Un Bar?a de lo m¨¢s normal
Guardiola no perdona las multas a un equipo que no pierde de vista la realidad
Para Guardiola, t¨¦cnico del Bar?a, era prioritario instaurar unas normas. No s¨®lo quer¨ªa erradicar la complacencia y la desidia que exist¨ªa en el vestuario anterior con Frank Rijkaard, sino que con la marcha de Ronaldinho y Deco, entre otros, quiso dar una vuelta definitiva de tuerca. Lo primero fue hacer jornadas intensas, al estilo del Milan en Milanello, el Chelsea en Cobham o el Tottenham en Chigwell; se trataba de que los futbolistas llegaran a primera hora de la ma?ana para desayunar en compa?¨ªa y comieran, despu¨¦s del entrenamiento, en el restaurante del estadio. "Todo ser¨¢ mejor en la ciudad deportiva", augur¨® Guardiola hace unos meses. "Y no hay nadie descontento con el cambio", esgrimen ahora desde el vestuario. Se ha creado un grupo que, encima, es de lo m¨¢s normal.
No es raro que parte de la plantilla como con el cuerpo t¨¦cnico o los masajistas
Guardiola inici¨® ayer el entrenamiento con una breve charla con Puyol a un lado del c¨¦sped. Entonces, aparecieron Gudjohnsen y Alves, un poco sofocados pero con la risa en la boca, y un poco m¨¢s rezagados, Messi y Tour¨¦. Un minuto m¨¢s tarde, aparecieron en escena Xavi y Eto'o. A lo que Guardiola respondi¨® se?al¨¢ndose el reloj de la mu?eca. "Tendremos que rascarnos el bolsillo", admiti¨® Tour¨¦. La multa no ser¨¢ como la precedente, cuando todo el equipo lleg¨® tarde cinco minutos al campo -que no al recinto- y la reprimenda del t¨¦cnico se zanj¨® con 600 euros. Esta multa rondar¨¢ los 100 euros, que se destinar¨¢n, como las dem¨¢s sanciones, a una ONG. No se sabe cu¨¢l, por m¨¢s que en el club tengan carpetas llenas de peticiones de ONG, atra¨ªdas cuando se hizo p¨²blica la intenci¨®n del Bar?a.
Cuando el Bar?a celebr¨® el t¨ªtulo de Copa, en el hotel de Mestalla parec¨ªa que hubiera una boda m¨¢s que un equipo de f¨²tbol; estaban las familias, correteaban los ni?os y todo era de lo m¨¢s normal. As¨ª es el equipo, con Iniesta como paradigma de la normalidad, incapaz de crear aversi¨®n en el Bernab¨¦u o en otros estadios. A nadie extra?a que Bojan estudie esta semana sus ex¨¢menes de 2? de bachillerato, que M¨¢rquez lleve a su novia (la actriz Jaydy Mitchell) a los entrenamientos, que Piqu¨¦ se apuntara a un curso de guitarra, que Busquets estudie INEF o que Pinto se matricule en un curso de t¨¦cnico de sonido. Tampoco es raro que coman o cenen juntos parte de la plantilla con el t¨¦cnico, con los auxiliares o con los masajistas. Por m¨¢s ¨¦xitos que tengan y con la posibilidad del triplete (Copa, Liga y Liga de Campeones) a la vuelta de la esquina, la plantilla se refugia en la realidad cotidiana.
Pero ayer, una noticia dio que hablar: la candidatura de Florentino P¨¦rez para asumir de nuevo la presidencia del Madrid encontr¨® eco en el Bar?a. "Le agradecer¨ªa que no se dedicara a distorsionar o intentar desestabilizar al club", se?al¨® Joan Laporta, presidente azulgrana, "porque no lo conseguir¨¢ y no le merece la pena". A Johan Cruyff, sin embargo, le gustar¨ªa que el Madrid regresara a la ¨¦lite futbol¨ªstica. "Cuando hay dos o m¨¢s equipos arriba, hay competici¨®n", asever¨®; "y si Florentino puede hacerlo, encantado".
Cruyff, t¨¦cnico de Guardiola en la ¨¦poca del dream team, no quiso ponerse medallas en este proyecto. "Pep ha puesto a todo el mundo en fila y eso se ve en el rendimiento". Y aclar¨® su relaci¨®n con el Bar?a. "Cuando tiene alguna duda [Guardiola], hablamos de la duda", asegur¨®; "doy mi opini¨®n, no consejos. Y luego ellos hacen lo que quieren. Los que trabajan cada d¨ªa en el club tienen el peso del triunfo".
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