El club sin plan
La pol¨ªtica deportiva de Calder¨®n y Mijatovic, amparada en las consultas a los jugadores, devalu¨® la plantilla del Madrid
La goleada m¨¢s fant¨¢stica de la historia moderna no fue un acontecimiento espont¨¢neo. El 2-6 del Bar?a en Chamart¨ªn se prepar¨® desde hace meses. Se gest¨® en un sitio llamado Buda.
La noche del 4 de mayo de 2008, mientras miles de hinchas celebraban el t¨ªtulo de la ¨²ltima Liga en la Cibeles al grito de "?Ra¨²l selecci¨®n!", en las afueras de Madrid, junto a la carretera de A Coru?a, en una discoteca llamada Buda, con restaurante y zona VIP adosados, la expedici¨®n del Madrid se entregaba al cava y a la planificaci¨®n deportiva. El entonces presidente Ram¨®n Calder¨®n, que no ten¨ªa un plan muy definido sobre la pol¨ªtica deportiva que deb¨ªa seguir, opt¨® por reafirmarse en una v¨ªa que le hab¨ªa proporcionado legitimidad ante los socios y ante los jugadores: se dirigi¨® a Ra¨²l en busca de consejo. Ra¨²l, encantado de participar en la gesti¨®n del club, dio su opini¨®n. Esa noche, en el Buda, Ra¨²l, acompa?ado por Heinze, le pidi¨® a Calder¨®n algo que el presidente no le pod¨ªa negar. "Presi", le dijo; "mantenga este grupo".
Calder¨®n nunca se consider¨® un presidente fuerte. Estaba casi seguro de que su mandato se interrumpir¨ªa sin llegar a unas elecciones. Titubeante como andaba, descubri¨® que el vestuario le pod¨ªa proporcionar los apoyos que necesitaba. Recurri¨® a Ra¨²l y le pregunt¨®: "?Qu¨¦ te parece si fichamos a Cristiano Ronaldo?". Hasta que el capit¨¢n no le dio su visto bueno, hace un a?o, Calder¨®n no se sinti¨® seguro sobre los pasos que deb¨ªa seguir. Cuando tuvo la respuesta, se lanz¨® sin freno: "S¨®lo vamos a fichar a Cristiano Ronaldo", repet¨ªa; "Ra¨²l est¨¢ de acuerdo".
En el Buda, la noche del alir¨®n, Calder¨®n supo que el n¨²cleo duro del vestuario quer¨ªa mantener al "grupo". Este "grupo" no conten¨ªa a toda la plantilla. Abarcaba a los veteranos, reivindicaba a Mamadou Diarra, y no inclu¨ªa a los brasile?os. Calder¨®n tuvo la certeza de que los capitanes no pondr¨ªan inconvenientes si el club traspasaba a Robinho y a Baptista. Y sobre estas l¨ªneas de actuaci¨®n inici¨® los trabajos para confeccionar la plantilla de la futura temporada en el mercado de verano. Pedja Mijatovic, el director de f¨²tbol, se puso manos a la obra sin atender a los reclamos de Schuster. Al ex entrenador nadie le hizo caso cuando pidi¨® a Villa, Alves y Cazorla. Los tres estaban en el mercado. Con los tres el Madrid hab¨ªa establecido contactos. Los tres quer¨ªan fichar por el Madrid. Pero Mijatovic se opuso. La pol¨ªtica deportiva estaba cerrada: s¨®lo se fichar¨ªa a Cristiano Ronaldo. Sin m¨¢s alternativas en caso de que las gestiones fracasaran. Eso pas¨®. Y el Madrid se qued¨® con el mismo grupo que le dio la ¨²ltima Liga, menos Baptista y Robinho. La planificaci¨®n tuvo una v¨ªctima colateral: Schuster. Al verse desautorizado, ya en agosto, el entrenador claudic¨®. Empez¨® a relajarse en los entrenamientos. Descuid¨® la disciplina interna. No volvi¨® a coger el tel¨¦fono a Mijatovic. "?Ayer te llam¨¦ todo el d¨ªa!", le recrimin¨® el director deportivo. "Ya vi, s¨ª", le replic¨® el alem¨¢n, mirando para otro lado. Le esperaba el despido.
Para compensar las bajas por lesi¨®n de Van Nistelrooy y Diarra —y ante la evidencia de que la plantilla era corta—, el Madrid fich¨® a Lass y Huntelaar en el mercado de invierno. Fueron las ¨²ltimas operaciones de Mijatovic, que desde julio de 2006 hasta diciembre de 2008 gast¨® 293 millones de euros en fichar 20 jugadores. A un promedio de 10 millones al mes. Fue la inversi¨®n m¨¢s grande de la historia del f¨²tbol. No sirvi¨® para salvar a Calder¨®n de la dimisi¨®n. Tampoco sirvi¨® para que el Madrid evitara una humillaci¨®n hist¨®rica.
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