La amenaza viene del espacio
Los expertos plantean la defensa planetaria contra el asteroide Apofis
Es bastante peque?o, las ¨²ltimas observaciones indican que mide unos 270 metros, pero el asteroide Apofis podr¨ªa causar una cat¨¢strofe de grandes proporciones y ha conseguido galvanizar los esfuerzos de cient¨ªficos e ingenieros de muchos pa¨ªses para defender la Tierra de las amenazas que vienen del espacio. Oy¨¦ndolos en el Congreso de Defensa Planetaria que ha reunido a 180 de ellos en Granada, puede parecer que se preparan para una guerra: hablan de amenazas, de que hay muchos enemigos ah¨ª fuera y de la necesidad de que los humanos tomen conciencia del riesgo continuo a que est¨¢n sometidos. Pero b¨¢sicamente dejan constancia del nacimiento y r¨¢pido desarrollo de una nueva ¨¢rea de investigaci¨®n, especialmente adecuada para la cooperaci¨®n internacional, que busca su lugar entre las ciencias espaciales. El astronauta espa?ol Pedro Duque lo dice claramente: "Es una nueva era, el riesgo es real y ahora es medible y tenemos la tecnolog¨ªa para detectarlo e intentar evitar sus consecuencias".
Pedro Duque: "Es una nueva era, el riesgo es real y ahora es medible"
El Apofis, descubierto en 2004, se acercar¨¢ mucho a la Tierra dentro de 20 a?os, el 13 de abril de 2029, pero por ahora el riesgo de impacto en esa aproximaci¨®n es nulo. Sin embargo, como pasar¨¢ a la altura de la ¨®rbita geoestacionaria (36.000 kil¨®metros, menos de la d¨¦cima parte de la distancia a la Luna) se teme que la perturbaci¨®n gravitacional le sit¨²e entonces en rumbo de colisi¨®n con el planeta el 13 de abril de 2036. La probabilidad de colisi¨®n est¨¢ en uno entre 45.000 y hay demasiados factores mal conocidos como para afirmar nada, pero aunque pase de largo en 2036, como seguramente lo har¨¢, el Apofis ya es el asteroide m¨¢s seguido y estudiado de la historia, el catalizador de esfuerzos internacionales sin precedentes para enfrentar las amenazas espaciales.
Por encargo del Congreso de EE UU, la NASA ha intentado detectar los asteroides potencialmente peligrosos (que se acercan a la Tierra) de m¨¢s de un kil¨®metro de di¨¢metro y, tras 10 a?os, da la labor pr¨¢cticamente por terminada. Ahora, los expertos se?alan que llega la hora de detectar los mayores de 140 metros que, como el Apofis (el ¨²nico de los m¨¢s de 1.000 asteroides potencialmente peligrosos detectados que presenta un riesgo apreciable de impacto), pueden hacer tambi¨¦n mucho da?o. Sin embargo, Don Yeomans, encargado del tema en la NASA, explica que hay poco dinero para hacerlo y que es necesaria la cooperaci¨®n internacional. De la misma opini¨®n son el astrof¨ªsico Rafael Rodrigo, presidente del CSIC, y Jean-Michel Contant, de la Academia Internacional de Astron¨¢utica, tambi¨¦n presentes en el congreso.
El Apofis est¨¢ ahora demasiado cerca del Sol para ser observado. Seg¨²n Jon Giorgini, del Jet Propulsion Laboratory, las observaciones ¨®pticas podr¨¢n reanudarse a finales de 2010 y las de radar en 2013, pero es muy posible que no se pueda saber la probabilidad de impacto para 2036 hasta que llegue en 2029, cuando ser¨¢ visible desde la Tierra sin instrumentos. Para entonces se conocer¨¢ su masa, su velocidad de rotaci¨®n, su forma y sus caracter¨ªsticas t¨¦rmicas y luego se podr¨¢ evaluar la influencia en su trayectoria de su paso por la Tierra. Queda mucho tiempo, y cambios f¨ªsicos muy peque?os pueden producir cambios muy grandes en el rumbo, recuerda Giorgini.
Prever acercamientos peligrosos como el de Apofis es s¨®lo el primer paso. Los expertos se?alan la necesidad de tener preparadas misiones espaciales para intentar desviar los asteroides. Est¨¢n divididos sobre la conveniencia de utilizar la energ¨ªa nuclear, pero es una opci¨®n.
"Hay tres tipos de misiones posibles, siempre para empujar el asteroide y desviarlo, no para romperlo, que ser¨ªa todav¨ªa peor", explica Duque. Son una explosi¨®n nuclear cercana, un veh¨ªculo que le empuje (tractor gravitatorio) y un impacto directo. De este ¨²ltimo tipo es el Proyecto Don Quijote, de la ESA, a¨²n sin financiaci¨®n.
En Deimos, la empresa espa?ola que concibi¨® el Don Quijote, est¨¢n adapt¨¢ndolo para mandar un orbitador a Apofis, una sonda que se acercara y se pusiera en ¨®rbita alrededor de ¨¦l, para poder conocer bien su trayectoria y otras caracter¨ªsticas. "Podr¨ªa salir en 2015 y llegar en 2017", explica el responsable, Juan Luis Cano. Si la ESA aprobara la misi¨®n, ser¨ªa de demostraci¨®n tecnol¨®gica m¨¢s que cient¨ªfica, y tendr¨ªa que tener un coste bajo. Por ahora no fluye el dinero que los expertos espaciales consideran que ser¨ªa necesario, pero esperan que, a medida que se acerque la aproximaci¨®n del Apofis, aumente la conciencia social y pol¨ªtica y se puedan hacer incluso misiones de demostraci¨®n a otros asteroides no peligrosos. Lo malo es que sea demasiado tarde. Tambi¨¦n para eso se preparan los cient¨ªficos. Calculan las consecuencias de los impactos de asteroides de distintos tama?os, y concluyen que incluso uno peque?o (entre 30 y 50 metros de di¨¢metro, como el de Tunguska) podr¨ªa destruir una ciudad, pero que si alguno de mayor tama?o cae en el oc¨¦ano, el tsunami resultante tendr¨ªa consecuencias mucho peores.
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