Los Lakers enfocan a Denver

Los Lakers ya est¨¢n en la final de la Conferencia Oeste . Con una semana de retraso, pues esta eliminatoria ha dado demasiado de s¨ª. Virtud de los Rockets, que han luchado con entereza a pesar de tener en contra su te¨®rico menor talento, la desventaja del factor campo y sus sucesivas lesiones. Pero tambi¨¦n defecto de unos Lakers a los que les ha costado un mundo mantener la tensi¨®n m¨¢s all¨¢ de un partido, un par de cuartos o una actuaci¨®n estelar de alguno de sus cracks. Es un problema mayor y, al parecer, profundo, pues, a pesar de tratarse de un tema sobre el que se les cr¨ªtica de forma generalizada, una y otra vez vuelven a caer en su desesperante ciclotimia.

En la alternancia de paliza-empanada mental en la que se han embarcado en esta serie, en el s¨¦ptimo partido tocaba dominio y a ello se pusieron los Lakers desde el inicio. Sobre todo, en el aspecto defensivo, punto sobre el que influyen mucho las cuestiones de actitud. Scola, a diferencia del paseo que se permiti¨® en el sexto, estuvo muy controlado por Gasol; Artest ten¨ªa uno de esos d¨ªas en que sus circuitos cerebrales no le van del todo bien y con Battier parec¨ªa que todos los tiros que le tocaba meter ya hab¨ªan sido metidos en anteriores encuentros. Tampoco andaban sobrados de acierto los Lakers, salvo en el caso de Ariza, que, sin mover un m¨²sculo de la cara pase lo que pase, aporta valor en todas las areas.

El desacierto ofensivo de Houston era excesivo -tard¨® siete minutos en meter la primera canasta en juego-. As¨ª, poco a poco, el equipo de Phil Jackson fue edificando una ventaja que toc¨® techo con un enceste de Gasol al final del segundo cuarto (51-26). Tambien ayud¨® el que, por una vez, los Lakers intentasen de verdad sacar provecho a la pareja de p¨ªvots que tiene (Gasol-Bynum) y que, si ya de por s¨ª deber¨ªa ser letal, en ausencia de Yao Ming, ten¨ªa que haberse convertido en la primera arma a explotar. Pero es otro ejemplo de lo que les cuesta a los Lakers regirse por l¨ªneas de actuaci¨®n l¨®gicas. En esta ocasi¨®n, la constancia en buscar a sus hombres altos tuvo su reflejo num¨¦rico. Los de Gasol, 21 puntos y 18 rebotes, espectaculares a pesar de no estar del todo clarividente en el ataque. Los de Bynum (14 y 6), esperanzadores ante lo que se les viene encima.

Con Bryant m¨¢s minutos en el banco de lo habitual, fue tiempo de Gasol. De coger un rebote tras otro, cabrearse con los ¨¢rbitros y seguir alimentando como una hormiguita su estad¨ªstica. Su figura fue agrand¨¢ndose seg¨²n trascurr¨ªa el choque hasta el punto de que el ¨²ltimo cuarto no tuvo otro nombre propio que el suyo. Cuando Jackson le sustituy¨® a falta de cuatro minutos, el p¨²blico se puso en pie y le reconoci¨® la importancia de su esfuerzo.

La eliminatoria se cerr¨® y todo el mundo se fue contento al vestuario. Houston tiene un buen futuro por delante y los Lakers superan un mal trago. Llegan los Nuggets de Denver, un equipo en alza y guerrero como pocos. Ya pueden espabilar.

Lakers 89 - Rockets 70