Con un peque?o gemido, basta
En el sexo, el trabajo y la familia, la Secci¨®n Femenina de la Falange trat¨® de cercenar la libertad de la mujer - Una exposici¨®n revive el adoctrinamiento
Lo m¨¢s impactante que se pueda decir sobre la Secci¨®n Femenina lo dijo la Secci¨®n Femenina. "Si tu marido te pide pr¨¢cticas sexuales inusuales, s¨¦ obediente y no te quejes". "Si ¨¦l siente la necesidad de dormir, no le presiones o estimules la intimidad". "Si sugiere la uni¨®n, accede humildemente, teniendo siempre en cuenta que su satisfacci¨®n es m¨¢s importante que la de una mujer. Cuando alcance el momento culminante, un peque?o gemido por tu parte es suficiente para indicar cualquier goce que haya podido experimentar". Entre 1934 y 1977, la Secci¨®n Femenina de la Falange adoctrin¨® a las espa?olas para cercenarles cualquier deseo de emancipaci¨®n o rebeld¨ªa y cualquier otro deseo (sobre todo ¨¦se). Tras el par¨¦ntesis liberador de la Segunda Rep¨²blica, en el que las mujeres hab¨ªan conquistado el derecho a votar y hab¨ªan comenzado a ocupar espacios p¨²blicos, la dictadura de Franco se empe?¨® en conducirlas de nuevo al redil dom¨¦stico, en extirparles afanes igualitarios y en convertirlas en las procreadoras que la patria necesitaba despu¨¦s de tanta sangr¨ªa.
La suma sacerdotisa de aquella hermandad de madres abnegadas y esposas sumisas fue Pilar Primo de Rivera, hermana de Jos¨¦ Antonio, el fundador de la Falange. El instrumento fue la Secci¨®n Femenina, creada dos a?os antes para absorber las ansias de las simpatizantes que no eran admitidas en la Falange por raz¨®n de su sexo.
A lo que fue la Secci¨®n Femenina est¨¢ dedicada la exposici¨®n Mujeres de azul, organizada por el Centro de la Memoria Hist¨®rica del Ministerio de Cultura. A lo que signific¨® para miles de mujeres, marcadas por mensajes que las invitaban a despreciarse a s¨ª mismas, tal vez habr¨ªa que dedicar un simposio de psicoanalistas. "No hay que ser una ni?a empachada de libros que no sabe hablar de otra cosa... no hay que ser una intelectual", aconsejaba Pilar Primo de Rivera. "No tomes el deporte como pretexto para llevar trajes escandalosos", advert¨ªan en el curso de econom¨ªa dom¨¦stica. "Disimula tu presencia f¨ªsica en el trabajo. Seamos hormiguitas graciosas y amables", aleccionaba, de nuevo, la fundadora.
Al comisario de la exposici¨®n, Moncho Alpuente, le interes¨® contar "la historia de los muertos en vida". "La memoria hist¨®rica se ha concentrado en la guerra y es l¨®gico, pero la posguerra fue largu¨ªsima y dura, empieza y acaba con fusilamientos", indica. Las mujeres fueron muertas en vida, aunque algunas recuerdan sus experiencias de la Secci¨®n Femenina casi como liberadoras. "Era una manera de viajar y conocer a otra gente", expone Alpuente. Las dirigentes, contrariamente a lo que preconizaban para las dem¨¢s, eran solteras y ocupaban un espacio p¨²blico. "Para algunas, las instructoras de Falange, eran el s¨ªmbolo de la liberaci¨®n de la mujer", dice en sus memorias la escritora Carmen Alcalde, citada en la muestra por la historiadora Mar¨ªa Antonia Fern¨¢ndez.
Entre 1937 y 1977, tres millones de mujeres de entre 17 y 35 a?os hicieron el servicio social, una suerte de mili femenina que suministraba mano de obra gratuita en hospitales, comedores y otras instituciones sociosanitarias. La labor de la Secci¨®n Femenina tuvo alg¨²n efecto positivo. Desterr¨® malos h¨¢bitos higi¨¦nicos que causaban enfermedades y extendi¨® la pr¨¢ctica del deporte entre las mujeres, con las limitaciones debidas al recato: se inventaron los pololos, se apartaron de la exaltaci¨®n al cuerpo de sus colegas nazis que inclu¨ªan desnudos naturalistas y se prohibi¨® el remo, la lucha y el f¨²tbol.
La exposici¨®n, que se puede visitar en la sala Santo Domingo de la Cruz, en Salamanca, hasta el 28 de junio, retrata la labor de la organizaci¨®n en distintos campos (sanidad, educaci¨®n, campa?as, comedores, actos pol¨ªticos, cultura, coros y danzas, deportes y vida rural) a trav¨¦s de 200 im¨¢genes, trajes regionales, insignias, trabajos escolares -hay una labor en punto de cruz dedicada al entonces ministro franquista Manuel Fraga Iribarne-, abanicos, carteles, un documental y la pel¨ªcula Ronda espa?ola, dirigida por Ladislao Vajda en los cincuenta. La mayor¨ªa de los fondos proceden del Archivo General de la Administraci¨®n, de Alcal¨¢ de Henares, donde se deposit¨® el material tras la desaparici¨®n en 1977 de la Secci¨®n Femenina que, para entonces, se hab¨ªa convertido en un brontosaurio muy alejado de la poderosa maquinaria que lleg¨® a contar con 600.000 afiliadas. Hab¨ªa sido la encargada, en palabras de la historiadora Inmaculada de la Fuente, de "recuperar la antigua feminidad". A la altura de 1977, el modelo en boga ten¨ªa m¨¢s similitudes con las republicanas.Se inventaron los pololos para que la pr¨¢ctica deportiva fuese recatada
La mujer ideal de Pilar Primo de Rivera
- "Gracias a Falange, las mujeres van a ser m¨¢s limpias, los ni?os m¨¢s sanos, los pueblos m¨¢s alegres y las casas m¨¢s claras".
- "Todos los d¨ªas deber¨ªamos de dar gracias a Dios por habernos privado a la mayor¨ªa de las mujeres del don de la palabra, porque si lo tuvi¨¦ramos, qui¨¦n sabe si caer¨ªamos en la vanidad de exhibirlo en las plazas".
- "Las mujeres nunca descubren nada; les falta el talento creador reservado por Dios para inteligencias varoniles".
- "La vida de toda mujer, a pesar de cuanto ella quiera simular -o disimular- no es m¨¢s que un eterno deseo de encontrar a quien someterse".
Babelia
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