El silencio de la Mafia
La plaza dedicada a las v¨ªctimas de la Mafia es un espacio gris robado a la ciudad. Es un desgarro de rigor y silencio en el centro de Palermo, reci¨¦n inaugurado, poco frecuentado, ya olvidado entre un mercado ¨¢rabe, el Tribunal y el tr¨¢fico que lo rodea enloquecido. De hecho, al lado de los nombres de los asesinados por Cosa Nostra hay filas de coches aparcados. La misma sensaci¨®n ajena provocan los libros que hablan de mafia. O, mejor dicho, de mafias, ya que el crimen organizado se ha adue?ado tanto del territorio que ha creado una especie de denominaci¨®n de origen para cada regi¨®n del Mezzogiorno italiano: Cosa Nostra (o Mafia por antonomasia) en Sicilia; Camorra en N¨¢poles y Campania; 'Ndrangheta en Calabria, y la Sacra Corona Unita de Puglia. Es una literatura dura, alejada de los tonos novelescos de la abundant¨ªsima producci¨®n italiana. Tampoco se acerca a las atm¨®sferas y al ritmo tarantinianos de Gomorra o al sol sensual y narc¨®tico que ba?a al comisario Montalbano de Andrea Camilleri. Son libros que hablan en voz m¨¢s baja, que recogen investigaciones de a?os de trabajo cotidiano. Gracias al ¨¦xito de Roberto Saviano, aterrizan tambi¨¦n en Espa?a textos imprescindibles para entender "de qu¨¦ hablamos cuando hablamos de mafias".
Lewis dibuja una Sicilia feudal, ¨¢spera y arcaica, donde "la 'vendetta' era un arma al alcance de los pobres e indefensos"
Las 'mujeres de honor' susurran al o¨ªdo de ni?os y maridos el valor del silencio, del honor, de la venganza
Acaba de ser traducido un pionero de la literatura sobre Cosa Nostra: La Honorable Sociedad, del brit¨¢nico Norman Lewis (1908-2003). S¨®lo dos a?os despu¨¦s del fundamental El d¨ªa de la lechuza del gran narrador siciliano Leonardo Sciascia, en 1964 Lewis, agente de los servicios secretos brit¨¢nicos en Italia durante la II Guerra Mundial y un cl¨¢sico de la literatura de viajes, interpreta con asombrosa lucidez un fen¨®meno cuya existencia a¨²n se pon¨ªa en duda. Dibuja una Sicilia feudal, ¨¢spera y arcaica, donde "la vendetta era un arma al alcance de los pobres e indefensos", ya que "la ley no exist¨ªa y la justicia era el tribunal del bar¨®n y su c¨¢mara de torturas". La Mafia funcionaba como amortiguador social, era refugio y protecci¨®n. Hasta tal punto era as¨ª que, cuando en julio de 1943 los aliados desembarcaron en Sicilia, las tropas norteamericanas pactaron con ella para avanzar. La alianza con el todopoderoso jefe don Calogero Vizzini, con la mediaci¨®n del g¨¢nster Lucky Luciano, les facilit¨® mucho las cosas. "Don Cal¨° hizo una t¨ªpica aparici¨®n, en mangas de camisa y tirantes, andando distra¨ªda y patosamente hacia el grupo de nerviosos soldados estadounidenses que esperaban bajo los ca?ones de los tanques. En aquella ¨¦poca ten¨ªa 66 a?os, estaba gordo y su expresi¨®n era inerte, pero sus ojos se mov¨ªan como lagartos. El atuendo desali?ado y el discurso lac¨®nico eran detalles t¨ªpicos de la Mafia". Don Cal¨° no abri¨® la boca. Sin embargo, a la ma?ana siguiente dos tercios de las tropas fascistas hab¨ªan desertado. Los estadounidenses avanzaron sin apenas un disparo, mientras que los ingleses y los canadienses tardaron tres semanas en llegar a Messina.
