"Viendo Cuba, no entiendes el apoyo que tuvo Castro"
Habla Carles Moy¨¤ (Palma de Mallorca, 1976) y de su boca salen nombres como fieros rugidos: Fidel Castro, Nelson Mandela, el apartheid. Es curioso. Antes de ganar Roland Garros, de triunfar en la Copa Davis y de ser el n¨²mero uno del mundo, Moy¨¤ fue un estudiante con inclinaci¨®n hacia las ciencias y cierta alergia a las letras. Hoy, cuando llega a la cita en un carrito de golf, convaleciente a¨²n de una lesi¨®n en el pie, se sienta delante de un plato de jam¨®n y parece recorrer el camino inverso. "No busco inspiraci¨®n, sino saber", explica. "Siempre he sido muy curioso con la historia, la pol¨ªtica, las ideolog¨ªas, con los porqu¨¦s de las cosas. Todav¨ªa me falta mucho por conocer, pero cuanto m¨¢s leo m¨¢s me gusta. Tengo ganas de saber".
El tenista compagina el deporte con la comunicaci¨®n y, sobre todo, la lectura
El viaje literario de Moy¨¤, tenista de altos vuelos, arranca en Cuba, adonde viaj¨® en abril. "Viendo la situaci¨®n de ahora, quiz¨¢s no entiendes muy bien c¨®mo [Castro] pudo contar con todo ese apoyo del pueblo", cuenta al comentar el libro-entrevista que ha le¨ªdo del comandante. "La idea que tiene el revolucionario del principio no es mala, pero con el tiempo se ha demostrado que lo que persigue es un poco una utop¨ªa. Lo que ¨¦l pensaba no ha evolucionado en lo que es ahora Cuba. Son felices, pero habiendo visto todo lo que hay ah¨ª, no es lo ideal. Cont¨® con el apoyo de m¨¢s del 90% de la gente. Eso significa que las ideas son buenas, sobre todo para la gente del campo: no tienen nada".
Moy¨¤ come poco. Ten¨ªa jam¨®n del bueno en casa y no se ha podido resistir a un bocata. Eso le deja la boca libre para seguir de libro en libro, viajando con las letras, primero Cuba y luego Suecia, con Los hombres que no amaban a las mujeres, de Stieg Larsson, para hacer camino. Ahora, tras pedir otro vaso de agua, est¨¢ en Sur¨¢frica. "Cuanto m¨¢s leo sobre Mandela, m¨¢s le admiro", dice tras leer El factor humano, de John Carlin. "Pas¨® muchos a?os en la c¨¢rcel injustamente, y a¨²n as¨ª es capaz de perdonar. Te preguntas qu¨¦ hubieras hecho t¨². Muy poca gente hubiese actuado como ¨¦l. Es un luchador con capacidad de perdonar, con todo lo que eso conlleva: perdonar y luego, a la que puedes, no intentar hacer da?o. ?l, seg¨²n lo que he le¨ªdo, perdona de verdad. No s¨¦ si hay otra versi¨®n de sus detractores, pero... ?30 a?os en la c¨¢rcel por defender unos valores! Por poder comer en los mismos restaurantes que los blancos, por poder ir en sus autobuses. Es fuerte".
Viene y va la camarera, impoluta con su mandil negro. Moy¨¤, que acogi¨® en sus entrenamientos a Rafael Nadal cuando ¨¦ste era un ni?o, explica sus proyectos. Ha montado un gimnasio, y compagina el tenis con B1PR, la empresa de comunicaci¨®n e imagen que tiene con dos amigos. Queda una pregunta. ?Qu¨¦ le mantiene en activo? "Hace un a?o era el n¨²mero 12 del mundo con casi 32 a?os. Es para estar orgulloso", contesta. "Ver que soy competitivo es lo que me permite seguir adelante. Eso, jugar ante 15.000 personas, ver que puedo llegar lejos en un torneo masters, no hay nada que me lo pague. Cuando acabe la carrera de Rafa, para ¨¦l no habr¨¢ nada parecido a lo que sinti¨® tras ganar a Novak Djokovic en el tie break del tercer set en Madrid. Est¨¢ el tener hijos, otras cosas, que ah¨ª la satisfacci¨®n es m¨¢s grande... pero yo ten¨ªa los pelos de punta, y no era el que jugaba. ?Imag¨ªnese ¨¦l! Es lo m¨¢s. Esa sensaci¨®n se deber¨ªa vender. Ser¨ªa lo m¨¢s consumido".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.