Una d¨¦cada de desencuentros
Obama vuelve la vista hacia Am¨¦rica Latina tras los nefastos a?os de la era Bush para las relaciones regionales
La quinta cumbre americana, que arranc¨® ayer en Trinidad y Tobago, es la m¨¢s importante desde que en 1994 el ex presidente Bill Clinton lanzara la idea del ?rea de Libre Comercio de las Am¨¦ricas (ALCA) con el objetivo de reducir dr¨¢sticamente la pobreza. Tras aquella primera cita de Miami hace 15 a?os, el clima de las relaciones regionales era bastante propicio para forjar acuerdos econ¨®micos. Sin embargo, las crisis, primero la de 1995 en M¨¦xico y luego la debacle de 1998 -que hizo temblar a Brasil y Argentina-, echaron por tierra todos los esfuerzos de integraci¨®n. A?adido a esto, la intransigencia y cierta prepotencia estadounidense a la hora de negociar acuerdos comerciales tampoco ayudaron mucho a consolidar la idea del ALCA.
Para Ch¨¢vez, Obama no cambiar¨¢ nada; sigue representando al 'imperio'
EE UU sabe que sin el apoyo de Brasil es imposible cualquier reconciliaci¨®n
En 2001, en la cumbre de Quebec, los dirigentes americanos lograron su mayor ¨¦xito: introdujeron la Cl¨¢usula Democr¨¢tica, que prescribe que toda alteraci¨®n o ruptura del orden democr¨¢tico en un pa¨ªs es un "obst¨¢culo insuperable" para su participaci¨®n en los foros hemisf¨¦ricos. La cl¨¢usula sali¨® adelante pese a las reservas del presidente venezolano, Hugo Ch¨¢vez, y hoy es el principal escollo para que un pa¨ªs como Cuba pueda reincorporarse normalmente a las organizaciones americanas. A ra¨ªz de la cumbre canadiense de abril de 2001 hubo un intento de Washington de reflotar el ALCA, pero todo qued¨® enterrado tras los atentados del 11-S.
El ataque deriv¨® toda la atenci¨®n de EE UU hacia Asia central y Oriente Pr¨®ximo, y la Casa Blanca cerr¨® la puerta de atr¨¢s, la que da a Am¨¦rica Latina. El ¨²nico inter¨¦s de Washington en esos momentos se centr¨® en la Triple Frontera entre Brasil, Argentina y Paraguay, una hist¨®rica zona contrabandista y lugar de residencia de una numerosa comunidad musulmana. Estados Unidos lleg¨® a estudiar una operaci¨®n militar en la zona, pero tras comprobarse que desde all¨ª se enviaba dinero a Hezbol¨¢ en L¨ªbano y poco m¨¢s, se descart¨® la misi¨®n.
Para la cumbre de 2005, en la ciudad argentina de Mar del Plata, Estados Unidos ya se hab¨ªa dado cuenta de que hab¨ªa perdido mucho peso en la regi¨®n. Venezuela hab¨ªa logrado forjar un frente antiestadounidense que m¨¢s tarde afianzar¨ªa gracias a las alianzas con Bolivia y Nicaragua, y la simpat¨ªa de Ecuador y Argentina. Entre 2003 y 2008, los a?os de bonanza econ¨®mica para toda Suram¨¦rica por los altos precios de las materias primas, Brasil aprovech¨® para consolidarse como potencia regional ante la total falta de atenci¨®n de Washington. Hoy, Obama sabe que ninguna iniciativa que ponga en marcha para mejorar las relaciones con Am¨¦rica Latina puede prosperar sin el visto bueno de Brasilia. Al cierre de la era Bush, los ¨²nicos aliados pol¨ªticos irreductibles que le quedaban a EE UU en el hemisferio eran Colombia y El Salvador.
Para revertir la d¨¦cada de los desencuentros, Obama ha dado dos pasos clave: primero, invit¨® al presidente Lula a la Casa Blanca para sellar un pacto con el todopoderoso Brasil. Luego, hizo suya la guerra que su hom¨®logo mexicano, Felipe Calder¨®n, libra contra el narcotr¨¢fico. Otros pa¨ªses latinoamericanos, como Colombia, Per¨², Chile y Uruguay no tienen una actitud agresiva contra EE UU. Por el contrario, o tienen acuerdos de libre comercio con Washington o pretenden tenerlos. El Gobierno de Argentina tiene que definir qu¨¦ v¨ªnculo quiere con Obama. El caso valijagate -el esc¨¢ndalo de financiaci¨®n de la campa?a de la presidenta Cristina Fern¨¢ndez con dinero de Ch¨¢vez en el que intervino la fiscal¨ªa de Miami- provoc¨® m¨¢s de un roce entre los dos pa¨ªses, y aunque las relaciones son cordiales, siguen siendo fr¨ªas.
