"El sexo, droga y 'rock and roll' sigue vigente"
En lo m¨¢s oscuro del s¨®tano de una trattoria del centro de Madrid, Coti examina cuidadosamente la carta de vinos. Al cabo de un rato, y despu¨¦s de consultar con el camarero, ordena una botella. Entonces habla: "Rosario [su ciudad natal] es como la Chicago argentina. Con muchos mafiosos, muchos puteros, mucho tanguero italiano, mucho marinero con acorde¨®n en el puerto. Historias de mafia y de talentos. Una ciudad interesante".
El nombre del m¨²sico Roberto Fidel Ernesto Sorokin, tambi¨¦n conocido como Coti, alude a Castro y a Guevara, y tambi¨¦n revela su ascendencia jud¨ªa rusa ucrania (adem¨¢s de italiana, vasca, etc¨¦tera). "Me pusieron ese nombre en plena dictadura militar. Ya de grande supe que sufrimos muchas persecuciones. Hubo en el medio varias mudanzas, escapando del seguimiento de los servicios secretos". D¨ªas antes del encuentro mor¨ªa el ex presidente argentino Ra¨²l Alfons¨ªn. "Fue importante, pero no estoy de acuerdo con que se le considere el padre de la democracia. La democracia tuvo muchos. Hubo 30.000 desaparecidos; ellos se merecen el nombre de padres de la democracia, se merecen ese reconocimiento".
Hay una cosa que enerva al cantante: la lucha entre lo comercial y lo 'indie'
Mientras fuera estalla la primavera y lo pringa todo de sol, nos sirven la ensalada caprese en la penumbra rojiza. Coti come pausadamente, posa los cubiertos, reflexiona sobre lo que va a decir. A veces para, toma aliento, piensa, luego sigue. Cuando se habla de temas rockanroleros se acelera. Su nuevo disco, Malditas Canciones, suena, precisamente, muy primaveral, con letras algo menos optimistas, donde el amor es un imposible. "Es un contraste: el ambiente musical del disco es bastante potente y brillante, no as¨ª las letras. Tuve problemas que luego me saqu¨¦ a trav¨¦s de las canciones. Me digo: al menos aquello vali¨® para algo. Me dej¨® un disco. Esa es la filosof¨ªa".
Hay una cosa que enerva a Coti: la eterna lucha entre la m¨²sica comercial y la independiente, el indie contra el mainstream. "Existe un prejuicio muy extendido, tal vez por m¨²sicos hip¨®critas. Piensan que todo lo que vende es malo. Si tienes ¨¦xito dicen que eres un vendido. Y luego idolatran a los Beatles. ?Alguien me puede explicar esta contradicci¨®n?" Una discriminaci¨®n que, dice, sufren muchos artistas, por ejemplo, Sidonie y Pereza, bandas amigas que colaboran en el disco. "Las colaboraciones son un detalle que mola, la gente lo agradece. Me gusta juntarme y berrear, ir a visitar a alguien cuando est¨¢ grabando, invitar gente al estudio cuando yo estoy grabando, que se forme una peque?a juerga. Lo aprend¨ª as¨ª, en Argentina es algo muy com¨²n". All¨ª recibi¨® una formaci¨®n musical acad¨¦mica que le introdujo en la armon¨ªa, el an¨¢lisis musical, el manejo de varios instrumentos, cosa que le vino muy bien a la hora de producir discos de otros artistas. Pero ya no lo hace. "Nunca me gust¨® del todo. Es como estar limpiando el culo a los dem¨¢s, prefiero limpi¨¢rmelo a m¨ª mismo. Es ingrato, uno se involucra much¨ªsimo y luego nadie se lo reconoce".
Las u?as de Coti tienen restos de esmalte, viste chupa de cuero, pantalones estrechos, y bebe caf¨¦ solo. ?Sigue en pie el sexo, droga y rock and roll? "Por supuesto, es un lema que sigue vigente. Hay que tomarse la vida un poco as¨ª, joder, que si no...".
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