La soledad de los n¨²meros primos
Los socialistas y el PP se presentan como n¨²meros primos ante el debate del Estado de la Naci¨®n que comienza ma?ana: aquellos que s¨®lo son divisibles por uno y por ellos mismos. La analog¨ªa de los principales partidos pol¨ªticos con los n¨²meros primos sirve para los que piensan que Zapatero y Rajoy van a escenificar en el Parlamento un choque de trenes que ocupan la misma v¨ªa, mientras la sociedad les exige un pacto de sacrificios compartidos para salir lo mejor posible de la Gran Recesi¨®n.
Tienen raz¨®n los socialistas cuando dicen que le derecha espa?ola hace una declaraci¨®n de intenciones de pol¨ªtica econ¨®mica basada en la baja de impuestos, que en estos momentos no se aplica en parte alguna, gobierne quien gobierne. Ni en EE UU, ni en la Uni¨®n Europea ni en las conclusiones de las dos reuniones del G-20, de Washington y Londres. Los ¨²nicos que creen que una reducci¨®n de impuestos tiene mayor efecto multiplicador en la demanda que la inversi¨®n p¨²blica y el gasto social son los populares espa?oles. Es una opci¨®n seguidista de las directrices que emanan de la Faes y que est¨¢ expuesta con mucho simplismo en el libro de Aznar (Espa?a puede salir de la crisis, editorial Planeta), pero es una opci¨®n leg¨ªtima y a discutir. Rajoy debe demostrar ma?ana en el Parlamento que puede concretarla y dejar de refugiarse en generalidades, ya que hasta ahora ha sido ontol¨®gicamente imposible que el PP rellene de letra y n¨²meros la cantinela de las reformas estructurales. ?C¨®mo van a hacerlas? El PP y su l¨ªder han de convencer a la ciudadan¨ªa que tienen un programa alternativo para salir de la crisis, lo que no han conseguido seg¨²n todos los sondeos.
El PP y su l¨ªder han de convencer a la ciudadan¨ªa de que tienen un programa para salir de la crisis
El Gobierno acaba de cumplir su primer mes. Cuando en plena Semana Santa se sustituy¨® al anterior Gabinete, se dijo que habr¨ªa continuidad en la pol¨ªtica econ¨®mica, pero que se acelerar¨ªa su pr¨¢ctica. Poco de ello se ha hecho tangible. El pasado mi¨¦rcoles se celebr¨® un Consejo de Ministros extraordinario que promet¨ªa mucho y se qued¨® aparentemente en nada. M¨¢s all¨¢ de la evaluaci¨®n del esfuerzo fiscal para salir de la crisis (50.000 millones de euros) y la creaci¨®n de los primeros 100.000 puestos de trabajo relacionados con la inversi¨®n p¨²blica (en un oc¨¦ano de m¨¢s de cuatro millones de parados), poco supimos de la auditor¨ªa a las m¨¢s de 90 medidas del Plan E. ?Cu¨¢les se tomaron como consecuencia de la campa?a electoral y son inanes para las prioridades actuales?; ?cu¨¢les se han aplicado al cien por cien y cu¨¢les est¨¢n retrasadas?; ?c¨®mo ha evolucionado el calendario de reformas que se anunciaron en el anterior Consejo de Ministros extraordinario, en pleno mes de agosto? No ha habido ejercicio de transparencia y es dudoso que la eficacia del Plan E se lleve voluntariamente al debate de ma?ana en el Congreso.
En cambio, forma parte de la ortodoxia pol¨ªtica que si hay m¨¢s actuaciones de est¨ªmulo macroecon¨®mico, ayudas sectoriales o de protecci¨®n social (cada una de ellas con su memoria econ¨®mica, ?recuerdan?), el presidente del Gobierno las haya reservado para el Parlamento. Por ejemplo, la ampliaci¨®n de la ayuda a los parados sin subsidio de desempleo (que son casi un mill¨®n de personas). Generalizar la renta m¨ªnima de reinserci¨®n requiere un pacto con las comunidades aut¨®nomas, que son las que tienen esa competencia. Esa renta m¨ªnima, salario social, o como quiera llamarse, no equivale a lo que com¨²nmente se denomina Renta B¨¢sica de Ciudadan¨ªa, unos emolumentos que se conceden a todos los ciudadanos por el mero hecho de serlo, no para serlo. Aparte de las dificultades de financiaci¨®n, los expertos del Gobierno indican que si en estos momentos se aprobase una renta b¨¢sica universalizada, volver¨ªan a generalizarse los flujos de inmigraci¨®n que se han contenido por la profundidad de la crisis.
Las sensaciones del debate del Estado de la Naci¨®n influir¨¢n en el voto de las elecciones europeas y dar¨¢n m¨¢s pistas sobre las l¨ªneas maestras de los Presupuestos 2010. Cuando ¨¦stas empiecen a negociarse con los grupos parlamentarios se cumplir¨¢n m¨¢s o menos los cien d¨ªas de nuevo Gobierno. El tiempo de respeto en una situaci¨®n normal. Entonces tendr¨¢ que emerger de las sombras la nueva vicepresidenta econ¨®mica del Gobierno, Elena Salgado, hasta ahora actriz secundaria de la pol¨ªtica econ¨®mica contra la crisis.
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