Un hombre mortal
Ensayo. En un mundo de inmortales como el nuestro, basado en el culto al cuerpo, a la belleza y al ¨¦xito a cualquier precio, incluido el de la decencia ¨¦tica, la muerte representa un molesto accidente que casi siempre le sucede a los dem¨¢s. En esta vida simuladamente eterna no existen las enfermedades, las guerras en nuestro nombre, las pateras al otro lado de la verja de Melilla o de la costa canaria, los pobres y los parados.
En un mundo tan as¨¦ptico, ilusorio y pol¨ªticamente correcto, tipos como Jos¨¦ Comas (La Vega de los Caseros, Asturias, 1944-Berl¨ªn, 2008) son un problema, pues dedican su vida a narrar lo que les sucede a los otros, a acercarnos las realidades machacadas de las que pretendemos escapar, y lo hacen sin descanso, hasta el final, con la tozudez que da este oficio, sin rodeos ni adjetivos. Gente as¨ª es imprescindible: una lista que empieza a ser larga en el campo de los difuntos y cada vez m¨¢s corta en el de los vivos.
Cr¨®nicas del linfoma
Jos¨¦ Comas
Rey Lear. Madrid, 2009
152 p¨¢ginas. 9 euros
Aunque estas Cr¨®nicas del linfoma, su libro p¨®stumo, en las que Comas -corresponsal de EL PA?S en Alemania hasta su fallecimiento el 22 de marzo de 2008- relata su combate contra la Enfermedad, y en ellas est¨¢ omnisciente la Muerte, son tambi¨¦n textos pre?ados de vida. Y humor. Como cuando se declara "mercanc¨ªa viciada"; se describe a s¨ª mismo "enchufado a la industria qu¨ªmica alemana" durante las sesiones de quimioterapia e incapacitado para correr el Tour de Francia por los controles antidoping; o cuando escribe: "Le trasplantaron la m¨¦dula y se cur¨® la leucemia, pero a los cuatro meses muri¨® de neumon¨ªa".
Es un libro dif¨ªcil y tierno, triste y a veces divertido, repleto de golpes que provocan la carcajada y la complicidad. Es un libro emocionante en el que afloran el miedo, la esperanza y la rendici¨®n ¨²ltima. Son textos de una extraordinaria lucidez en los que Comas nos descubre trucos de los que se sirve el intelecto para espolear al coraje: "Afronto la situaci¨®n con mentalidad period¨ªstica (...) Se trata de imbuirse de la posici¨®n del espectador no involucrado. Con esa mentalidad me aproxim¨¦ a los temas ya fuese en Kosovo, Hait¨ª, las guerras de Nicaragua, El Salvador o Macedonia... (...) Yo era un espectador y no me pod¨ªa pasar nada".
Tambi¨¦n descubre Comas con ternura c¨®mo las ayudas religiosas externas surten efecto en el no creyente: las oraciones de los amigos y familiares que son una forma de cari?o, la cercan¨ªa con Juan Pablo II con el que comparti¨® sufrimiento... Debe ser duro mirar desde el precipicio.
Comas escribe como una terapia ocupacional (otra de sus grandes frases); tambi¨¦n, como una defensa contra el des¨¢nimo. Se trata de seis cr¨®nicas escritas en tercera persona y que arrancan con un "Jos¨¦ Comas, de 60 a?os, corresponsal en Alemania del peri¨®dico espa?ol EL PA?S", en las que comparte con sus amigos su guerra contra lo que llam¨® "el protervo No Hodgkin". Ese desahogo enviado por correo electr¨®nico, junto a los trabajos period¨ªsticos, los publicados durante los ¨²ltimos tres a?os y medio, fueron su mejor medicina, el aliciente que lo sostuvo, adem¨¢s de su mujer, hijos, amigos (a los que llamaba el Cuerpo M¨ªstico y a quienes dedica nueve notas), medicinas y m¨¦dicos.
Estas cr¨®nicas y cartas son un ejemplo de c¨®mo afrontar la muerte. Ofrecen al lector un espejo para que cada uno reflexione sobre cu¨¢l ser¨ªa su actitud final. "Estamos muy contentos con usted. En quince a?os que llevo aqu¨ª es usted el primer caso que sobrevive con un linfoma de c¨¦lulas del manto", le dijo su ¨²ltimo m¨¦dico tras varias guerras qu¨ªmicas y fracasos. Sigue Comas con unas palabras que definen su humor, su personalidad y sus ansias de vivir: "Mi mujer Ana no pudo controlar las l¨¢grimas y a m¨ª se me pusieron los genitales de corbata".
El alumbramiento de este libro debe mucho al empe?o de Ana Lorite, que reuni¨® los textos con el mismo esmero con el que organiz¨® las m¨¢s de 5.000 cr¨®nicas de su marido publicadas en EL PA?S durante una fruct¨ªfera y dilatada carrera que lo llev¨® a Alemania, Argentina, M¨¦xico y de nuevo a Alemania. Esas cr¨®nicas son la egoteca que alg¨²n d¨ªa podr¨ªan alumbrar otro libro: una selecci¨®n de las mejores, que los j¨®venes est¨¢n hu¨¦rfanos de referentes period¨ªsticos y ¨¦ticos.
Me quedo tambi¨¦n con los versos finales citados por Lorite. Pertenecen a la poeta polaca, berlinesa de adopci¨®n, Mascha Kal¨¦ko: "De mi propia muerte no tengo miedo / S¨®lo lo tengo de la muerte de los que me son m¨¢s cercanos / ?C¨®mo puedo vivir si ellos ya no est¨¢n?".
Este libro es una de las respuestas: se debe vivir por su memoria. -
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.