨®mica que tiene visos de devenir en la peor de la joven democracia espa?ola. Analizados esos cambios, sobre todo los que afectan al departamento director de la pol¨ªtica econ¨®mica, las preguntas fundamentales son las siguientes: ?Han sido elegidos los mejores para esta coyuntura?; ?superan los nuevos a los anteriores en su puesto, y aumentan la confianza de la ciudadan¨ªa? Recu¨¦rdese que Pedro Solbes gan¨® en buena parte para los socialistas las elecciones generales de marzo de 2008, al insuflar m¨¢s certidumbre con sus propuestas y con su persona que la oposici¨®n.

?Qu¨¦ piensan los nuevos responsables de la pol¨ªtica econ¨®mica de la crisis que estamos soportando?, ?cu¨¢l es el discurso econ¨®mico de Elena Salgado y en qu¨¦ matices se diferencia del de Solbes? Pi¨¦nsese en los responsables econ¨®micos de la democracia, Fuentes Quintana, Fernando Abril, Boyer, Solchaga, Solbes en sus dos etapas, Rato, todos ellos con perfiles econ¨®micos -e ideol¨®gicos-, muy acusados y nada opacos. Hasta ahora, la diferencia entre el antes y el despu¨¦s se manifiesta en el concepto de celeridad, diversamente repetido. Celeridad para practicar las medidas de pol¨ªtica econ¨®mica adoptadas, las que est¨¢n en marcha (el fondo de recapitalizaci¨®n de entidades financieras, los instrumentos para avalar la deuda o adelantar el dinero que los ayuntamientos y las comunidades aut¨®nomas deben a las peque?as y medianas empresas, el nuevo sistema de financiaci¨®n de las comunidades, la agilizaci¨®n de las l¨ªneas de cr¨¦dito del Instituto de Cr¨¦dito Oficial, el di¨¢logo social,...) y las reformas estructurales pendientes en mercados tan significativos como el laboral o el energ¨¦tico. ?Tienen autonom¨ªa suficiente -y voluntad pol¨ªtica- para ponerlas en marcha?

M¨¢s all¨¢ de los ajustes inmediatos, las primeras piedras de toque de la personalidad econ¨®mica del nuevo gabinete estar¨¢n en el hecho de definir si se necesita o no un nuevo plan de est¨ªmulo para cortar la sangr¨ªa del paro (como est¨¢n haciendo algunos pa¨ªses), en el resultado de la financiaci¨®n auton¨®mica y en las l¨ªneas maestras de los Presupuestos de 2010 (con su techo de gasto) que habr¨¢n de definirse en los primeros 100 d¨ªas de su gobierno.

La crisis econ¨®mica ha impedido que en esta ocasi¨®n el ministro saliente deje al entrante una mejor situaci¨®n general, como en m¨¢s de una ocasi¨®n declar¨® Solbes. Y sin embargo, siempre recordaremos a este servidor p¨²blico ejemplar.