Te puede pasar a ti

Las dos discusiones que dividen a los optimistas y a los pesimistas sobre la actual coyuntura son las siguientes: primera, ?habr¨¢ sido el primer trimestre del a?o en curso el parteaguas de la situaci¨®n, el fondo del fondo de la recesi¨®n, o todav¨ªa quedan por vivir momentos m¨¢s dif¨ªciles? Segunda: ?ha terminado b¨¢sicamente la crisis financiera, condici¨®n sine qua non para abordar con toda intensidad las consecuencias m¨¢s agudas de la crisis de la econom¨ªa real y la salida hacia la fase ascendente del ciclo?

Los datos aportados la semana pasada por Eurostat, la oficina estad¨ªstica de la Uni¨®n Europea (UE) -y por el Instituto Nacional de Estad¨ªstica, en el caso de Espa?a-, no dejan de ser bastante preocupantes: Europa se halla en su peor momento econ¨®mico desde el final de la II Guerra Mundial, y no habiendo sido la zona el origen de los problemas, est¨¢ un escal¨®n m¨¢s abajo que los propios Estados Unidos, epicentro del terremoto econ¨®mico: entre enero y marzo pasados el conjunto de la UE decay¨® un 2,5% de su Producto Interior Bruto (PIB), frente a un 1,6% en EE UU.

EE UU es el origen de la crisis, pero Europa est¨¢ un escal¨®n m¨¢s abajo

Hay que evitar que la recesi¨®n mute en depresi¨®n y en crisis social y pol¨ªtica

De las cifras de Eurostat se pueden desagregar varias realidades diferentes. Se?alemos al menos tres caracter¨ªsticas: la primera, la m¨¢s inquietante para el resto, la ca¨ªda de Alemania, casi un 7% en t¨¦rminos interanuales (en relaci¨®n con el mismo periodo del a?o). La econom¨ªa germana representa un poco m¨¢s de la cuarta parte del conjunto de la zona euro y por ello se la denomina la locomotora europea. Las otras grandes naciones de la UE est¨¢n todas en recesi¨®n, pero con disminuciones de su producci¨®n un poco menores que la alemana (Italia, -5,9%; Francia, -3,2%; Reino Unido, -4,1%; Espa?a, -2,9%, etc¨¦tera). La segunda caracter¨ªstica, la hecatombe de los pa¨ªses b¨¢lticos, que no necesita explicaci¨®n alguna: Letonia, -18,6%; Estonia, -15,6%; Lituania, -10,6%, siempre en t¨¦rminos interanuales.

La tercera, la m¨¢s expresiva para Espa?a, el diferente comportamiento del empleo y el paro en relaci¨®n con el crecimiento, pues mientras Alemania no ha perdido empleo estando en la recesi¨®n m¨¢s profunda, Francia ha reducido tan s¨®lo alrededor de 140.000 puestos de trabajo en el primer trimestre del a?o y nuestro pa¨ªs destruy¨® m¨¢s de 800.000 empleos en el mismo periodo, seg¨²n la Encuesta de Poblaci¨®n Activa, y dos millones en el ¨²ltimo a?o.

Sobre la otra gran inc¨®gnita, la salud del sistema financiero, hay mayor consenso en que lo peor parece haber pasado y en que los mercados financieros van estabiliz¨¢ndose poco a poco. Sus ca?er¨ªas empiezan a hacer ruido. Habr¨¢ que conocer el resultado de las pruebas de resistencia a las que la UE va a someter a sus bancos, de manera similar a lo realizado por el Departamento del Tesoro de EE UU con sus entidades financieras. Con la diferencia de que en Europa todo lo que sepamos ser¨¢ en t¨¦rminos gen¨¦ricos y no banco por banco, como ha sucedido en EE UU, lo que expresa los distintos niveles de transparencia.

Pese a ese consenso gen¨¦rico sobre la mejor¨ªa financiera, el director gerente del Fondo Monetario Internacional, Dominique Strauss-Kahn, volvi¨® a declarar la pasada semana en Viena que hasta que no se saneen los balances de los bancos no se podr¨¢ salir de la actual crisis, lo que por lo menos significa que a¨²n no est¨¢n del todo saneados, en la hip¨®tesis m¨¢s optimista. "?ste es el mayor riesgo que tenemos en los pr¨®ximos 12 meses", dijo el franc¨¦s.

Los eurobar¨®metros y los sondeos nacionales que se hacen p¨²blicos con motivo de las pr¨®ximas elecciones europeas indican una sensaci¨®n de fin de si¨¨cle, o de estaci¨®n t¨¦rmino de una ¨¦poca en muchos europeos, en la que se combinan el decrecimiento econ¨®mico, la desafecci¨®n pol¨ªtica y el descontento social ante lo que est¨¢ sucediendo (primeras manifestaciones sindicales en varias ciudades europeas).

M¨¢s all¨¢ de analizar las causas profundas de esta intranquilizante cartograf¨ªa, los representantes de la ciudadan¨ªa deben empe?arse en evitar las dos manifestaciones m¨¢s urgentes de la crisis: que la actual Gran Recesi¨®n devenga en una depresi¨®n, m¨¢s profunda y duradera, y que las dificultades econ¨®micas no muten hacia una crisis social y luego hacia una crisis pol¨ªtica como la que, con todas las diferencias, se extendi¨® en el continente entre los a?os 1919 y 1939.