"El concurso de Martinsa es tr¨¢gico para muchos peque?os acreedores"
Desde el ventanal del despacho de Pablo Gonz¨¢lez-Carrer¨® (Santiago, 1962) se ve la sede de Martinsa-Fadesa, sin apenas actividad y con la rotulaci¨®n devorada por el ¨®xido. El titular del Juzgado de lo Mercantil n¨²mero uno de A Coru?a, que tramita el mayor concurso de acreedores de la historia de Espa?a, habla de plazos y del papel de la banca. En su opini¨®n, la supervivencia de la compa?¨ªa y el cobro de los 7.000 millones de deuda que arrastra "pasa porque el mercado inmobiliario mejore o que, por lo menos, no se deteriore m¨¢s". El juez no entra a valorar los 3,5 millones de euros que cobr¨® Fernando Mart¨ªn el a?o pasado como presidente de la compa?¨ªa ni el hecho de que algunos consejeros no firmasen las cuentas.
"La salvaci¨®n de la compa?¨ªa pasa por la recuperaci¨®n del sector inmobiliario"
"El problema en los grandes concursos no es de regulaci¨®n, sino de medios"
"La banca est¨¢ en condiciones de imponer el convenio"
"Hay empresas que precisan el cobro de la deuda cuanto antes para seguir"
Pregunta. El 90% de las compa?¨ªas en concurso acaban en liquidaci¨®n. Eso no invita al optimismo...
Respuesta. Es cierto, pero no tiene tanto que ver con la regulaci¨®n concursal o con el funcionamiento de los juzgados como con las circunstancias en las que las empresas acuden al concurso. Parece un estigma. La mayor parte acude en situaci¨®n pr¨¢cticamente irreversible. En Espa?a, muchos concursos se presentaban para enterrar empresas.
P. Los administradores ya se han pronunciado sobre el plan de viabilidad presentado por la empresa, ?cu¨¢l es su posici¨®n?
R. Se acaba de presentar el escrito [de los administradores], pero no estoy en condiciones todav¨ªa de valorarlo. S¨ª puedo decir que ha sido favorable a los planteamientos del plan de viabilidad.
P. La propuesta de convenio pasa por ampliar el plazo del pago de la deuda a ocho a?os y no hacer ninguna quita sobre el dinero que se debe. ?No es fiarlo todo a que la crisis escampe?
R. Todo convenio tiene que partir de unas previsiones. En este caso, con el pago de la deuda en ocho a?os, se hace con unas previsiones de mejora de la situaci¨®n inmobiliaria. Partiendo de esa premisa se propone pagar ¨ªntegramente la deuda. Y ese es el contrapeso: por una parte se ampl¨ªa el plazo legal de cinco a?os y por otro se propone un pago ¨ªntegro, incluso con intereses.
P. Un convenio sin quitas y con esos plazos parece hecho a la medida de la banca. ?Qu¨¦ ser¨¢ de los peque?os acreedores y proveedores?
R. El concurso siempre es un conflicto de intereses, en este caso colectivo, de acreedores. Es posible que un convenio de esta naturaleza sea el preferido por las entidades financieras y a lo mejor no es el m¨¢s conveniente para los proveedores, que en muchos casos prefieren cobrar menos pero antes. La banca [tiene el 90% de la deuda] est¨¢ en condiciones de imponer un convenio, no digo abusivo ni mucho menos, su punto de vista va a prevalecer.
P. Las recientes reformas en la Ley Concursal parecen responder a lo ocurrido con Martinsa.
R. Creo que hay una gran preocupaci¨®n por la situaci¨®n que atraviesan las grandes inmobiliarias. El objetivo fundamental de la ¨²ltima reforma fue preservar cierta seguridad de actuaciones anteriores a la declaraci¨®n del concurso, que l¨®gicamente van a favorecer a unos acreedores y perjudicar a otros, pero que es la ¨²nica posibilidad para que una empresa pueda seguir adelante.