En Sicilia, la Mafia ha abandonado hace muchos a?os el gansterismo y la chuler¨ªa criminal. Paolo Borsellino, magistrado asesinado en Palermo en julio de 1992, escribi¨®: "Pol¨ªtica y Mafia son dos poderes que viven del control del mismo territorio: o se hacen la guerra o se ponen de acuerdo". La Cosa Nostra ha preferido la segunda opci¨®n, la inmersi¨®n, la acci¨®n silenciosa y soterrada que crea consensos porque ofrece trabajo y reglas all¨¢ donde no las hay, mientras se cubre las espaldas mezcl¨¢ndose con la pol¨ªtica. Esta zona gris, donde el poder mafioso y el pol¨ªtico se funden, es objeto de an¨¢lisis en C¨®mplices. Los hombres de Provenzano. De Corleone al Parlamento. Lirio Abbate y Peter Gomez recogen datos, pruebas y nombres conseguidos tras a?os de trabajo cotidiano, el primero en la redacci¨®n de Palermo de la agencia Ansa y el segundo para el semanario L'Espresso. En una reciente visita a Madrid, Abbate no paraba de alargar los brazos para que le cupiera m¨¢s aire en los pulmones. Hac¨ªa a?os que no daba un paso sin cuatro polic¨ªas a su alrededor. Hace unos meses, le hab¨ªan puesto una bomba bajo su coche. Permaneci¨® un tiempo prudente en el continente (como los isle?os llaman al resto de Italia), pero volvi¨® a Palermo y sigue cubriendo noticias inc¨®modas cada d¨ªa. "El diputado, el concejal, el catedr¨¢tico andan cogidos del brazo con el mafioso, es un hecho. Se conocen, pasean juntos, se besan al encontrarse. Eso lo veo. Mi trabajo es contarlo. No soy un extremista o un inconsciente, soy un reportero y mi empe?o es contar lo que puedo documentar". Y lo que documenta es el doble fondo de la democracia italiana. ?C¨®mo explicar que Bernardo Provenzano, capo dei capi, haya vivido cuarenta a?os pr¨®fugo para ser capturado en la misma Corleone que le vio nacer y masacrar, sino buscando encubrimientos y complicidades de intocables hombres pol¨ªticos? "Es la inmensidad del mal", una expresi¨®n acu?ada por Andrea Camilleri parafraseando a Hannah Arendt para definir las infiltraciones criminales en ese Estado an¨®malo y envenenado. El creador del comisario Montalbano no ha tocado casi nunca el tema de Cosa Nostra en su prol¨ªfica producci¨®n, ni como contexto ni pretexto narrativo. Sin embargo, cuando la justicia italiana sac¨® a la luz los pizzini, los mensajes con los que Provenzano se comunicaba con el mundo, aprovech¨® la oportunidad de retratar el universo mafioso desde un punto de vista ins¨®lito, como el agujero de una puerta. Public¨® Vosotros no sab¨¦is, un diccionario en el que palabras comunes, en boca del capo dei capi, esconden el mal.
M¨¢s al Norte, en el mismo territorio del que ha tenido que huir Saviano, la denuncia laboriosa, cotidiana, no gritada de Rosaria Capacchione, reportera del peri¨®dico m¨¢s importante de N¨¢poles, Il Mattino, mosquea a la Camorra. En marzo de 2008, un jefe la amenaz¨® de muerte en la sala de un tribunal. Su libro L'oro della Camorra resume los documentos y conocimientos que ha recopilado sobre los clanes napolitanos. No se trata s¨®lo de venganzas crueles, de asesinatos callejeros: el rostro de la criminalidad tiene el color del dinero. "Los boss se han convertido en manager, han alcanzado el sector de la construcci¨®n, de los supermercados, de la Alta Velocidad, entrelazando sus negocios con la sociedad civil".
La Mafia calabresa tambi¨¦n se ha transformado, ha tenido una revoluci¨®n empresarial. "La 'Ndrangheta es el interlocutor imprescindible, el convidado de piedra en cualquier negocio, inversi¨®n o proyecto de obras p¨²blicas, ya sea a escala regional o nacional, as¨ª como en cualquier consulta electoral, administrativa y pol¨ªtica", se lee en 'Ndrangheta. Su autor, Francesco Forgione, tambi¨¦n amenazado de muerte, da forma literaria al primer informe sobre la criminalidad organizada calabresa realizado por la Comisi¨®n Parlamentaria Antimafia. Indica los nombres de jefes y familias, su distribuci¨®n en un territorio monta?oso y enigm¨¢tico, las ramificaciones en el norte de Italia y en el extranjero. "La 'Ndrangheta hace frente a los desaf¨ªos de la globalizaci¨®n adaptando los antiguos esquemas a los tiempos modernos, combinando la arcaica estructura familiar con una organizaci¨®n reticular, modular". El mundo lo descubri¨® at¨®nito con la masacre de Duisburgo, en agosto de 2007: seis j¨®venes calabreses del clan Pelle-Vottari fueron asesinados a miles de kil¨®metros de su pueblo.
El mismo universo de valores monol¨ªticos, antiqu¨ªsimos e irracionales, dignos de una tragedia griega, estudia Fratelli di sangue, de Nicola Gratteri, magistrado que investig¨® la matanza de Alemania, y Antonio Nicaso, hist¨®rico estudioso de las organizaciones criminales.
Si los hombres son hermanos de sangre, las mujeres no son ajenas al sistema mafioso. Ellas son la cara oscura, el poder oculto, la violencia blanca. Las mujeres de honor, como las llama Ombretta Ingrasc¨¬, contribuyen a reforzar "la estructura sociocultural de la Mafia tanto de manera activa, educando a los hijos en los principios mafiosos y alentando la venganza, como pasiva, garantizando la reputaci¨®n de los hombres y sirviendo de mercanc¨ªa en las estrategias matrimoniales de los clanes". El ensayo est¨¢ estructurado como un gran angular que toma la foto de un hombre de honor. Abre, ampl¨ªa la escena y registra las presencias a su alrededor. Siempre hay una mujer.
