L¨®pez coge el bast¨®n de mando

El bast¨®n de mando del Pa¨ªs Vasco pas¨® ayer en Gernika de las manos de Juan Jos¨¦ Ibarretxe a las del socialista Patxi L¨®pez en presencia de los otros dos ex lehendakaris, del PNV, Carlos Garaikoetxea y Jos¨¦ Antonio Ardanza, cerrando as¨ª una larga etapa de liderazgo nacionalista y abriendo un nuevo periodo en Euskadi. Los peneuvistas acogieron con frialdad extrema al nuevo lehendakari. Los cargos institucionales del PNV se abstuvieron de aplaudir a L¨®pez en la Casa de Juntas de la localidad vizca¨ªna y se marcharon de inmediato sin hacer ninguna declaraci¨®n en cuanto termin¨® el acto de toma de posesi¨®n del primer lehendakari socialista de la historia vasca.

La jornada fue emotiva y solemne. Si las formas son el fondo, el equipo de L¨®pez las cuid¨® al extremo, combinando tradici¨®n y algunos cambios que ha considerado imprescindibles, como convertir la toma de posesi¨®n en un acto de car¨¢cter laico.

Por primera vez acudieron al acto v¨ªctimas del terrorismo

La emoci¨®n contenida fue la nota generalizada, tanto en quienes viv¨ªan un momento largamente esperado como en quienes ve¨ªan pasar a otras manos un cargo que hab¨ªan tenido en las suyas durante 30 a?os. En las dos partes hubo ojos humedecidos y algunas l¨¢grimas.

Adem¨¢s de Ibarretxe y su Gobierno saliente, y representantes de la universidad, la judicatura, sindicatos y patronal vasca, al acto acudieron por primera vez, invitados por la C¨¢mara, presidentes de otras seis comunidades aut¨®nomas y 13 representantes de asociaciones de v¨ªctimas del terrorismo. El Gobierno central estuvo representado por la vicepresidenta primera, Mar¨ªa Teresa Fern¨¢ndez de la Vega, el vicepresidente de Pol¨ªtica Territorial, Manuel Chaves, y la ministra de Ciencia e Innovaci¨®n, Cristina Garmendia, que es vasca.

Entre las ausencias destacaron las del presidente del PNV, I?igo Urkullu, y sus representantes en el Congreso y el Senado, que los socialistas no quisieron interpretar: "No es d¨ªa de reproches", zanjaron.

L¨®pez quiso dar preponderancia al momento de su toma legal de posesi¨®n sobre el acto simb¨®lico bajo el ¨¢rbol de Gernika. Para ello alter¨® el orden de ambos pasos, de modo que el segundo, al que los lehendakaris nacionalistas dieron prioridad siempre, se celebr¨® despu¨¦s, una vez que ya era legalmente lehendakari.

L¨®pez escuch¨® la lectura del acuerdo del Parlamento que le eligi¨® y del Real Decreto que le nombra. Despu¨¦s, con todos los asistentes en pie, prometi¨® ejercer su cargo de lehendakari y representante ordinario del Estado "con lealtad a la Corona, al Estatuto de Autonom¨ªa de Gernika y dem¨¢s leyes vigentes". Lo hizo con la mano sobre un ejemplar del Estatuto especialmente editado para la ocasi¨®n.

A continuaci¨®n, y bajo el roble que simboliza los fueros vascos, el ya lehendakari parti¨® de la f¨®rmula utilizada desde 1936 por los presidentes peneuvistas, pero suprimiendo las referencias y los s¨ªmbolos religiosos. "De pie en tierra vasca, bajo el ¨¢rbol de Gernika, ante vosotros, representantes de la ciudadan¨ªa, en recuerdo de los antepasados, desde el respeto a la ley, prometo desempe?ar fielmente mi cargo", asegur¨® L¨®pez.

Despu¨¦s, record¨® que el protocolo establec¨ªa que ten¨ªa unos minutos para pronunciar un discurso, pero no lo hizo. "Tienen otro tiempo y otro lugar", explic¨®. En su lugar, ley¨® dos poemas, uno de Kirmen Uribe y otro de la polaca Wislawa Szymborska, Premio Nobel de Literatura en 1996. El de ¨¦sta ¨²ltima termina: "Ver¨¢s que la paz se fragua, aunque seamos distintos, cual dos gotas de agua...".

El juramento de Patxi L¨®pez