P. ?Cree que hubo abuso de los bancos en el acuerdo de refinanciaci¨®n previo al concurso? Dict¨® medidas cautelares...
R. Puesto que se ha pedido la rescisi¨®n de determinadas operaciones realizadas en el per¨ªodo anterior al concurso, es l¨®gico que se haya solicitado tambi¨¦n, simult¨¢neamente, la adopci¨®n de medidas cautelares. De otra manera se podr¨ªan ejecutar las garant¨ªas y quedar¨ªa sin contenido el proceso principal. Las medidas cautelares, si es que se ratifican, no prejuzgan el fondo.
P. La fase com¨²n del procedimiento se ha prolongado. ?Cree que afectar¨¢ a los plazos?
R. S¨ª. En esto la ley peca quiz¨¢ de un exceso de optimismo porque siempre hay que conjugar los plazos que se marcan con las posibilidades de la propia administraci¨®n de Justicia y las peculiaridades de cada concurso. En este tenemos del orden de diez mil acreedores y cerca de novecientos incidentes. La tramitaci¨®n va razonablemente bien. Ahora estamos a la espera de saber cu¨¢ndo vamos a acabar esta fase de impugnaciones [de la propuesta de convenio]. Creo que no se han producido dilaciones significativas.
P. ?C¨®mo va a pagar sus deudas Martinsa si su gran activo, el suelo, apenas tiene salida ahora?
R. Todo pasa porque el mercado inmobiliario mejore. O que, por lo menos, que no se deteriore m¨¢s. La propuesta de convenio establece los dos primeros a?os de carencia, pero todo depender¨¢ del marco econ¨®mico general. Es una propuesta. En esto el juzgado tiene que ser totalmente neutral.
P. ?Qui¨¦n defiende a los peque?os acreedores y a los trabajadores en un concurso as¨ª?
R. Est¨¢ claro que hay mucha gente sacrificada. Que ha perdido y que sigue perdiendo. Hay montones de acreedores para los que el concurso es una aut¨¦ntica tragedia porque son empresas peque?as que precisaban del cobro inmediato de sus cr¨¦ditos para atender obligaciones y cumplir con trabajadores y proveedores.
P. ?C¨®mo est¨¢ respondiendo la Ley Concursal ante la suspensi¨®n de pago de grandes empresas?
R. Se suele comentar en determinados foros que la crisis ha puesto de manifiesto las insuficiencias de una ley que no est¨¢ prevista para atender a los problemas espec¨ªficos de los macroconcursos. En realidad, ninguna ley concursal lo estar¨ªa. Pensemos en F¨®rum y Afinsa, que tienen alguno de ellos creo que 400.000 acreedores. El problema no es tanto de regulaci¨®n, sino de medios, de estructura judicial. Al final siempre habr¨¢ un embudo, que no es otro que lo que deber¨¢ dictar un juez.
P. ?Qu¨¦ problemas encuentra usted en la aplicaci¨®n de la ley?
R. Es cierto que el respeto a las garant¨ªas procesales ha impuesto algunos procedimientos que son excesivamente lentos, como el de la impugnaci¨®n a la lista de acreedores, y probablemente demasiado amplios, con unas posibilidades ilimitadas, pr¨¢cticamente. En esto la ley no es demasiado flexible. Habr¨ªa que conjugar la seguridad jur¨ªdica con la celeridad, que es el gran dilema de las leyes procesales.
P. De promotora a operadora de suelo. ?Cree que es esa la salida de Martinsa?
R. Es una decisi¨®n que la compa?¨ªa debe tomar con sus acreedores. Dicen que una empresa endeudada es propiedad de sus acreedores, y no de sus accionistas. Y en t¨¦rminos econ¨®micos eso es cierto.
P. ?Baraja alguna fecha para la finalizaci¨®n del concurso?
R. Tal y como vamos podr¨ªan estar los listados definitivos de acreedores y del inventario a finales de a?o, por lo que ya podr¨ªamos entrar en la discusi¨®n de un convenio. Es un c¨¢lculo que algunos me dicen que es demasiado optimista. Yo creo que se va a poder hacer. Y espero poder hacerlo, desde luego, porque tambi¨¦n me quiero liberar de Martinsa. Mi c¨¢lculo, con impugnaciones incluidas, es que la fase procesal acabe a principios del pr¨®ximo a?o. En cualquier caso, el concurso no termina hasta que se cumpla el convenio. Con la propuesta que hay, finalizar¨¢ en ocho a?os.
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