Materias primas, comp¨¢s de espera

Algo est¨¢ cambiando en los mercados de materias primas. Tras caer en picado durante la segunda mitad de 2008, los precios del petr¨®leo, el cobre, el trigo y otros productos agr¨ªcolas comienzan a dar t¨ªmidas se?ales de recuperaci¨®n. El ¨ªndice S&P GSCI, uno de los m¨¢s seguidos por los especialistas, cerr¨® el primer trimestre del a?o con una subida del 2,7%, despu¨¦s de haber ca¨ªdo un 44% en el cuarto trimestre de 2008 y un 28% en el tercero. El petr¨®leo, la materia prima por excelencia, ha subido casi un 50% desde sus m¨ªnimos de diciembre.

Hace tan s¨®lo 12 meses, los precios de las materias primas estaban en m¨¢ximos hist¨®ricos. Los bancos centrales todav¨ªa sub¨ªan los tipos de inter¨¦s para frenar la inflaci¨®n y el barril de crudo se pagaba casi a 150 d¨®lares.

El futuro depende de la recuperaci¨®n de la confianza en los mercados

Los alimentos pueden subir de nuevo por la escasez de reservas

Unos 100 millones de personas se sumar¨¢n a quienes ya pasan hambre

El estallido de la crisis financiera lo cambi¨® todo. La escasez de cr¨¦dito llev¨® a una ca¨ªda dr¨¢stica de la demanda de materias primas y los precios se desplomaron. El petr¨®leo cay¨® hasta un 70% desde su m¨¢ximo y el barril lleg¨® a valer 36 d¨®lares. Las econom¨ªas de los pa¨ªses dependientes de las materias primas -muchos latinoamericanos y africanos- recibieron un duro golpe.

?Qu¨¦ est¨¢ pasando ahora? La demanda parece estabilizarse gradualmente gracias, en mayor o menor medida, a los gigantescos programas de est¨ªmulo econ¨®mico puestos en marcha por los pa¨ªses industrializados, Estados Unidos y la Uni¨®n Europea incluidos. En algunas econom¨ªas importantes, especialmente en China, la demanda no ha llegado a debilitarse tanto, como indican los ¨²ltimos datos de pedidos industriales, consumo de electricidad y venta de propiedades inmobiliarias.

"Podr¨ªa ser que la demanda energ¨¦tica haya alcanzado o est¨¦ alcanzando un nivel de estabilizaci¨®n", se?ala Jorge Fern¨¢ndez G¨®mez, director general adjunto de InterMoney Energ¨ªa, quien subraya que los analistas especializados mantienen estos d¨ªas una visi¨®n negativa/neutral (antes era s¨®lo negativa) sobre la evoluci¨®n de la demanda.

Jim Rogers, el veterano inversor estadounidense especializado en materias primas, no se cansa de repetir un dato fundamental: la oferta est¨¢ bajo m¨ªnimos. "Nadie ha invertido en capacidad productiva en los ¨²ltimos 25 o 30 a?os", afirma Rogers en una entrevista con el semanario Barron's. A su juicio, el mercado de materias primas ha tocado fondo, y por ello anima a los inversores a arriesgar en ¨¦l su dinero. C¨¦lebre por haber pronosticado en 1999 el boom de las materias primas, Rogers vaticina que el precio del petr¨®leo va a seguir subiendo y que permanecer¨¢ alto durante muchos a?os debido, fundamentalmente, a la disminuci¨®n de las reservas.

Fern¨¢ndez G¨®mez explica que la evoluci¨®n del precio del petr¨®leo y de otras materias primas depender¨¢ de la recuperaci¨®n del nivel de confianza de los mercados financieros, que parecen descontar cada vez m¨¢s que lo peor ha pasado. Tambi¨¦n de los cambios en los stocks de combustible -actualmente en m¨¢ximos desde los a?os ochenta- y de la decisi¨®n que la OPEP adopte en su reuni¨®n del 25 de mayo, de la que se espera un recorte de la producci¨®n. "La idea ser¨ªa que, aunque la demanda se estabilice o comience a recuperarse, pasar¨¢ alg¨²n tiempo antes de que los precios retomen una senda alcista, debido al exceso de oferta y a la dificultad para la OPEP de implementar una estrategia de reducci¨®n de la oferta", opina el especialista de InterMoney.

La estabilizaci¨®n de los precios de las materias primas es una buena noticia para muchos pa¨ªses en desarrollo, cuyas econom¨ªas dependen de la exportaci¨®n de esos productos. Si se confirma la tendencia, Am¨¦rica Latina y ?frica podr¨¢n amortiguar los efectos de la recesi¨®n mundial.

El precio de los alimentos, sin embargo, sigue preocupando. Los expertos advierten de que puede volver a subir porque las reservas mundiales son las m¨¢s bajas en varias d¨¦cadas y la producci¨®n no aumenta al mismo ritmo que la poblaci¨®n. Adem¨¢s, muchos agricultores est¨¢n cerca de la edad de jubilaci¨®n y muy pocos j¨®venes est¨¢n dispuestos a ocupar sus puestos por lo poco rentable que ha sido el negocio en las ¨²ltimas d¨¦cadas.

Reunidos esta semana en la localidad italiana de Cison di Valmarino, los ministros de agricultura del G-8 lo dejaron claro en su declaraci¨®n final. Tras analizar lo que calificaron de "datos alarmantes" sobre la lucha contra el hambre, manifestaron que el mundo est¨¢ muy lejos de alcanzar el objetivo fijado por la ONU de reducir a la mitad antes de 2015 el porcentaje de la poblaci¨®n malnutrida.

A pesar de la ca¨ªda registrada por los precios en los ¨²ltimos meses en el mercado mundial, la FAO advierte de que los mercados regionales m¨¢s vulnerables -particularmente ?frica oriental y meridional- se mantienen tan altos como estaban antes del estallido de la crisis financiera. "Se equivocan quienes piensan que la crisis alimentaria forma parte del pasado", afirma Jos¨¦ Antonio Hern¨¢ndez de Toro, de Intermon Oxfam, quien sostiene que para las clases urbanas pobres y los campesinos africanos, la situaci¨®n es "tan tr¨¢gica" como la que provoc¨® el a?o pasado disturbios en una treintena de pa¨ªses.

La FAO calcula que entre 75 y 100 millones de personas se sumar¨¢n este a?o a los 1.000 millones largos que sufren hambre cr¨®nica como consecuencia de los altos precios de los alimentos y la crisis econ¨®mica. El economista Joseph Stiglitz, asesor de la ONU, piensa que la crisis hundir¨¢ m¨¢s en la pobreza nada menos que a 200 millones de personas.

Aunque algunos productos agr¨ªcolas han ca¨ªdo hasta un 40% en los ¨²ltimos meses, su precio est¨¢ a¨²n por encima de los anteriores a la crisis. Los precios de los cereales en los pa¨ªses en desarrollo contin¨²an siendo generalmente muy elevados, en algunos casos en niveles r¨¦cord, seg¨²n la FAO. "Adem¨¢s, la recesi¨®n mundial est¨¢ mermando las remesas de dinero enviadas por familiares que trabajan en el extranjero y que a menudo sustentan el volumen de consumo de alimentos de los hogares vulnerables", advierte el organismo de la ONU.