De Nueva York a Bilbao
Nacido en el exilio, Irala ha desarrollado una s¨®lida carrera empresarial antes de cerrarla en la BBK
No hay quien ponga en duda que Irala es un buen gestor. En 1996, el entonces vicepresidente econ¨®mico, el popular Rodrigo Rato, le eligi¨® para dirigir la privatizaci¨®n de Iberia. El proceso se cerr¨® con un ¨¦xito que nadie discute. Pero en el coraz¨®n de Irala siempre ha habido un hueco para el romanticismo nacionalista, para el terru?o. Es un ni?o del exilio. Naci¨® en Nueva York en 1946 y es hijo de Ant¨®n de Irala, secretario general del primer Gobierno vasco, presidido por Jos¨¦ Antonio Agirre. Cuando se le abri¨® la puerta a residir en la a?orada Euskadi, renunci¨® a mayores ambiciones profesionales y no lo dud¨®. Asumi¨® la presidencia de BBK el primero de septiembre de 2003 y, pese a su querencia por el PNV, se mantuvo fiel a su imagen profesional y su perfil de mu?idor de acuerdos.
Rato le puso en 1996 al frente de la privatizaci¨®n de Iberia
Quem¨® su imagen de independiente al apoyar la plataforma Hemen Ibarretxe
Irala ha apostado por S¨¢nchez Gal¨¢n en Ibedrola frente a Florentino P¨¦rez
Antes de presidir Iberia, hab¨ªa sido vicepresidente de General Electric en Francia y del grupo Asea Brown Boveri (ABB) en Espa?a. Tras culminar la privatizaci¨®n de la compa?¨ªa a¨¦rea, el PNV le recuper¨® para Euskadi. Desde el primer d¨ªa qued¨® claro que su tarea era integrar las cajas.
Adicto a la Coca-Cola, tal vez por su cuna neoyorkina, Irala sucumbi¨® en el ¨²ltimo a?o de su mandato a las peticiones nacionalistas. Puede que en su salida descanse tambi¨¦n cierta amargura de hombre que ha perdido su independencia. Primero, impuls¨® una azarosa fusi¨®n a dos (BBK y Kutxa), con casi el ¨²nico apoyo inicial del PNV y el posterior acuerdo con CC OO. Esta decisi¨®n ya ara?¨® su hasta entonces impoluta imagen. Pero el gesto que quebr¨® definitivamente su imagen de gestor por encima de los partidos fue su aparici¨®n en la plataforma Hemen Ibarretxe, que se constituy¨® en periodo electoral para dar apoyo en la campa?a al hoy lehendakari en funciones.
En 2002 recibi¨® el premio Vasco Universal, que otorga el Ejecutivo vasco a quienes ofrecen una imagen positiva de Euskadi en el mundo. De Irala es ambicioso y desde el principio cambi¨® los planes de la BBK. Su predecesor, Jos¨¦ Ignacio Berroeta, mantuvo una pol¨ªtica de solvencia y crecimiento moderado; actitud contraria a los planes de De Irala, que impuls¨® la salida de la penumbra. Tras a?os mareando la perdiz de la fusi¨®n, un objetivo del PNV tan viejo como demorado, Irala logr¨® en 2005 lo que parec¨ªa imposible: la voluntad de integraci¨®n de las tres entidades. Dos estaban presididas por el PNV (Kutxa y BBK) y una por el PSE-EE, gracias al apoyo del PP (Vital). Fue un buen intento, pero las desavenencias pol¨ªticas lo hicieron imposible. Los tres presidentes de entonces, De Irala, Carlos Etxepare (Kutxa) y Gregorio Rojo (Vital), pactaron un documento en el que quedaba claro que la hoja de ruta soberanista del lehendakari, Juan Jos¨¦ Ibarretxe, hac¨ªa imposible el proyecto.
El aliento del PNV en la nuca de De Irala y el relevo de Etxepare por un hombre de la m¨¢xima confianza del PNV de Guip¨²zcoa, Xabier Iturbe, produjeron un cambio total de estrategia. La guipuzcoana Kutxa y la vizca¨ªna BBK optaron, guiados por el PNV y amparados en la crisis del sistema financiero internacional, por abandonar a la Vital e impulsar la llamada fusi¨®n a dos: un proyecto fallido.
Durante los casi seis a?os que ha durado su mandato al frente de BBK, Irala ha aprovechado su poder econ¨®mico y ha tomado decisiones importantes, como el respaldo al presidente de Iberdrola, Ignacio S¨¢nchez Gal¨¢n, en su pugna con el de ACS, Florentino Dom¨ªnguez, o la venta de la participaci¨®n accionarial (10%) que la BBK ten¨ªa en la Acer¨ªa Compacta de Bizkaia (ACB), por discrepancias con Arcelor Mittal. Irala se retira, pero permanecer¨¢ en algunos consejos de administraci¨®n.
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