Sus multas por pagar ya est¨¢n en Internet
Tr¨¢fico publica la lista de infractores, que deben 3 millones
El se?or Aadsi y el se?or Zurriaga tienen algo en com¨²n: son el primer y el ¨²ltimo nombre de una lista de infractores de tr¨¢fico publicada hace unos d¨ªas en el Diari Oficial de la Generalitat de Catalunya (DOGC). Entre Aadsi y Zurriaga hay m¨¢s de 16.000 ciudadanos particulares y empresas que han cometido alguna infracci¨®n pero que, hasta ahora, no han pagado ni un solo euro. El Servicio Catal¨¢n de Tr¨¢fico no pudo localizarles y entregarles, en persona, la notificaci¨®n. La ¨²nica manera de intentar cobrar el dinero que se les adeuda es publicar sus nombres en el DOGC porque as¨ª, ya se dan por enterados.
Con la publicaci¨®n en el Diari, Hacienda ya puede perseguir a los infractores y retirarles la cantidad oportuna. Las sanciones van de los 57 (los que debe, precisamente, el se?or Aadsi) a los 900 euros. Zurriaga se queda en una cifra intermedia y tendr¨¢ que abonar 200 euros. Las cantidades no parecen muy importantes, pero, juntas, suponen una suma nada despreciable: tres millones de euros que la Generalitat todav¨ªa no ha cobrado.Si le han puesto una multa de tr¨¢fico y todav¨ªa no la ha pagado, puede que su nombre haya aparecido ya en el Diari Oficial de la Generalitat de Catalunya (DOGC). El Servicio Catal¨¢n de Tr¨¢fico ha hecho p¨²blicos los nombres de 16.367 ciudadanos particulares y empresas -la mayor¨ªa, del sector del transporte o con flota de veh¨ªculos- que, entre el a?o pasado y ¨¦ste, cometieron alguna infracci¨®n. El erario p¨²blico ha dejado de ingresar (al menos de momento) algo m¨¢s de tres millones de euros porque no se ha podido localizar a los infractores.
Las sanciones van desde los 57 hasta los 900 euros y fueron puestas, en su d¨ªa, por las delegaciones provinciales de Tr¨¢fico. El problema es que las notificaciones no se han entregado personalmente. La raz¨®n, en algunos casos, es que se desconoce el domicilio actual del infractor. En otros, los interesados no se encontraban en el domicilio en el momento en el que deb¨ªan recibir la denuncia. La consecuencia, en cualquier caso, es que no se han dado por enterados y, sin ese paso, no se les puede sancionar. Hasta ahora.
Los dos edictos publicados el mi¨¦rcoles en el DOGC -firmados por el director de Tr¨¢fico, Josep P¨¦rez Moya- describen dos situaciones. Una afecta a 7.406 personas, para las que se han iniciado los expedientes sancionadores. En este caso, los denunciados tienen la posibilidad de aclarar "si no conduc¨ªan el veh¨ªculo en el momento de la denuncia". Este enga?o (simular que conduc¨ªa una persona distinta a la que lo hac¨ªa realmente) es una pr¨¢ctica m¨¢s o menos frecuente y est¨¢ castigada con hasta 1.500 euros. A otras 8.961 personas y empresas se les notifica directamente la resoluci¨®n sancionadora. Los perjudicados pueden poner un recurso. Pero para enterarse de que est¨¢n en la lista tienen que ver, claro, el DOGC.
En la pr¨¢ctica, muchas de las multas no llegar¨¢n a cobrarse. La publicaci¨®n en el DOGC constituye el paso legal previo y obligatorio para que Hacienda, amparada en la publicaci¨®n de los datos, pueda intervenir, busque una cuenta corriente a nombre del afectado y la embargue por la cantidad de la sanci¨®n. La Administraci¨®n, sin embargo, no dispone de recursos ni medios suficientes como para dedicarse a perseguir a los infractores.
Impunes ante el radar
Los residentes extranjeros deben andar con cuidado cuando se topan con una patrulla de tr¨¢fico de los Mossos. Deben pagar la multa al instante porque, de lo contrario, su coche queda inmovilizado. Todo cambia cuando, en vez de toparse con un mosso, encuentran un radar en su camino. Tr¨¢fico no podr¨¢ cobrarles la sanci¨®n y el infractor se ir¨¢ a casa de rositas. Del total de denuncias que cada a?o se tramitan en Catalu?a, el 3,7% son a conductores con residencia en el extranjero. La gran mayor¨ªa se impone por rebasar los l¨ªmites de velocidad. Los infractores son turistas que circulan por las carreteras con su propio veh¨ªculo (es el caso de franceses y andorranos) o con un coche de alquiler. La mayor¨ªa de las multas a extranjeros no llegan a cobrarse. M¨¢s a¨²n: ni siquiera se inician los tr¨¢mites. De modo que, cuando un radar fijo capta una matr¨ªcula, se identifica al propietario. Si es extranjero, el proceso se anula casi al instante porque Tr¨¢fico no sabe a d¨®nde enviar la notificaci¨®n.
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