Con el Gobierno ecuatoriano de Rafael Correa la situaci¨®n es parecida. Aunque Correa ha insistido en que las relaciones son "excelentes", ha habido acusaciones de injerencia por parte de Quito y la expulsi¨®n de alg¨²n que otro diplom¨¢tico estadounidense. El cierre de la base de Manta y el litigio por la expulsi¨®n de la petrolera Occidental han ampliado el distanciamiento.
Lo que ser¨¢ m¨¢s duro para Obama ser¨¢ lograr la reconciliaci¨®n de su pa¨ªs con Bolivia y Venezuela. Inicialmente, la relaci¨®n con Morales no fue mala. Pero poco a poco se fue deteriorando y se rompi¨® en febrero de 2008 cuando la cadena ABC inform¨® de que 30 cooperantes estadounidenses hab¨ªan sido instruidos por la Embajada para recolectar informaci¨®n sobre los venezolanos y cubanos enviados por sus Gobiernos para trabajar en Bolivia. A mediados de ese a?o, el embajador Phillip Goldberg fue expulsado tras reunirse con los gobernadores opositores a Morales en plena crisis pol¨ªtica. Ch¨¢vez inmediatamente sali¨® en respaldo de Morales y declar¨® persona no grata al embajador Patrick Duddy. Aparte de esto, denunci¨® el en¨¦simo plan de la CIA para derrocarlo. La Administraci¨®n Bush atiz¨® el enfrentamiento revocando el acceso de Bolivia al Pacto Comercial Andino y repatriando a cien cooperantes.
Las relaciones entre Washington y Caracas nunca fueron excelentes, pero tras el golpe contra Ch¨¢vez de abril de 2002, en el que el presidente vio la mano negra estadounidense, fueron de mal en peor. Ch¨¢vez no ha parado de arremeter contra EE UU. Con la llegada de Obama, Ch¨¢vez fue primero esc¨¦ptico -"No me hago ilusiones, es el imperio americano"-. No obstante, tras su reciente viaje a Teher¨¢n, el presidente venezolano se suaviz¨®: "Estoy dispuesto a apretar el bot¨®n de reinicio".
La quinta cumbre en 15 a?os
- Miami (diciembre de 1994). El entonces presidente Bill Clinton la convoc¨®. Se adoptaron dos documentos fundamentales: la Declaraci¨®n de Principios y el Plan de Acci¨®n, que abarca 23 ¨¢mbitos de cooperaci¨®n en materia pol¨ªtica, econ¨®mica y social. Se establece la meta de erradicar la pobreza mediante el ?rea de Libre Comercio de las Am¨¦ricas (ALCA).
- Santiago de Chile (abril de 1998). La agenda inclu¨ªa la consolidaci¨®n de la democracia, el respeto a los derechos humanos y el inicio de la negociaci¨®n del ALCA. Se aprobaron 27 iniciativas para poner en marcha, con especial prioridad en la educaci¨®n.
- Quebec (abril 2001). La declaraci¨®n final reafirma la determinaci¨®n de poner en marcha el ALCA y saca adelante la "Cl¨¢usula Democr¨¢tica". La cumbre estuvo marcada por violentas protestas callejeras de grupos antiglobalizaci¨®n. Se encomend¨® a la OEA la elaboraci¨®n de la Carta Democr¨¢tica Interamericana, adoptada en septiembre siguiente en la reuni¨®n de Lima.
- Mar del Plata (noviembre de 2005). Los desacuerdos sobre la inclusi¨®n del ALCA en el documento final, brotes de violencia en las calles y arduas reuniones bilaterales marcaron la cumbre. La pretensi¨®n de EE UU de relanzar el ALCA choc¨® con la postura de Mercosur y Venezuela, cuyo presidente, Hugo Ch¨¢vez adquiri¨® protagonismo por mandar "al carajo" la iniciativa.
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