Por ejemplo, Ninetta Bagarella: "De linaje mafioso -hermana de Leoluca Bagarella y esposa de Tot¨® Riina, sangriento jefe supremo de la Cosa Nostra hasta principios de los a?os noventa-, comparti¨® con su marido la vida de pr¨®fugo mientras que se ocupaba de sus hijos. Las imputaciones por asociaci¨®n mafiosa de las que ambos, Giovanni y Giuseppe, fueron objeto y la cadena perpetua por asesinato a la que fue condenado con s¨®lo 25 a?os el mayor de ellos, Giovanni, atestiguan el resultado de este proyecto educativo". Las mujeres de honor son las vestales de un descabellado c¨®digo ¨¦tico: ellas susurran al o¨ªdo de ni?os y maridos el valor del silencio, del honor, de la venganza.
El coro de Ladies Macbeth, sin embargo, tiene un contrapunto leve, dulce y obstinado. Son las voces de los familiares de las v¨ªctimas. Porque en Sicilia, Calabria, Puglia, Campania, de Mafia se puede morir. Han sido asesinados periodistas, magistrados, polic¨ªas, curas, pol¨ªticos. Algunos de sus nombres est¨¢n esculpidos en la plaza gris. Las voces de sus familiares, que han superado el dolor por su combate por el testimonio y la esperanza, se oyen en Lotta civile, contro le Mafie e l'illegalit¨¤. La periodista de Radio Popolare que lo firma, Antonella Mascali (de Catania, pero obligada a vivir en Mil¨¢n, sin mar y sin familia) da un vuelco a la foto de Ingrasc¨¬. Entra en ella, no mira al mafioso sino al otro lado, escucha a los que han sufrido las consecuencias de su violencia. "Si pienso en el dolor sordo de mi abuela", cuenta Elena Fava, hija del periodista Giuseppe asesinado en 1984, "mi abuelo roto por el llanto durante los funerales de mi padre, por un momento pienso en que querr¨ªa hacerles da?o. He combatido contra m¨ª misma para no odiar, pero la rabia existe, no la puedo borrar. S¨®lo la puedes transformar en positivo, en lucha para cambiar la realidad". All¨ª est¨¢ la parte verdaderamente honorable de la sociedad. La normalidad del bien echada en cara a la inmesidad del mal. Todo esto no cabe en una plaza, ni en miles de libros.
La Honorable Sociedad: La Mafia siciliana y sus or¨ªgenes. Norman Lewis. Traducci¨®n de Arturo Peral. Alba. Barcelona, 2009. 312 p¨¢ginas. 24 euros. C¨®mplices. Los hombres de Provenzano. De Corleone al Parlamento. Lirio Abbate y Peter Gomez. Traducci¨®n de Isabel Fern¨¢ndez Gu¨ªa. Pen¨ªnsula. Barcelona, 2008. 448 p¨¢ginas. 21,50 euros. Vosotros no sab¨¦is. Andrea Camilleri. Traducci¨®n de Mar¨ªa Antonia Menini. Salamandra. Barcelona, 2008. 224 p¨¢ginas. 15 euros. No sabeu pas. Els amics, els enemics, la m¨¤fia. Traducci¨®n de Pau Vidal. Edicions 62. Barcelona, 2008. 200 p¨¢ginas. 13,95 euros. 'Ndrangheta. Francesco Forgione. Traducci¨®n de David Paradela. Destino. Barcelona, 2009. 296 p¨¢ginas. 19,50 euros. Gomorra: un viaje al imperio econ¨®mico y al sue?o de poder de la Camorra. Roberto Saviano. Traducci¨®n de Francisco J. Ramos y Teresa Clavel. Debate. Barcelona, 2007. 328 p¨¢ginas. 19,90 euros. Debolsillo. Barcelona, 2008. 328 p¨¢ginas. 7,95 euros. Mujeres de honor. El papel de la mujer en la Mafia. Ombretta Ingrasc¨¬. Traducci¨®n de Patricia Orts. 451 Editores. Madrid, 2008. 272 p¨¢ginas. 17 euros. Fratelli di sangue. Nicola Gratteri y Antonio Nicaso. Mondadori, 2009. 400 p¨¢ginas. Debate lo publicar¨¢ en Espa?a en 2010. L'oro della Camorra. Rosaria Capacchione. Rizzoli, 2008. 288 p¨¢ginas. Lotta civile, contro le Mafie e l'illegalit¨¤. Antonella Mascali. Chiarelettere, 2009. 305 p¨¢ginas.
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