En tren hasta 3.454 metros
Una aventura sobre ra¨ªles por los Alpes suizos con destino a la estaci¨®n m¨¢s alta de Europa: Jungfraujoch. Y de bajada, un Martini en el restaurante donde se rod¨® una de las pel¨ªculas de 007
Suiza tiene tambi¨¦n su obra fara¨®nica. Y trat¨¢ndose de un pa¨ªs que ha convertido el ferrocarril en su mejor medio de transporte p¨²blico no es de extra?ar que esta obra sea precisamente un tren. En concreto, una cremallera capaz de penetrar en las entra?as del ogro del alpinismo europeo (el m¨ªtico Eiger, de 3.970 metros de altura), para llevarnos a la estaci¨®n ferroviaria m¨¢s alta de Europa, a 3.454 metros de altitud: la de Jungfraujoch.
Un milagro de la ingenier¨ªa y del hombre, no en vano cerca de 300 obreros trabajaron 24 horas diarias en 3 turnos, 6 d¨ªas por semana durante 16 a?os, para que unos ra¨ªles desafiaran las leyes de la naturaleza permiti¨¦ndonos alcanzar sin ning¨²n esfuerzo f¨ªsico la Jungfrau (doncella en alem¨¢n), cuya cima mide 4.158 metros.
La regi¨®n del Oberland bern¨¦s cuenta con tres picos m¨ªticos y vecinos, unidos por una leyenda seg¨²n la cual el monje (el M?nch, con una altura de 4.107 metros) rescat¨® a la doncella (Jungfrau) de las garras del ogro (Eiger). Las tres monta?as forman una l¨ªnea en la que el M?nch ocupa la posici¨®n central. Tambi¨¦n la Unesco sali¨® en defensa de la majestuosa cima de Jungfrau, protegi¨¦ndola en 2001 como patrimonio mundial -junto a un glaciar, el Aletsch (el m¨¢s largo de Europa, con sus 22 kil¨®metros), y otro pico, el Bietschthorn-. Cada a?o, unas 700.000 personas, muchas de ellas de nacionalidad coreana y japonesa, acuden en peregrinaje a esta monta?a en los vagones del Jungfraubahn. Lo curioso es que uno puede ir desde el aeropuerto de Z¨²rich al mism¨ªsimo Jungfraujoch empalmando un tren con otro.
El sue?o empez¨® a fraguarse en 1896, pero no se hizo realidad hasta 1912. Curiosamente, un cuarto de siglo antes de que el alpinismo hollara por vez primera el Eiger por su cara norte, la m¨¢s dif¨ªcil, que se ha cobrado medio centenar de muertes. El ¨²ltimo tramo del viaje a Jungfraujoch avanza por un t¨²nel que penetra primero en el macizo del Eiger y luego en el M?nch. Se realizan dos paradas para bajar del tren durante unos minutos y admirar el paisaje alpino a trav¨¦s de grandes ventanales. ?ste es el tramo m¨¢s m¨ªstico del bello trayecto f¨¦rreo iniciado en Grindelwald, pueblo de postal al fondo del valle, y continuado en Kleine Scheidegg. El primer mirador nos asoma precisamente a la escarpada faz norte del Eiger y el segundo al Eismeer (mar de hielo), un imponente brazo glaciar.
Y por fin, tras apurar los ¨²ltimos metros de oscuridad y silencio, con los efectos de la altura entrecortando la respiraci¨®n, llegamos a Jungfraujoch. Un laberinto de t¨²neles y ascensores que conectan los diferentes espacios de que consta, entre ellos una cafeter¨ªa, cuatro restaurantes (self-service, Eiger, el panor¨¢mico Crystal y uno de cocina india, Bollywood), una tienda de souvenirs, una tienda de relojes y un palacio de hielo con una decena de esculturas.
Pero el verdadero espect¨¢culo est¨¢ afuera: los colosos alpinos. Si el d¨ªa est¨¢ claro -no siempre, por lo que es obligado cerciorarse del tiempo antes de subir- pueden verse a lo lejos desde el Mont-Blanc hasta la Selva Negra. Es un aut¨¦ntico placer celestial pisar la nieve y fotografiarse con el monje al fondo (que desde aqu¨ª oculta al Eiger). Un ¨²ltimo ascensor lleva hasta el punto m¨¢s alto, la terraza-mirador del Sphinx, observatorio meteorol¨®gico.
Huevos con champ¨¢n
La vuelta puede hacerse por el mismo trayecto de ida, v¨ªa Grindelwald, o tomando otro tren en Kleine Scheidegg direcci¨®n a Lauterbrunnen. Esta opci¨®n, adem¨¢s de permitirnos descubrir otros paisajes de la Jungfrau, da acceso a la telecabina hacia Schilthorn, pico coronado por el primer restaurante giratorio del mundo, Piz Gloria (a 2.971 metros), donde George Lazenby protagoniz¨® en 1969 las m¨¢s trepidantes secuencias de 007 al servicio de su Majestad. Un desayuno Bond, a base de huevos y una copa de champ¨¢n, o su Martini, siempre agitado, mantienen vivo el recuerdo de su m¨¢s ilustre visitante.
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Gu¨ªa
C¨®mo ir
? Swiss Airlines (www.swiss.com; 901 11 67 12) vuela a Z¨²rich desde Madrid, Barcelona, Valencia, Palma de Mallorca y M¨¢laga. Ida y vuelta desde Madrid, a partir de 177 euros.
? Iberia (www.iberia.com; 902 40 05 00), ida y vuelta a Z¨²rich desde Madrid, a partir de 178 euros.
? En Z¨²rich, enlazar en tren (www.sbb.ch) con Berna, Interlaken-Ost, Grindelwald y Jungfraujoch. El viaje entero dura unas cuatro horas y media y cuesta 113 euros.
? Hasta el 31 de mayo, los espa?oles tienen, gracias al triunfo de la selecci¨®n en la Eurocopa, precio especial en el trayecto de Interlaken-Ost a Jungfraujoch: 35,50 en lugar de los 71 euros habituales. Y adem¨¢s, gratuidad para un ni?o (6-15 a?os) por adulto.
Dormir
? Kreuz&Post (www.kreuz-post.ch). En Grindelwald, junto a la estaci¨®n. Acogedor hotel familiar. Habitaci¨®n doble, desde 207 euros.
Informaci¨®n
? Suiza Turismo (00 800 100 200 30; www.myswitzerland.com).
? Jungfrau Turismo (www.myjungfrau.ch).
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